viernes, 23 de mayo de 2008
Resultado de la Encuesta "cristianos vs manifestaciones sociales"
miércoles, 21 de mayo de 2008
¡Sansón y el Espíritu Santo!, ¡El primero en sociedad con el segundo, es realmente invencible!

martes, 20 de mayo de 2008
La Nueva Era, ¡peligrosa y sutil arma que gana terreno dentro del cristianismo!

La Nueva Era, ¡peligrosa y sutil arma que gana terreno dentro del cristianismo!
lunes, 19 de mayo de 2008
¡Esdras y Nehemías!, dos ejemplos de sentido común aplicados a la luz de las Escrituras
¡Miremos que distintas maneras de proceder ante dos casos iguales! ¡hay que tener cuidado al establecer un principio bíblico utilizando solo un texto, para justificar un acto propio!
Tanto Esdras como Nehemías actuaron en conformidad a su fe y su temperamento. Por pedir escoltas persas para su viaje a Jerusalén, Nehemías no estaba dudando del cuidado de Dios. Era una forma en su manera de proceder más pragmática, donde reconocía los peligros y creía que Dios le acompañaría al usar el sentido común y llevar consigo soldados para su protección. De igual manera reacciona violentamente con dolor ante el pecado, arrancando los pelos de los transgresores. ¿se puede justificar una actitud así? ¿Procederemos en este tiempo de igual manera?. Aquí tenemos que aplicar el sentido común a las circunstancias. En aquella época, se justifica en las escrituras tal actitud (aún cuando no todos actuaran igual) arrancar la barba, es una forma de castigar (Isaías 50:6)
Esdras, llevando más dinero (22.230 kg de plata y 3.420 kg de oro entre otros tesoros) que Nehemías y también pueblo, no pide ayuda al rey y viaja sin escolta 1500 kilómetros en viaje peligroso de cuatro meses. Su razón es que Dios le cuidará, porque el pueblo se había consagrado (ayunado días antes) y entregado por completo a Su providencia. Su sentido común lo aplica a una entrega espiritual, donde el pecado es confesado y eso le da a Esdras la seguridad plena de la protección divina ante cualquier desafío. Su dolor por el pecado lo agobia y le lleva a él mismo a afligirse arrancándose los pelos de su cabeza y barba (no aparece otro ejemplo en la Biblia).
¿Qué hacer y no hacer? ¡Aquí, dos personas consagradas a Dios!, donde sus sentidos comunes santificados le llevaron a proceder diferentemente antes dos problemas iguales. Ningún caso contradice el principio bíblico, ambos lo aplican. ¡Hoy, aplique el sentido común en sus luchas diarias, pero, hágalo a la luz de las escrituras!
jueves, 15 de mayo de 2008
¿Es correcta la expresión, “debemos hacer la obra del Señor para así apresurar su venida”?

La Biblia enseña que el verdadero dueño, administrador y distribuidor del tiempo no es el ser humano (aunque por supuesto, tenemos responsabilidad en el uso del tiempo), sino Dios (Génesis 21:2). El sabio Salomón dijo “todo tiene su tiempo debajo del sol” (tiempo permitido por Dios) (Eclesiastés 3:1). En Gálatas 4:4 se dice “Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo . . .” Cristo, en una alocución de su venida, en unas tres veces mencionó que “el día ni la hora lo saben ni aún los ángeles del cielo, sino solo su Padre” (en una de ellas, especialmente en Marcos 13: 32 agregó, “ni el hijo”, (una forma para resaltar la humanidad de Cristo que es limitada en el conocimiento, demostrando su igualdad al hombre en el uso de las capacidades)).
La palabra “apresurar” es encontrada en más de 80 ocasiones en la Escrituras. Los términos originales que corresponden son “mahar” (hebreo) y “speudo” (griego). Ambos denotan “prisa”, “habilidad”, “celo”, “prontitud”, “dedicación”, “esfuerzo”, etc. En la cultura helénica, tenía una forma transitiva, “tener prisa para algo que viene adelante. Filón, renombrado filósofo judío, interpretaba el término como “algo que moralmente debe hacerse con prontitud”, era “dar un empujón ético”. Josefo, historiador judío veía más en el vocablo a parte de la “prisa”, la piedad y el gusto por hacer algo. Teólogos de la iglesia en el segundo siglo d. C veían también este término como “un sentido de preocupación sobre el conocimiento o conducta del derecho ( Hermas Visiones 3.1.2 o Ignatius Polycarp 3.2). Kittel, Gerhard,; Friedrich, Gerhard,; Bromiley, Geoffrey William,: El Diccionario teológico del Nuevo Testamento. Los granes Rápidos, Mich. : W.B. Eerdmans, 1995, el c1985, S. 1069
Elena White, que escribió muchas citas al respecto, realzó esta idea, he aquí algunas de sus declaraciones.
Por mucho tiempo hemos estado mirando y esperando la venida del Señor; pero, ¿estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para apresurar su regreso? Review and Herald, 16 de mayo de 1893. 179
“Jesús dijo, sin embargo, que antes de aquella venida "será predicado este Evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones". Su reino no vendrá hasta que las buenas nuevas de su gracia se hayan proclamado a toda la tierra. De ahí que, al entregarnos a Dios y ganar a otras almas para él, apresuramos la venida de su reino. Pero antes de esa venida Jesús dijo que "será predicado este Evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones". Su reino no vendrá hasta que las buenas nuevas de su gracia hayan sido llevadas a toda la tierra” (Review and Herald, 14 de noviembre, 1912)
"Largo tiempo ha esperado Dios que el espíritu de servicio se posesionara de la iglesia entera, de suerte que cada miembro trabajase por él según su capacidad. Cuando los miembros de la iglesia efectúen su labor señalada en los campos menesterosos de su país y del extranjero, en cumplimiento de la comisión evangélica, pronto será amonestado el mundo entero, y el Señor Jesús volverá a la tierra con poder y grande gloria. 'Y será predicado este Evangelio del reino en todo el mundo, por testimonio a todos los gentiles; y entonces vendrá el fin' (Mat. 24: 14)."-Hechos de los Apóstoles, p. 81
“Dios "ha establecido un día en el cual juzgará al mundo" (Hech. 17: 31). Cristo nos dice cuándo ha de iniciarse ese día. No afirma que todo el mundo se convertirá, sino que "será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin". Mediante la proclamación del Evangelio al mundo, está a nuestro alcance apresurar la venida de nuestro Señor. No sólo hemos de esperar la venida del día de Dios, sino apresurarla. (2 Ped. 3: 12. ) Si la iglesia de Cristo hubiese hecho su obra como el Señor le ordenaba, todo el mundo habría sido ya amonestado, y el Señor Jesús habría venido a nuestra tierra con poder y grande gloria”. Deseado de Todas las Gentes 587,588
“Mediante la proclamación del Evangelio al mundo, está a nuestro alcance apresurar la venida de nuestro Señor” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 572, Año 1898).
“Es privilegio de todo cristiano, no solamente esperar, sino apresurar la venida de nuestro Señor Jesucristo. Si todos los que profesan su nombre estuvieran llevando frutos para su gloria, cuán rápidamente todo el mundo sería sembrado con la simiente del Evangelio. Pronto la última cosecha sería levantada, y Cristo vendría para reunir el precioso grano” (Testimonies, tomo 8, págs. 22, 23. Año 1904).
[La venida del Señor] no demorará más que el tiempo que tome la tarea de presentar el mensaje a toda nación, lengua y pueblo. (Review and Herald, 18 de junio, 1901).
“Los que piensan en el resultado de apresurar o impedir la proclamación del Evangelio, lo hacen con relación a sí mismos y al mundo; pocos lo hacen con relación a Dios”. LA EDUCACION 263
“Tenemos sólo un breve tiempo para apresurar la guerra; entonces vendrá Cristo, y esta escena de rebelión terminará. Entonces ya habremos realizado Vuestros últimos esfuerzos para trabajar junto con Cristo en el avance de su reino”. (Review and Herald 25 de octubre de 1881.)
CITA DEL COMENTARIO BIBLICO ADVENTISTA, T. 4, p, 645, 646
Es verdad que Cristo no ha venido tan pronto como, al principio, lo esperó su pueblo remanente, basándose en la profecía cumplida. Repetidas veces se ha afirmado que Cristo podría haber venido antes (DTG 587-588; CS 511; 3JT 72; 8T 115-116; 3JT 297). La razón de la demora se explica en las siguientes palabras: "La larga noche de tinieblas es penosa, pero la mañana es postergada por misericordia, porque si el Señor viniera, muchos serían hallados desapercibidos. El deseo de Dios de que su pueblo no perezca ha sido la razón de tan larga demora" (Ev 503). Esto armoniza con lo que el apóstol afirma en 2 Ped. 3: 9. El mismo autor añade que es deber del cristiano apresurar la venida de Jesús (vers. 12). El comentario inspirado respecto de este asunto dice así: "Es privilegio de todo cristiano no sólo esperar sino apresurar la venida de nuestro Señor Jesucristo" (3JT 212).
Algún día llegará el momento cuando el tiempo ya no se prolongará más. "[La venida del Señor] no demorará más que el tiempo que tome la tarea de presentar el mensaje a toda nación, lengua y pueblo" (Ev 505). Cuando Dios crea que ha llegado el momento apropiado, hará que sucedan acontecimientos que precipitarán el fin "más pronto de lo que los hombres esperan" (CS 689).
Sin embargo, no puede saberse el tiempo preciso de su venida. Tampoco deberían los hombres conjeturar en cuanto al momento exacto en que ocurrirá. Las siguientes palabras representan un excelente consejo: "No podréis decir que habrá de venir dentro de un año, o de dos, o de cinco; tampoco habréis de postergar su venida afirmando que posiblemente transcurran aún diez o veinte años. El pueblo de Dios tiene el deber de que sus lámparas estén preparadas y ardiendo, de ser como quienes aguardan al novio cuando éste vuelva de las bodas" (EGW RH 22-3-1892).
Como conclusión final, podemos concretar que todo el argumento bíblico expuesto más las citas de Elena White, hace evidente que la pregunta inicial ¿Es correcta la expresión, “debemos hacer la obra del Señor para así apresurar su venida”? se pueda contestar como “SI”, lo único que quedará será agregar; “Hermano/a”, ¿Puede explicar Usted que quiere decir, cuando dice tal afirmación?, depende de la respuesta, se podrá asentir o decir, “¿Le parece escuchar una segunda opinión?.
miércoles, 14 de mayo de 2008
¡RESULTADO DE LA ENCUESTA!
martes, 13 de mayo de 2008
ACLARACIONES A LAS CITAS DE ELLEN G. WHITE.

B. Afirmó que el profeta Enoc habitó en Júpiter o Saturno, junto con otros seres (Early Writings, pp. 39, 40).
EGW relata lo que a ella se le mostró en visión simplemente. En relación a la mención de un planeta con siete lunas, por parte de EGW, Júpiter tiene 60 satélites o lunas, y Saturno posee 31 hasta donde se conoce (Los astrónomos han descubierto recientemente otras lunas en nuestro Sistema Solar. Scott Sheppard y David Jewitt, de la Universidad de Hawaii, y Jan Kleyna de la Universidad de Cambridge anunciaron el descubrimiento de ocho nuevas lunas en Júpiter y Saturno. Hasta la fecha, Júpiter tiene 60 lunas, y Saturno 31 lunas. Las nuevas lunas fueron descubiertas usando telescopios en la cima del volcán Mauna Kea en Hawaii). Por lo tanto si el autor esta relacionando este mundo de siete lunas con cualquiera de los dos planetas mencionado, esta equivocado. Además, Enoc no moraba allí, sino, como el mismo lo dice “…Le pregunté si aquel era el lugar adonde lo habían transportado…desde la tierra. Él me respondió: “No es éste: Mi morada es la ciudad, y he venido a visitar este sitio”. Andaba por allí como si estuviese en su casa (Primeros Escritos, p. 40).
La base bíblica de la traslación de Enoc es innegable (Génesis 5:24). La Biblia sostiene que Enoc no vio la muerte pues Dios le llevó. Esto no limita en donde tenga que estar “confinado”, sino que también podrí hacerse presente en otros lugares tal como lo hizo Elías y Moisés en la transfiguración, trasladándose del cielo hacia la tierra. Queda abierta la posibilidad de que Enoc conociera otros mundos como lo plantea la cita.
lunes, 12 de mayo de 2008
Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan. Salmo 37:25

Estas son de las cosas tan terribles que suceden en nuestro mundo, y que llegan a partir el corazón, aún cuando el tiempo y el espacio se hayan interpuesto. Cuando David escribió el Salmo 37, muchos niños también morían de hambre como mueren hoy, otros eran sacrificados por fuego a diferentes divinidades, que exigían su sangre. En los sitios a las ciudades, muchas veces por falta de alimento, las personas se comian unas a otras y especialmente a los más pequeños, como se puede corroborar en la misma Escritura en 2ª Reyes 7:28 y 29.
En este Salmo Acróstico que tiene un fin didáctico, David plantea un tema que, desde que existe el pecado, no ha tenido una total y satisfactoria respuesta a los ¡tantos “¿Por qué? de la humanidad”!. ¿Por qué existe el sufrimiento?, ¿Los justos, no deben pasar también sufrimiento?, ¿El hambre debería cobrar víctimas entre los justos?, y muchas más.
Para comprender el texto, es imprescindible el aporte de la poesía hebrea, que es la forma literaria en que están compuestos la mayoría de los salmos. la forma más común en la que se da ésta es través del paralelismo, recurso en ella más notable, pero que viene en tres maneras diferentes. El paralelismo de sinonimia (expresa dos veces las misma idea con palabras diferentes); el paralelismo antitético o contrastado (se contrastan dos ideas o dos imágenes poéticas) y el paralelismo sintético (la 2º línea o hemistiquio termina de completar la idea planteada en el 1º hemistiquio). Aquí el texto 25 se clasifica como de paralelismo sintético, el hemistiquio 2º “Ni su descendencia que mendigue pan” completa y refuerza una nueva idea anunciada parcialmente en el 1º hemistiquio “Y no he visto justo desamparado”.
Siguiendo el esquema literario (que es decisivo para el análisis e interpretación del tema teológico) la idea clave es que, los justos tendrán asistencia en los momentos de necesidad, ésta asistencia más allá de los atributos “materialista y alimenticio del pan” no es una preservación y disfrute de los bienes “mundanos”, pues la lealtad a Dios no condiciona la permanente prosperidad, pues el creyente llega a contemplar y desear más los beneficios eternos que traspasan los límites terrenales. Aunque lleguen a gozar de privaciones, Dios nunca los abandonará.
El termino “desamparado” es un participio verbal en la voz pasiva y simple de niphal, aquí muestra una acción continuada, que ha visto los efectos de los cuidados de Dios en el pasado en el pasado, pero que por la fe también se proyectarán en el futuro en las nuevas generaciones. El justo sabe que su caso esta en “buenas manos”, por eso espera confiado la retribución presente y final. En un agudo constraste con “mendigue” pan, que es un participio con la voz activa e intensa y causativa de “piel”, el justo sabe que Dios provee según su real necesidad, por eso aquí el tema que da seguridad al cree en Dios no es si tendrá pan o no, él sabe que ese tema esta garantizado por Dios. La intensidad del pasaje en su parte final “ni su descendencia que mendigue pan” dejan claramente que el hijo de Dios tendrá su pan físico y “espiritual”, ninguno de ellos faltarán a su mesa, es la tendencia “causativa” de ser justo.
domingo, 11 de mayo de 2008
Las imágenes, ¿Es correcto tenerlas, venerarlas o adorarlas? Parte IV

De pocas evidencias al principio de su uso, ahora, cada vez son más numerosas. Muchos historiadores ven en la cruz, el primer símbolo de “adoración de imágenes”. Aurelius Prudentius Clemens, gran profesor de retórica y considerado uno de los más grandes poetas de la antigüedad, que abrazó el cristianismo en sus últimos años de vida, hacía referencia a la cruz que los emperadores llevan sobre la corona (Apotheosis 448); y Teodoreto de Ciro, teólogo antioqueno habla de la veneración del signo, no de la reliquia de la cruz (Graec. Af. Curatio IV). Pero todos los testimonios de imágenes pintadas, de este tiempo, se refieren más al uso que al culto.
Irene y su hijo Constantino IV, firmaron las actas del concilio, en las que figura el siguiente decreto dogmático que había sido aprobado en la sesión VI (13.10.787): "Siguiendo el camino real, fieles al magisterio divinamente inspirado de nuestros Santos Padres y a la tradición de la Iglesia católica, pues la reconocemos ser del Espíritu Santo que habita en ella, definimos con todo esmero y diligencia que, como la de la preciosa y edificante Cruz, así también hay que exhibir las venerables y santas imágenes, tanto las de colores como las de mosaicos o de otras materias convenientes, en las santas iglesias de Dios, en los vasos y vestidos sagrados y en los muros y tablas, en las casas y en los caminos; a saber, tanto la imagen de Nuestro Señor Dios y Salvador Jesucristo, como la de nuestra Inmaculada Señora, la Santa Madre de Dios, y las de los honorables ángeles y de todos los santos y piadosos varones.
Porque cuanto más se las contempla en una reproducción figurada, tanto más los que las miran se sienten estimulados al recuerdo y afición de los representados, a besarlas y a rendirles el homenaje de la veneración (Proskinesis timetiké), aunque sin testificarle adoración (latría), la cual compete sólo a la naturaleza divina: de manera que a ellas (las imágenes) como a la figura de la preciosa y vivificante Cruz, a los santos evangelios y a las demás ofrendas sagradas, les corresponde el honor del incienso y de las luces, según la piadosa costumbre de los mayores, ya que el honor tributado a la imagen se refiere al representado en ella, y quien venera una imagen venera en ella a la persona representada" (Denzinger 600-601).
Este concilio restauró el uso de las imágenes en las iglesias, pero si aclaró que las mismas no eran dignas de adoración que solo es debida a Dios (gr. latría), sino de una adoración inferior o veneración (gr. dulía). Aparentemente el éxito de este concilio restableció las relaciones con la iglesia en occidente.
Después de la victoria del culto a las imágenes, un sínodo de Constantinopla (860) sentenció en el siguiente decreto: "Lo que el Evangelio nos dice con palabras, el icono lo hace con colores y lo hace presente". Podemos decir que el Concilio Niceno II (787) acalló definitivamente todas las voces contrarias al culto de las imágenes; pero no logró acabar con las de otros movimientos, por ejemplo los paulicianos, los cuales encontrarán bastantes adeptos en la Edad Media, tales como Pedro y Enrique de Bruys, y posteriormente Wyclif, Juan Hus y los reformadores protestantes, en general, y muy especialmente Calvino. Nuevamente la iglesia se pronunció contra todos ellos en el Concilio de Trento (1545-1563) donde proclama de nuevo la legitimidad del culto a las imágenes.
Estos objetos y cuadros, se mueven en unos como obras admiradas por su antigüedad y trabajo artístico, y en otros, como “oración de fe”, el daño nocivo y letal se produce cualesquiera sea la motivación para tenerla, venerarla o adorarla. Por lo que las palabras de Erasmo de Rotterdam finiquitan con claridad el daño “Nadie que se postre delante una imagen o la mire intencionalmente puede estar libre de una especie de superstición; y no solo de esto, sino con que solamente ore ante una imagen”. En mi opinión supeditada a la Escritura, después de revisar un poco la historia y reconociendo que este trabajo es solo un extracto de esta lucha iconoclasta, puedo decir con toda autoridad que “las imágenes no son para los creyentes una ayuda y no deberían ser tenidas, veneradas y adoradas, el creyente se relaciona con Dios por la fe, ¡yo no necesito ver para creer, sino creer para ver!”. ¡El último Concilio Teológico dará fe de ello!
viernes, 9 de mayo de 2008
Las imágenes, ¿Es correcto tenerlas, venerarlas o adorarlas? Parte III


(Este tema es un gran paréntesis, que será útil para entender lo propuesto anteriormente)
El arte es maravilloso, Pero, ¿Qué pasa cuándo entra al territorio de lo sagrado? ¿Tiene que comportarse de igual manera? ¿Podrá diferenciar lo sagrado de lo común; aún cuando lo común el arte lo presente como sagrado? ¿Es necesario que una pintura o escultura, para que sirva con un “propósito sagrado”, deba mantener su naturaleza libre e indomable?. Si se va a aplicar el arte como expresión sagrada de adoración, ¿No fuera correcto entonces su uso en las iglesias?, ¿Cuál es la diferencia entre un cuadro de Cristo colgado en la casa y uno en la iglesia?, ¿Puede “clasificarse” el cuadro de la casa como “puro” y el de la iglesia como “espurio”?.
Estos dos alegatos a favor de la “despenalización idolátrica” que supuestamente la Biblia esta favoreciendo, realmente no tienen ningún sustento teológico, ya que lo que realmente esta presente en casi todos los libros de las Escrituras es el tema de la prohibición de imágenes, y no el tema a favor de la adoración de imágenes, y segundo, en ambos “supuestos argumentos”, el texto no determina un “vamos” a la adoración de imágenes, sino todo lo contrario.
Años más tarde cuando el pueblo de Judá servía a la idolatría, Dios levantó a Ezequías quien además de quitar los lugares altos, quebrar las imágenes, y cortar los símbolos de Asera, también hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés y que el pueblo le quemaba incienso. Si esa serpiente hubiera sido apartada por Dios para que el pueblo siguiera recordando “la sanidad y salvación una vez por medio de ella ofrecida simbólicamente”, nunca lo habría permitido. Dios nunca puede ser representado, porque él no puede ser dominado por el espacio, materia ni tiempo, tratar de representarlo es intentar achicarlo.
19 porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.
20 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
22 Profesando ser sabios, se hicieron necios,
23 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
24 Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos,
25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
jueves, 8 de mayo de 2008
Las imágenes, ¿Es correcto tenerlas, venerarlas o adorarlas? Parte II


El mundo artístico donde la iglesia primitiva del primer siglo le toca surgir, daba suma importancia a la pintura, escultura y arquitectura (estas tres artes generalmente se estudiaban juntas y se las trataba como unidas e inseparables), éstas artes con una fuerte influencia griega, especialmente la pintura, estaba presente desde las casas hasta los palacios y edificios. Los romanos eran célebres en el uso de la pintura sobre tabla (también trabajaban el fresco), decorando en forma de mural muchos espacios de las casas con temas que van desde las “especialidades” que presta una prostituta hasta delicadas escenas de amorcillos, como se pueden ver en pinturas restauradas de ciertas casas de Pompeya, ciudad destruida por el volcán Vesubio en el año 79 d. C.
Las pinturas ya por los siglos III y IV obedecen también a este estilo clásico de plasmar la realidad de manera formal, con una pincelada bien estilista. En las catacumbas, hay testimonios de frescos que representan escenas bíblicas del Nuevo Testamento. En uno de ellos Jesús es representado como el buen pastor, que si bien es una excelente obra no puede esconder la sombra de la inspiración en la idea principal, que es el dios griego Hermes.
miércoles, 7 de mayo de 2008
Las imágenes, ¿Es correcto tenerlas, venerarlas o adorarlas? Parte I

“No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos” (Éxodo 20:4-6) texto clave del Antiguo Testamento.
“Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró. Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre”. (Hechos 10: 25,26)
“Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas.
Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios”. (Apocalipsis 22:8,9). Dos textos claves del Nuevo Testamento.
¿Sería lo citado suficiente, para reconocer la desaprobación bíblica del uso de las imágenes y su adoración? Démosle un vistazo a algunas declaraciones de personas destacadas en la conducción de la Iglesia en los primeros siglos de la era cristiana.
“Toda imagen o estatua debe llamarse ídolo porque no es otra cosa que materia vil y profana; y por eso Dios, para quitar de raíz la idolatría, ha prohibido en su culto cualquier imagen o semejanza de las cosas que están en el cielo o en la tierra. Prohibiendo igualmente su fabricación; y es por eso” (Contra Celsum, v.4.MG 11). Clemente de Alejandría 200 d.C.
“¿Para qué postrarse delante de las imágenes? Eleva tus ojos al cielo y tu corazón; allí es donde debes buscar a Dios”(Ad Demetr..pág.191). San Cipriano
“Que no sea nuestra religión el culto de las obras hechas por mano de hombre…Que no sea nuestra religión el culto de los animales. Pues son mejores que ellos los más ínfimos hombres, a quienes, sin embargo, no debemos rendir culto. Que no sea nuestra religión el culto de los difuntos, porque si vivían una vida santa, es imposible creer que desean tales honores, antes desean que demos nuestro culto a Aquél por quien debemos ser participantes con ellos de la salvación. Por lo tanto, tenemos que rendirles honor imitándoles, y no rindiéndoles culto religioso” (De vera Rel., LV, 108; ML 34, 169). San Agustín 389 d.C.
“La única imagen que nosotros debemos hacernos de Cristo es tener siempre presente su humildad, sus paciencia, su bondad, y esforzarnos para que nuestra vida en todo se parezca a la suya. Aquellos que andan en busca de Jesús y de sus apóstoles pintados en las paredes, lejos de conformarse a la Escritura, caen en el error” (De consens. Evang., lib. 1, cap. 10). San Agustín 389 d.C.
Las declaraciones mencionadas, establecen claramente como se percibía la adoración de las imágenes. Esta concepción no es muy grata; en realidad, era algo repugnante que daba ocasión a una severa condenación ya que estaba peligrando la base teológica de la adoración a Dios y la salvación. Las frases expuestas dan a entender que el culto pagano, plagado de imágenes, estaba presente o se estaba introduciendo en la vida y liturgia de la iglesia y fieles.
En este contexto es muy necesario ver, lo que el arte en su aplicación de exteriorizar sus “sentimientos” a través de las formas, colores y sonidos, asienta importantes precedentes que ayudarán para la implementación de esta falsa adoración (adoración de imágenes). Gregorio el Grande (540-604), obispo de Roma en dos cartas a Sereno, obispo de Marsella escribe
“Recibimos las nuevas de que tú, hermano mío, viendo a algunos individuos adorando las imágenes las hicisteis pedazos y las arrojaste. Te alabamos por haber hecho sido celoso de que ninguna cosa hecha por los hombres sea adorada; sin embargo, nuestra opinión es que no debías haber tratado a las imágenes con violencia. Porque las pinturas se ponen en las iglesias para que los ignorantes lean en las paredes lo que no saben leer en los libros. De modo que, hermano mío, debías haberla conservado, prohibiendo a la vez que el pueblo las adore” (Epíst. VII. 3).
“Al prohibir la referida adoración, mereciste nuestra aprobación. Sin embargo, te reprobamos el haberlas destruido… Una cosa es adorar una pintura, y otra aprender lo que ella enseña tocante al que debe ser adorado. De modo que si alguna persona quiere hacer imágenes. No debéis impedírselo; pero sí, de todas maneras, debéis prohibir el culto a las imágenes… y enseñar al pueblo que se postre solo en honor del Todopoderoso y de la Santísima Trinidad” (Epíst. IX. IV. 9)
lunes, 5 de mayo de 2008
¿ Son las riquezas un símbolo de bendición ?


domingo, 4 de mayo de 2008
ACLARACIONES A LAS CITAS DE ELLEN G. WHITE.

A. Afirmó que algunas razas era frutos de la relaciones sexuales entre animales y hombres (Spiritual Gifts, vol. 3, p.64, 75; The Visions of Mrs. E.G.White, p. 103)
“Pero si hubo un pecado, más que otro, que hizo necesaria la destrucción de la raza humana por medio del diluvio, fue el vil crimen de la amalgamación del hombre y la bestia, lo cual deformó la imagen de Dios y causó la confusión en todas sus partes. Dios decidió destruir esa raza poderosa y longeva que había corrompido sus caminos delante de él…” (Spiritul Gifts, t.3, p. 64).
“Todas las especies de animales que Dios había creado fueron preservadas en el arca. Las especies mezcladas que Dios no creo, y que fueron el resultado de la amalgamación, fueron destruidas por el diluvio. Desde el diluvio ha habido amalgamación de hombres y bestias, como puede verse en las innumerables especies de animales y en ciertas razas de hombre” (Spiritual Gifts, t.3, p. 75). (los énfasis son nuestros).
Al revisar con detención las citas, sobre todo en los énfasis que hemos colocado, la palabra “entre” no aparece. Simplemente se habla de una especie de manipulación a nivel genético, humano y de bestias por separado, cada uno según su especie. Complementando la dos citas, se ve que EGW se estaba refiriendo solo a animales y solo a humanos, y no a una “súper raza” producto de una mezcla de seres humanos con animales.
En otras ocasiones, EGW utiliza la palabra “amalgamación” para referirse en forma metafórica a la actividad perniciosa de Satanás en la creación divina. Ella describe como cada especie, de plantas o de animales, fueron corrompidos por medio de la amalgamación con elementos corrompidos de su misma especie. También la utiliza para referirse al carácter del cristiano, expuesto a los elementos perniciosos del mundo (Ver Review and Herald, 32/8/1892).
“Los estudios genéticos dan informes de mezclas de poblaciones, por ejemplo, los negros americanos tienen como medida, 1/3 de antepasados blancos. La población puertorriqueña, por el contrario, no es explicable como mezcla de negros y blancos, lo que sugiere una fuerte influencia de los primitivos habitantes de la isla.
La diferencia genética entre distintas poblaciones, aunque pequeñas, iluminan con datos objetivos las antiguas relaciones entre ellas. Así se han podido establecer parentescos probables entre distintos pueblos. Las distintas regiones de España presentan poblaciones extraordinariamente parecidas entre sí, y muy parecidas a otras poblaciones de la Europa occidental, pero significativamente distintas de las norte-africanas y árabes (Nuestros Genes, p. 45).
jueves, 1 de mayo de 2008
¿MITO O VERDAD?, ¡MANIPULACION GENETICA, ¿UNA REALIDAD SOLO DEL PRESENTE? ! ¡ELENA WHITE EN POLÉMICOS COMENTARIOS SOBRE LA CIENCIA!




