viernes, 23 de mayo de 2008

Resultado de la Encuesta "cristianos vs manifestaciones sociales"

¿Deben los cristianos participar de marchas, tomas, paros o alguna manifestación social en contra de las autoridades gubernamentales? si - 5 (38%) no -7 (53%) no estoy seguro - 1 (7%) me da lo mismo - 0 (0%) Creo que sinceramente este es un tema para dialogar. En el Antiguo Testamento se encuentra una "política", que no esta en el Nuevo Testamento. Las guerras, conflictos sociales, que el pueblo de Dios vivió en su etapa inicial (patriarcas, Jueces, Reyes), no son ya paralelos con las "más actualizadas enseñanzas de Jesús". Algunos ven en Jesús al mayor de los sindicalistas reclamando por los derechos sociales, Permitáseme preguntar ¿En que paro, toma, marcha, revuelta participó Jesús? ¿Podría alguien justificar la pregunta? No creo que los cristianos tienen que callarse y "aguantar" siempre, y dejar que otros pisoteen constantemente sus derechos. Cuando se cometen injusticas, en una forma y contexto adecuado, la voz debe elevarse y tener una actitud digna porque se defiendo lo que es correcto delante de los hombres y de Dios, sabiendo también, que el Señor dice "tú pleito yo le pleitaré" Sin embargo, personalmente creo no se debería inmiscuirse en las luchas ya mencionadas, porque son una ola de violencia y desmanes, que no encajan con el estilo de vida cristiana (aún cuando éstas sean pacíficas). "Poner la otra mitad", "cargar el bulto las dos millas" enseña la actitud pacífica, humilde y de perdón que corresponde con un seguidor de Cristo. "Tomar el látigo y volcar las mesas", significa "llamar el pecado por su nombre".

miércoles, 21 de mayo de 2008

¡Sansón y el Espíritu Santo!, ¡El primero en sociedad con el segundo, es realmente invencible!


¡Creo que lo que "aparece al lado" es lo más cerca para enseñar a los "niños" como pudo haber sido Sansón!. Cuando éste se asociaba con el Espíritu Santo, ¡era pura dinamita!.
De los 13 jueces que gobernaron a Israel durante un período de 300 años aproximadamente (1375-1050 a. C), es Sansón el que con más frecuencia aparece en relación con el Espíritu Santo, pues acapara 4 veces de 7 en total que se encuentra la persona del Espíritu Santo en el libro de Jueces.

martes, 20 de mayo de 2008

La Nueva Era, ¡peligrosa y sutil arma que gana terreno dentro del cristianismo!


los propósitos del movimiento "Nueva Era" deben alcanzarse en la llamada "Era de Acuario", cuyo advenimiento sus seguidores pretender introducir, buscando un "inicio colectivo" el 31 de diciembre de 1896.
El termino "Era de Acuario" procede de la astrología. el mero desplazamiento astronómico del equinoccio vernal (punto de primavera del sol), que cada 2000 años aproximadamente se traslada de una constelación a otra en el Zodiaco, es interpretado supersticiosamente por la astrología como algo decisivo para el destino de la tierra.
Cuando terminó el siglo XX, el punto vernal del sol pasó de la constelación de Piscis (los peces) a la de Acuario (Acarreador de aguas). algunos creen que esta transición ya se produjo en 1962. el pez, símbolo de la fe en Cristo, solía usarse por los cristianos primitivos como señal para identificarse. por eso, los seguidores de la Nueva Era afirman que el abandono de la constelación del pez significa el término de la Era de Cristo.
Según la doctrina de la Nueva Era, Acuario verterá agua sobre el mundo como símbolo de la llegada de un nuevo espíritu. con ayuda de la meditación, el yoga, "psicotecnicas", etc. este espíritu guiará a los hombres de la Nueva Era a una expansión de la conciencia, y esa anhelada "iluminación" les permitirá llevar una vida "sin dificultades ni problemas".

La Nueva Era, ¡peligrosa y sutil arma que gana terreno dentro del cristianismo!

"Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo" (Colosenses 2:8).
I. Definición de Nueva Era: Último sincretismo religioso que absorbe y trata de reconciliar un amplio espectro de creencias, prácticas, teorías y supersticiones y que tiene casi tantas caras como adherentes.
Busca a través de la sociedad “sociedad Teosófica”
a)organizar la hermandad universal en núcleos, sin distinción de raza, credo, castas, sexo o color.
b) Fomentar el estudio de religiones comparadas, filosofía y ciencia
c) Investigar las leyes inexplicables de la naturaleza y los poderos del hombre.
II. Elementos principales de la Nueva Era (N.E siglas) Panteísmo Materialismo Misticismo Ocultismo Diversas formas de cultos orientales
III. Formas de propagación de la N.E A. Medios de comunicación: disemina como pólvora la hechicería, el ocultismo, principios, dogmas, misticismo, la reencarnación, el yoga, etc. B. Canalización: se ve así mismo como un ser “divino”, pero que se ha escogido existir como “humano”. En la vida presente no hay víctimas, solo oportunidades, la mente es controlada por los poderes de la mente universal. C. Música: el estilo, la armonía, la melodía y el ritmo no son reconocibles. Tiene el propósito de relajar y alienar el cuerpo la mente y el espíritu. Se busca la liberación de la mente mediante los “mantra” que son sonidos, palabras o frases que al ser emitidos repetidamente tienen el poder de alterar el estado de la conciencia D. Filosofía panteísta de la educación: explican que la palabra “educación” viene del latín “educare” que significa “guiar hacia afuera desde adentro”, que se trasluce,” ver en el alma y espíritu las cualidades superiores y divinas, hasta que la potencia divina sea uno con Dios”. E. Salud: dieta vegetariana, holística, del griego “holos” (todo), el cuerpo, la mente y el espíritu forman un todo, y para que funcione coordinadamente tiene que estar en sintonía con la energía del universo F. Medicina alternativa: el ser humano posee un cuerpo energético y la solución a cualquier problema físico esta en relación directa a la creencia de que Dios es una energía de la cual el hombre es parte integral. G. Medicina oriental: enseña que el cuerpo energético deberá estar en armonía con la Energía universal que es la fuerza de la deidad. En el mundo occidental la palabra para definir esta energía universal es bioenergía”. El dolor se ve no como algo sintomático, sino como una acumulación de energía en alguna parte del cuerpo; la cual bien distribuida devuelve la salud total al cuerpo.
Los puntos energéticos se lo denominan Chacras”, se dice que el cuerpo tiene 88 000 (puntos energéticos) y solo 7 son de suma importancia. Entonces se debe entender lo siguiente. i) Los Chacras están alienados con la espina dorsal, y en conexión con las ii)glándulas endocrinas y a su vez en relación con los planetas para así esbozar un sistema “cosmobiológicoiii) De esta manera se cree que el cuerpo humano resulta ser la síntesis biológica de la inteligencia universal, a saber, de Dios. iv) Si la persona presenta alguna dolencia, debe tratar directamente el chacra respectivo a fin de energizarlo debidamente. v) Para lograr la sintonía perfecta del cuerpo con la energía divino-cosmica, se debe recurrir a técnicas y ejercicios yoga, acupuntura, repeticiones de mantra, terapia de colores, etc.
H. Medicina chamanista: se denomina en la disciplina antropológica al hombre proveniente de ciertas etnias aborígenes que tenían la habilidad de hacer curaciones o guiar las almas de los difuntos hacia su hogar en la otra vida (el Chamán era el mediador entre el pueblo y el mundo de los espíritus). A Jesús lo ven como un Chaman, un mediador entre el individuo y la realidad del bien como del mal, sanador de las enfermedades de la mente y el cuerpo. "Oh Timoteo, guarda los que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia" (1 Timoteo 6:20).

lunes, 19 de mayo de 2008

¡Esdras y Nehemías!, dos ejemplos de sentido común aplicados a la luz de las Escrituras



¡Miremos que distintas maneras de proceder ante dos casos iguales! ¡hay que tener cuidado al establecer un principio bíblico utilizando solo un texto, para justificar un acto propio!

Tanto Esdras como Nehemías actuaron en conformidad a su fe y su temperamento. Por pedir escoltas persas para su viaje a Jerusalén, Nehemías no estaba dudando del cuidado de Dios. Era una forma en su manera de proceder más pragmática, donde reconocía los peligros y creía que Dios le acompañaría al usar el sentido común y llevar consigo soldados para su protección. De igual manera reacciona violentamente con dolor ante el pecado, arrancando los pelos de los transgresores. ¿se puede justificar una actitud así? ¿Procederemos en este tiempo de igual manera?. Aquí tenemos que aplicar el sentido común a las circunstancias. En aquella época, se justifica en las escrituras tal actitud (aún cuando no todos actuaran igual) arrancar la barba, es una forma de castigar (Isaías 50:6)

Esdras, llevando más dinero (22.230 kg de plata y 3.420 kg de oro entre otros tesoros) que Nehemías y también pueblo, no pide ayuda al rey y viaja sin escolta 1500 kilómetros en viaje peligroso de cuatro meses. Su razón es que Dios le cuidará, porque el pueblo se había consagrado (ayunado días antes) y entregado por completo a Su providencia. Su sentido común lo aplica a una entrega espiritual, donde el pecado es confesado y eso le da a Esdras la seguridad plena de la protección divina ante cualquier desafío. Su dolor por el pecado lo agobia y le lleva a él mismo a afligirse arrancándose los pelos de su cabeza y barba (no aparece otro ejemplo en la Biblia).

¿Qué hacer y no hacer? ¡Aquí, dos personas consagradas a Dios!, donde sus sentidos comunes santificados le llevaron a proceder diferentemente antes dos problemas iguales. Ningún caso contradice el principio bíblico, ambos lo aplican. ¡Hoy, aplique el sentido común en sus luchas diarias, pero, hágalo a la luz de las escrituras!

jueves, 15 de mayo de 2008

¿Es correcta la expresión, “debemos hacer la obra del Señor para así apresurar su venida”?


Esta es la típica frase pronunciada entre el pueblo que sigue a Cristo, dicha (en el cual me incluyo) consiente o inconscientemente en múltiples formas para “incentivar” en la iglesia la obra misionera, despertar del letargo espiritual y concientizar sobre la inminente venida de Cristo. ¿Es correcto pronunciarla, cuando en cualquiera de sus formas, se conversa, estudia o predica? ¿Tendrá en la Biblia sustento? ¿Elena White dirá algo al respecto?

Desde que era pequeño, en las iglesias donde me tocó participar (fueron muchas ya que mi padre es pastor y todavía es de los pastores que es bastante trasladado) escuchaba la manoseada y polémica frase. Más tarde estudiando teología, escuchaba entre los alumnos y profesores este debate, así que por mucho tiempo he querido analizar este “asunto” para tener por lo menos , una respuesta más satisfactoria en lo personal hablando y que sirva también para todos aquellos que hacen “clik” en este blog.

(Quisiera hacer este paréntesis. Los trabajos para este blog, por la configuración permitida y por ser un vehículo más ligero de información, me he permitido no ahondar en lo “tan minucioso”, pero si dejar por lo menos ideas generales de cada tema tratado, reconociendo que tú, amigo que me acompañas, en la lectura, puedas tener una comprensión mayor de lo expuesto, lo cual agradecería grandemente con vuestro comentario. Ahora te invito a que podamos tratar juntos esta frase, que cuyos ecos siguen retumbando en nuestras conciencias y en las paredes de las iglesias).


La Biblia enseña que el verdadero dueño, administrador y distribuidor del tiempo no es el ser humano (aunque por supuesto, tenemos responsabilidad en el uso del tiempo), sino Dios (Génesis 21:2). El sabio Salomón dijo “todo tiene su tiempo debajo del sol” (tiempo permitido por Dios) (Eclesiastés 3:1). En Gálatas 4:4 se dice “Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo . . .” Cristo, en una alocución de su venida, en unas tres veces mencionó que “el día ni la hora lo saben ni aún los ángeles del cielo, sino solo su Padre” (en una de ellas, especialmente en Marcos 13: 32 agregó, “ni el hijo”, (una forma para resaltar la humanidad de Cristo que es limitada en el conocimiento, demostrando su igualdad al hombre en el uso de las capacidades)).

Al no tener una fecha de venida, pero si acontecimientos que van marcando temporalmente su cercanía, ¿puede alguien entonces decir, que podemos “apresurar” la venida si hacemos la obra que nos corresponde hacer? Claramente son dos cosas muy diferentes, el poner fecha, a decir “se puede apresurar su venida”. Sin embargo, en ambas, solo Cristo es soberano y determinante. Sería importante, analizar la palabra “apresurar” en el contexto del Antiguo y Nuevo Testamento.

La palabra “apresurar” es encontrada en más de 80 ocasiones en la Escrituras. Los términos originales que corresponden son “mahar” (hebreo) y “speudo” (griego). Ambos denotan “prisa”, “habilidad”, “celo”, “prontitud”, “dedicación”, “esfuerzo”, etc. En la cultura helénica, tenía una forma transitiva, “tener prisa para algo que viene adelante. Filón, renombrado filósofo judío, interpretaba el término como “algo que moralmente debe hacerse con prontitud”, era “dar un empujón ético”. Josefo, historiador judío veía más en el vocablo a parte de la “prisa”, la piedad y el gusto por hacer algo. Teólogos de la iglesia en el segundo siglo d. C veían también este término como “un sentido de preocupación sobre el conocimiento o conducta del derecho ( Hermas Visiones 3.1.2 o Ignatius Polycarp 3.2). Kittel, Gerhard,; Friedrich, Gerhard,; Bromiley, Geoffrey William,: El Diccionario teológico del Nuevo Testamento. Los granes Rápidos, Mich. : W.B. Eerdmans, 1995, el c1985, S. 1069

De las más de 80 veces que aparece el término, en dos ocasiones tiene una relación muy cercana con el día del Señor. La primera en el libro de Sofonías, capitulo 1 y verso18 dice, “Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira de Jehová, pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente destrucción apresurada hará de todos los habitantes de la tierra.” Claramente en este texto, Sofonías hace referencia al castigo que viene sobre Judá tras la invasión babilónica. Pero aquí están mezcladas la profecía local con la escatológica, el presente que va a vivir el pueblo es, en la línea horizontal e histórica del tiempo, una sombra de lo que será el “Día grande de Jehová” (vers. 14), cuando los juicios de Dios caigan sobre el pueblo impenitente poco antes del segundo advenimiento de Cristo. Por lo visto, la expresión “apresurada” en este caso, no tiene nada que ver con la proclamación del mensaje, sino con la “destrucción que se avecina”.

El segundo ejemplo corresponde al libro de 2ª de Pedro, capítulo 3 y verso 11 y 12 “Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡como no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios…”. Indudablemente, este ejemplo es lo más cercano que podamos tener en referencia al tema propuesto. Aquí se ve un "deseo ferviente de que venga el día del Señor", es algo que se espera con ansía y prontitud, pero, ¿muestra que ese deseo ferviente de que venga el día, acelere dicho día?.

Analizar la gramática, nos puede otorgar un poco más de luz. El vocablo “apresurándoos” como ya vimos, viene del griego “speudo”, aquí aparece como participio, que toma del verbo el tiempo (presente) y la voz (activa), y del sustantivo el caso (acusativo) el género (masculino) y el número (plural). Están mezclados la acción y el nombre, la acción en este caso es continuada o durativa en relación al verbo principal de la oración “dei” (deba). El verbo es modificado por el participio, o sea, “el deber del cristiano es “esperar” y “acelerar” la venida de Cristo “andando en santa y piadosa manera de vivir” (vers. 11). Por eso, este participio tiene un sentido transitivo ya que permite vislumbrar el alcance del verbo “deba”. La mejor manera de apresurar, acelerar y procurar la venida de Cristo, ¡es viviendo! Que habla más alto que lo que se dice. Solo manifestando ésta vivencia santa, el creyente puede dedicar todas sus energías en proclamar el evangelio, y en su corazón acelerar la tan anhelada venida, porque ya se está viviendo en esa perspectiva espiritual. Por ningún motivo se está hablando de un concepto de “cantidad/tiempo”, sino de calidad/vivencia.

Elena White, que escribió muchas citas al respecto, realzó esta idea, he aquí algunas de sus declaraciones.

Por mucho tiempo hemos estado mirando y esperando la venida del Señor; pero, ¿estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para apresurar su regreso? Review and Herald, 16 de mayo de 1893. 179

Cristo nos dice cuándo será introducido el día de su reino. No nos dice que todo el mundo será convertido, sino que "será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin" (Mat. 24: 14).


"Al dar el Evangelio al mundo, tenemos la posibilidad de apresurar la venida del día de Dios. Si la iglesia de Cristo hubiera llevado a cabo la obra señalada tal como el Señor lo mandó, todo el mundo ya hubiera sido amonestado y el Señor Jesús hubiera venido a la tierra en poder y gran gloria”. Review and Herald 13-11-1913.


“Jesús dijo, sin embargo, que antes de aquella venida "será predicado este Evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones". Su reino no vendrá hasta que las buenas nuevas de su gracia se hayan proclamado a toda la tierra. De ahí que, al entregarnos a Dios y ganar a otras almas para él, apresuramos la venida de su reino. Pero antes de esa venida Jesús dijo que "será predicado este Evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones". Su reino no vendrá hasta que las buenas nuevas de su gracia hayan sido llevadas a toda la tierra” (Review and Herald, 14 de noviembre, 1912)


"Largo tiempo ha esperado Dios que el espíritu de servicio se posesionara de la iglesia entera, de suerte que cada miembro trabajase por él según su capacidad. Cuando los miembros de la iglesia efectúen su labor señalada en los campos menesterosos de su país y del extranjero, en cumplimiento de la comisión evangélica, pronto será amonestado el mundo entero, y el Señor Jesús volverá a la tierra con poder y grande gloria. 'Y será predicado este Evangelio del reino en todo el mundo, por testimonio a todos los gentiles; y entonces vendrá el fin' (Mat. 24: 14)."-Hechos de los Apóstoles, p. 81


“Dios "ha establecido un día en el cual juzgará al mundo" (Hech. 17: 31). Cristo nos dice cuándo ha de iniciarse ese día. No afirma que todo el mundo se convertirá, sino que "será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin". Mediante la proclamación del Evangelio al mundo, está a nuestro alcance apresurar la venida de nuestro Señor. No sólo hemos de esperar la venida del día de Dios, sino apresurarla. (2 Ped. 3: 12. ) Si la iglesia de Cristo hubiese hecho su obra como el Señor le ordenaba, todo el mundo habría sido ya amonestado, y el Señor Jesús habría venido a nuestra tierra con poder y grande gloria”. Deseado de Todas las Gentes 587,588


“Mediante la proclamación del Evangelio al mundo, está a nuestro alcance apresurar la venida de nuestro Señor” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 572, Año 1898).
“Es privilegio de todo cristiano, no solamente esperar, sino apresurar la venida de nuestro Señor Jesucristo. Si todos los que profesan su nombre estuvieran llevando frutos para su gloria, cuán rápidamente todo el mundo sería sembrado con la simiente del Evangelio. Pronto la última cosecha sería levantada, y Cristo vendría para reunir el precioso grano” (Testimonies, tomo 8, págs. 22, 23. Año 1904).


[La venida del Señor] no demorará más que el tiempo que tome la tarea de presentar el mensaje a toda nación, lengua y pueblo. (Review and Herald, 18 de junio, 1901).
“Los que piensan en el resultado de apresurar o impedir la proclamación del Evangelio, lo hacen con relación a sí mismos y al mundo; pocos lo hacen con relación a Dios”. LA EDUCACION 263


“Tenemos sólo un breve tiempo para apresurar la guerra; entonces vendrá Cristo, y esta escena de rebelión terminará. Entonces ya habremos realizado Vuestros últimos esfuerzos para trabajar junto con Cristo en el avance de su reino”. (Review and Herald 25 de octubre de 1881.)


CITA DEL COMENTARIO BIBLICO ADVENTISTA, T. 4, p, 645, 646


Es verdad que Cristo no ha venido tan pronto como, al principio, lo esperó su pueblo remanente, basándose en la profecía cumplida. Repetidas veces se ha afirmado que Cristo podría haber venido antes (DTG 587-588; CS 511; 3JT 72; 8T 115-116; 3JT 297). La razón de la demora se explica en las siguientes palabras: "La larga noche de tinieblas es penosa, pero la mañana es postergada por misericordia, porque si el Señor viniera, muchos serían hallados desapercibidos. El deseo de Dios de que su pueblo no perezca ha sido la razón de tan larga demora" (Ev 503). Esto armoniza con lo que el apóstol afirma en 2 Ped. 3: 9. El mismo autor añade que es deber del cristiano apresurar la venida de Jesús (vers. 12). El comentario inspirado respecto de este asunto dice así: "Es privilegio de todo cristiano no sólo esperar sino apresurar la venida de nuestro Señor Jesucristo" (3JT 212).


Algún día llegará el momento cuando el tiempo ya no se prolongará más. "[La venida del Señor] no demorará más que el tiempo que tome la tarea de presentar el mensaje a toda nación, lengua y pueblo" (Ev 505). Cuando Dios crea que ha llegado el momento apropiado, hará que sucedan acontecimientos que precipitarán el fin "más pronto de lo que los hombres esperan" (CS 689).


Sin embargo, no puede saberse el tiempo preciso de su venida. Tampoco deberían los hombres conjeturar en cuanto al momento exacto en que ocurrirá. Las siguientes palabras representan un excelente consejo: "No podréis decir que habrá de venir dentro de un año, o de dos, o de cinco; tampoco habréis de postergar su venida afirmando que posiblemente transcurran aún diez o veinte años. El pueblo de Dios tiene el deber de que sus lámparas estén preparadas y ardiendo, de ser como quienes aguardan al novio cuando éste vuelva de las bodas" (EGW RH 22-3-1892).


Como conclusión final, podemos concretar que todo el argumento bíblico expuesto más las citas de Elena White, hace evidente que la pregunta inicial ¿Es correcta la expresión, “debemos hacer la obra del Señor para así apresurar su venida”? se pueda contestar como “SI”, lo único que quedará será agregar; “Hermano/a”, ¿Puede explicar Usted que quiere decir, cuando dice tal afirmación?, depende de la respuesta, se podrá asentir o decir, “¿Le parece escuchar una segunda opinión?.

miércoles, 14 de mayo de 2008

¡RESULTADO DE LA ENCUESTA!

Este fue el resultado final en la encuesta Murciélago (1 voto) Teofanía (3 votos) Póstigo (o voto) Leona (1 voto) Mundano (1 voto) La palabra que no aparece en la Biblia es "Teofanía" Murciélago (aparece 3 veces, Levíticos 11:19; Deuteronomio 14:18; Isaías 2:20 ) Póstigo (aparece 1 vez, 2ª Reyes 11:6) leona (aparece 6 veces, Números 24:9; Job 4:11; Isaías 30:6; Ezequiel 19:2; Nahum 2:11, 2:12) Mundano (aparece 2 veces, Salmo 17:14; Tito 2:12)

martes, 13 de mayo de 2008

ACLARACIONES A LAS CITAS DE ELLEN G. WHITE.


Conceptos científicos supuestamente disparatados e incluso gravemente inmorales. (PARTE II)

B. Afirmó que el profeta Enoc habitó en Júpiter o Saturno, junto con otros seres (Early Writings, pp. 39, 40).

En esta cita, el planeta Jupiter o Saturno no a aparecen. Además, EGW no utiliza la palabra “Saturno” en ninguno de sus escritos. L utilización de “Jupiter” solo aparece en relación al Panteón griego, y en el contexto de las visitas de Pablo a estas regiones en donde se le confundió a él junto a Bernabé como dioses.

EGW relata lo que a ella se le mostró en visión simplemente. En relación a la mención de un planeta con siete lunas, por parte de EGW, Júpiter tiene 60 satélites o lunas, y Saturno posee 31 hasta donde se conoce (Los astrónomos han descubierto recientemente otras lunas en nuestro Sistema Solar. Scott Sheppard y David Jewitt, de la Universidad de Hawaii, y Jan Kleyna de la Universidad de Cambridge anunciaron el descubrimiento de ocho nuevas lunas en Júpiter y Saturno. Hasta la fecha, Júpiter tiene 60 lunas, y Saturno 31 lunas. Las nuevas lunas fueron descubiertas usando telescopios en la cima del volcán Mauna Kea en Hawaii). Por lo tanto si el autor esta relacionando este mundo de siete lunas con cualquiera de los dos planetas mencionado, esta equivocado. Además, Enoc no moraba allí, sino, como el mismo lo dice “…Le pregunté si aquel era el lugar adonde lo habían transportado…desde la tierra. Él me respondió: “No es éste: Mi morada es la ciudad, y he venido a visitar este sitio”. Andaba por allí como si estuviese en su casa (Primeros Escritos, p. 40).

La base bíblica de la traslación de Enoc es innegable (Génesis 5:24). La Biblia sostiene que Enoc no vio la muerte pues Dios le llevó. Esto no limita en donde tenga que estar “confinado”, sino que también podrí hacerse presente en otros lugares tal como lo hizo Elías y Moisés en la transfiguración, trasladándose del cielo hacia la tierra. Queda abierta la posibilidad de que Enoc conociera otros mundos como lo plantea la cita.

lunes, 12 de mayo de 2008

Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan. Salmo 37:25


En 1994, el genial fotógrafo documentalista sudanés Kevin Carter ganó el premio Pulitzer de fotoperiodismo con una fotografía tomada en la región de Ayod (una pequeña aldea en Sudan), que recorrió el mundo entero. En la imagen puede verse la figura esquelética de una pequeña niña, totalmente desnutrida, recostándose sobre la tierra, agotada por el hambre, y a punto de morir, mientras que en un segundo plano, la figura negra expectante de un buitre se encuentra acechando y esperando el momento preciso de la muerte de la niña.Al recibir el premio, Carter declaró que aborrecía esa fotografía: “Es la foto más importante de mi carrera pero no estoy orgulloso de ella, no quiero ni verla. La odio. Todavía estoy arrepentido de no haber ayudado a la niña”. Cuatro meses después, abrumado por la culpa y conducido por una fuerte dependencia a las drogas, Kevin Carter se quitó la vida.

Estas son de las cosas tan terribles que suceden en nuestro mundo, y que llegan a partir el corazón, aún cuando el tiempo y el espacio se hayan interpuesto. Cuando David escribió el Salmo 37, muchos niños también morían de hambre como mueren hoy, otros eran sacrificados por fuego a diferentes divinidades, que exigían su sangre. En los sitios a las ciudades, muchas veces por falta de alimento, las personas se comian unas a otras y especialmente a los más pequeños, como se puede corroborar en la misma Escritura en 2ª Reyes 7:28 y 29.

En este Salmo Acróstico que tiene un fin didáctico, David plantea un tema que, desde que existe el pecado, no ha tenido una total y satisfactoria respuesta a los ¡tantos “¿Por qué? de la humanidad”!. ¿Por qué existe el sufrimiento?, ¿Los justos, no deben pasar también sufrimiento?, ¿El hambre debería cobrar víctimas entre los justos?, y muchas más.


En el Salmo citado, el autor arguye que los justos prosperarán y en su defecto el impío será destruido, y en el versículo 25 subraya que “ninguna descendencia de los justos mendigará pan, ni habrá justo desamparado”. Al revisar en la Biblia la vida de tantos justos, y su paso por la vida, ¿Podemos aceptar el texto tan literalmente?, ¿Cómo explicar a la luz del versículo en discusión, el caso de Abel, Isaías, Juan el Bautista, Esteban, los apóstoles, los millares de cristianos que en todas las épocas pasaron penurias, sufrieron y sufren persecución y muerte? ¿Qué quiso decir David entonces con estas palabras? .

Para comprender el texto, es imprescindible el aporte de la poesía hebrea, que es la forma literaria en que están compuestos la mayoría de los salmos. la forma más común en la que se da ésta es través del paralelismo, recurso en ella más notable, pero que viene en tres maneras diferentes. El paralelismo de sinonimia (expresa dos veces las misma idea con palabras diferentes); el paralelismo antitético o contrastado (se contrastan dos ideas o dos imágenes poéticas) y el paralelismo sintético (la 2º línea o hemistiquio termina de completar la idea planteada en el 1º hemistiquio). Aquí el texto 25 se clasifica como de paralelismo sintético, el hemistiquio 2º “Ni su descendencia que mendigue pan” completa y refuerza una nueva idea anunciada parcialmente en el 1º hemistiquio “Y no he visto justo desamparado”.

Siguiendo el esquema literario (que es decisivo para el análisis e interpretación del tema teológico) la idea clave es que, los justos tendrán asistencia en los momentos de necesidad, ésta asistencia más allá de los atributos “materialista y alimenticio del pan” no es una preservación y disfrute de los bienes “mundanos”, pues la lealtad a Dios no condiciona la permanente prosperidad, pues el creyente llega a contemplar y desear más los beneficios eternos que traspasan los límites terrenales. Aunque lleguen a gozar de privaciones, Dios nunca los abandonará.

El termino “desamparado” es un participio verbal en la voz pasiva y simple de niphal, aquí muestra una acción continuada, que ha visto los efectos de los cuidados de Dios en el pasado en el pasado, pero que por la fe también se proyectarán en el futuro en las nuevas generaciones. El justo sabe que su caso esta en “buenas manos”, por eso espera confiado la retribución presente y final. En un agudo constraste con “mendigue” pan, que es un participio con la voz activa e intensa y causativa de “piel”, el justo sabe que Dios provee según su real necesidad, por eso aquí el tema que da seguridad al cree en Dios no es si tendrá pan o no, él sabe que ese tema esta garantizado por Dios. La intensidad del pasaje en su parte final “ni su descendencia que mendigue pan” dejan claramente que el hijo de Dios tendrá su pan físico y “espiritual”, ninguno de ellos faltarán a su mesa, es la tendencia “causativa” de ser justo.

domingo, 11 de mayo de 2008

Las imágenes, ¿Es correcto tenerlas, venerarlas o adorarlas? Parte IV

Le invito a leer la última parte de esta serie, y haga Usted sus propias conclusiones.

“Dios nunca puede ser representado, porque él no puede ser dominado por el espacio, materia ni tiempo, tratar de representarlo es intentar achicarlo”, esto fue lo último del segmento III, y aclaro ahora “desheredarle de sus atributos divinos”. Esto yo lo puedo entender ahora, a siglos de distancia de cuando se inició el debate. Pero en esos momentos de antaño, la iglesia estaba en el “fuego cruzado” de la controversial polémica, era testigo desde el primer siglo, que la imagen era un elemento “pagano”, pero que estaba ganando terreno y su presencia era reconocida por el ”libro de los incultos” ya que educaba a cristianos analfabetos y “sordos” al latín, San Gregorio llamaba a las imágenes “ La Biblia de los pobres y de los ignorantes”; San Basilio decía “la pintura, es decir, las imágenes, hacen visible, a través de la imitación, cuanto el discurso manifiesta a través del oído”, el fue uno de los que sugirió que las basílicas estuviesen pintadas con imágenes bíblicas; San Nilo aconseja al emperador Olimpiodoro que, en vez de pinturas simplemente ornamentales de animales y plantas, pinte escenas del Antiguo y Nuevo Testamento que sean aptas, a la vez, para instruir a los analfabetos y para transmitirles deseos del cielo. Al mismo tiempo que se empieza a amonestar contra el uso indebido de las imágenes, se reconoce el valor de las mismas.

De pocas evidencias al principio de su uso, ahora, cada vez son más numerosas. Muchos historiadores ven en la cruz, el primer símbolo de “adoración de imágenes”. Aurelius Prudentius Clemens, gran profesor de retórica y considerado uno de los más grandes poetas de la antigüedad, que abrazó el cristianismo en sus últimos años de vida, hacía referencia a la cruz que los emperadores llevan sobre la corona (Apotheosis 448); y Teodoreto de Ciro, teólogo antioqueno habla de la veneración del signo, no de la reliquia de la cruz (Graec. Af. Curatio IV). Pero todos los testimonios de imágenes pintadas, de este tiempo, se refieren más al uso que al culto.

En los años finales del siglo VI, el obispo de Neápolis, Leoncio, en una apología a favor de los cristianos, defiende a éstos de los Judíos, que tenían por idólatras a los cristianos por el culto que tributaban a las imágenes; y él fue quien trazó las primeras líneas de una teología del culto a la cruz y a las imágenes (Discurso 50). Ya habíamos visto en la parte I de esta serie que el papa Gregorio amonesta a Sereno, obispo de Marsella, el cual había destruido algunas imágenes por miedo a que el pueblo cayese en la idolatría.

Los iconos eran cada vez más numerosos, muchos como ya hemos visto se levantaban en contra de éstos, Constantino de Nacoeo, el metropolita Tomás de Claudiópolis, y el también metropolita Teodoro de Éfeso, mucho antes de que brotase la contienda del iconoclasmo estos obispos ya habían pedido al patriarca Germán de Constantinopla, no sólo que moderara, sino incluso que reprimiera el culto a las imágenes.

Pero el problema estalla cuando el emperador bizantino León III (680-741) manda a derribar una estatua de Cristo que era muy venerada en Constantinopla, los motivos de éste acto, no están claros del todo. León decretó una serie de edictos contra el culto de las imágenes (726-729). Esta prohibición de una costumbre, que sin duda había dado lugar a todo tipo de abusos, parece haber estado inspirada por un deseo genuino de mejorar la moral pública, y obtuvo el apoyo de la aristocracia oficial y de un sector del clero. Pero una gran mayoría de los teólogos y casi todos los monjes se opusieron a estas medidas con firme hostilidad, y en el occidente del Imperio el pueblo rechazó obedecer el edicto.

Juan de Damasco, conocido como Damasceno, fue el más ferviente defensor de los íconos, formula una teología de las imágenes, decía “Si es imposible representar a Dios, puro espíritu, esta permitido representar a Cristo, la Theotokos, los santos que tuvieron forma humana”, para este obispo era muy legítimo rendir culto a las imágenes, que eran símbolos de la realidad, pero evitando todo los excesos que pudiera llevar a la idolatría, solo contentarse con la veneración. Su concepto se podría ver de esta manera “Dios, en Cristo, nos ha dado su imagen. Negarse a representar a Cristo equivaldría a negar su humanidad. Si Cristo fue hombre, es posible representarle”.

También tuvo estas declaraciones que nos refuerzan más su teología de las imágenes “Hubo un tiempo en que no se hacía imagen alguna de Dios, dado que él existe sin cuerpo ni figura. Ahora, en cambio, después de haberse manifestado en la carne y de haber vivido con los hombres, hago objeto de imagen cuanto de Dios es visible. No adoro la materia, sino al creador de la materia... No dejaré de honrar la materia que sirvió de instrumento para procurarme la salvación”. Según san Juan Damasceno, las imágenes perpetúan de algún modo la potencia divina, presente en los santos cuando estos vivían en la tierra: "Durante la vida, los santos estaban llenos del Espíritu Santo, y en la muerte, la gracia del Espíritu Santo perdura inseparable en sus almas, en sus cuerpos, en los sepulcros y en las santas imágenes que los representan, no, por cierto, en el plano de la esencia, sino en aquel de la gracia y de la acción" Orat I.

Años más tarde, cuando Constantino V (del 718-775) era el emperador, manifestó una postura aún más firme que su padre el emperador León III. Quería prohibir el culto de los santos y además condenaba el culto a la Virgen (que según no era la madre de Dios). Convoca un concilio ecuménico en el año 754 para obtener una condena solemne de las imágenes, asisten 300 obispos, pero no asisten representantes de los patriarcas y del papa. El concilio dura seis meses lleno de intensos debates, donde oficialmente se condena el culto a las imágenes y se prohíbe la fabricación de los íconos.

Pero los iconófilos no serían solamente rebeldes a los edictos, sino también a la iglesia, suscitándose una persecución en su contra, se destruyen los iconos, las reliquias, iglesias fueron trasformadas en cuarteles, baños; se persiguen a los monjes, se les aplica torturas y muerte, se cierran monasterios donde miles de monjes se refugiaron en Italia.
En el año 780, la emperatriz Irene (regente durante la minoría de edad de su hijo Constantino IV (780-790), la cual había permanecido fiel, aunque en secreto, al culto de las imágenes) cambió la política imperial con respecto a las imágenes. Ella nombra a Tarasio, su antiguo secretario como patriarca de Constantinopla y convoca junto al papa Adriano I (que no fue pero envió a sus delegados como muchas veces hacía Pedro, arcipreste de la basílica de San Pedro, y el abad Pedro, del monasterio de San Sabas) el Séptimo Concilio Ecuménico en Nicea en el año 787 (el año anterior la emperatriz había citado un concilio en la iglesia de los santos apóstoles de Constantinopla, donde se había confirmado la asistencia de los patriarcas de Alejandría Antioquia y Jerusalén y también del papa Adriano I, pero tuvo que suspenderse porque el ejercito se oponía).

Irene y su hijo Constantino IV, firmaron las actas del concilio, en las que figura el siguiente decreto dogmático que había sido aprobado en la sesión VI (13.10.787): "Siguiendo el camino real, fieles al magisterio divinamente inspirado de nuestros Santos Padres y a la tradición de la Iglesia católica, pues la reconocemos ser del Espíritu Santo que habita en ella, definimos con todo esmero y diligencia que, como la de la preciosa y edificante Cruz, así también hay que exhibir las venerables y santas imágenes, tanto las de colores como las de mosaicos o de otras materias convenientes, en las santas iglesias de Dios, en los vasos y vestidos sagrados y en los muros y tablas, en las casas y en los caminos; a saber, tanto la imagen de Nuestro Señor Dios y Salvador Jesucristo, como la de nuestra Inmaculada Señora, la Santa Madre de Dios, y las de los honorables ángeles y de todos los santos y piadosos varones.
Porque cuanto más se las contempla en una reproducción figurada, tanto más los que las miran se sienten estimulados al recuerdo y afición de los representados, a besarlas y a rendirles el homenaje de la veneración (Proskinesis timetiké), aunque sin testificarle adoración (latría), la cual compete sólo a la naturaleza divina: de manera que a ellas (las imágenes) como a la figura de la preciosa y vivificante Cruz, a los santos evangelios y a las demás ofrendas sagradas, les corresponde el honor del incienso y de las luces, según la piadosa costumbre de los mayores, ya que el honor tributado a la imagen se refiere al representado en ella, y quien venera una imagen venera en ella a la persona representada"
(Denzinger 600-601).

Este concilio restauró el uso de las imágenes en las iglesias, pero si aclaró que las mismas no eran dignas de adoración que solo es debida a Dios (gr. latría), sino de una adoración inferior o veneración (gr. dulía). Aparentemente el éxito de este concilio restableció las relaciones con la iglesia en occidente.

El tema de las imágenes seguía dando que hablar. En la iglesia de occidente, dirigida por el obispo de Roma, donde se había aprobado el uso de las imágenes, un concilio muy numeroso en Frankfort, Francia, donde asisten trescientos obispos mayormente españoles, franceses y alemanes en el año 794 prohíbe la veneración de las imágenes. Derogando solemnemente las decisiones del segundo concilio de Nicea que se había pronunciado a favor de la veneración de las imágenes.

Otro concilio mas en el año 842, en París, se declara en contra de las decisiones del segundo concilio de Nicea, pero con más moderación ya que las imágenes fueron oficialmente restauradas y hasta el día de hoy todas las iglesias de origen bizantino celebran esa ocasión en la “Fiesta de la Ortodoxia”. Después del año 843, en la posición griega de la iglesia, los iconos se habían limitado a cuadros. Pero el culto de las imágenes se estableció permanentemente en la vida y culto de la Iglesia Católica Romana y en la Iglesia Griega Ortodoxa.
Después de la victoria del culto a las imágenes, un sínodo de Constantinopla (860) sentenció en el siguiente decreto: "Lo que el Evangelio nos dice con palabras, el icono lo hace con colores y lo hace presente". Podemos decir que el Concilio Niceno II (787) acalló definitivamente todas las voces contrarias al culto de las imágenes; pero no logró acabar con las de otros movimientos, por ejemplo los paulicianos, los cuales encontrarán bastantes adeptos en la Edad Media, tales como Pedro y Enrique de Bruys, y posteriormente Wyclif, Juan Hus y los reformadores protestantes, en general, y muy especialmente Calvino. Nuevamente la iglesia se pronunció contra todos ellos en el Concilio de Trento (1545-1563) donde proclama de nuevo la legitimidad del culto a las imágenes.
Hoy en día el culto a las imágenes prosigue, pero unida a una vida con una mentalidad un poco más materialista, puesto los ojos en lo que tienen hoy que en lo que se le prometió mañana (asunto que el papa actual Bnedicto XVI reconoce cuando visitó a los Estados Unidos en abril de este año 2008 y declaró en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción de Washington, D.C. el Miércoles 16 de abril de 2008 “LA CELEBRACIÓN DE LAS VÍSPERAS Y ENCUENTRO CON LOS OBISPOS DE ESTADOS UNIDOS “Para una sociedad rica, un nuevo obstáculo para un encuentro con el Dios vivo está en la sutil influencia del materialismo, que por desgracia puede centrar muy fácilmente la atención sobre el “cien veces más” prometido por Dios en esta vida, a cambio de la vida eterna que promete para el futuro (Mc 10,30). Las personas necesitan hoy ser llamadas de nuevo al objetivo último de su existencia. Necesitan reconocer que en su interior hay una profunda sed de Dios. Necesitan tener la oportunidad de enriquecerse del pozo de su amor infinito. Es fácil ser atraídas por las posibilidades casi ilimitadas que la ciencia y la técnica nos ofrecen; es fácil cometer el error de creer que se puede conseguir con nuestros propios esfuerzos saciar las necesidades más profundas. Ésta es una ilusión. Sin Dios, el cual nos da lo que nosotros por sí solos no podemos alcanzar”).
Estos objetos y cuadros, se mueven en unos como obras admiradas por su antigüedad y trabajo artístico, y en otros, como “oración de fe”, el daño nocivo y letal se produce cualesquiera sea la motivación para tenerla, venerarla o adorarla. Por lo que las palabras de Erasmo de Rotterdam finiquitan con claridad el daño “Nadie que se postre delante una imagen o la mire intencionalmente puede estar libre de una especie de superstición; y no solo de esto, sino con que solamente ore ante una imagen”. En mi opinión supeditada a la Escritura, después de revisar un poco la historia y reconociendo que este trabajo es solo un extracto de esta lucha iconoclasta, puedo decir con toda autoridad que “las imágenes no son para los creyentes una ayuda y no deberían ser tenidas, veneradas y adoradas, el creyente se relaciona con Dios por la fe, ¡yo no necesito ver para creer, sino creer para ver!”. ¡El último Concilio Teológico dará fe de ello!

viernes, 9 de mayo de 2008

Las imágenes, ¿Es correcto tenerlas, venerarlas o adorarlas? Parte III





(Este tema es un gran paréntesis, que será útil para entender lo propuesto anteriormente)

En mí opinión personal, las artes son genuinas mientras no invadan el terreno de lo moral y religioso con representaciones viles y amorfas, que llegan al punto de degradar los “cánones de vida establecidos por Dios y a él mismo”. Muchas preguntas pueden venir al respecto, una de ellas es, ¿Cuál es la línea de lo “bueno” y lo “malo” en el mundo del arte?, es como la clásica interrogante juvenil, ante muchos temas, donde por su inmadurez les hez difícil reconocer, cuando al igual que la pregunta planteada, dicen, por ejemplo, ¿Hasta dónde pudiera llegar en mis relaciones amorosas?, es una desgastante e inagotable reflexión que no encuentra el final, tal como los hoyos negros en el espacio estelar. Esa delgada línea que separa lo “prohibido” de lo que es “genuino”, siempre martillará la conciencia humana, y llevará a ésta a “guardar” o “rechazar”, según perciba su entendimiento.

Reconozco que este es un tópico muy sensible, pero al mismo tiempo “excitante”, por lo que quisiera “hilar” lo más fino posible en este asunto para no despertar algún “sentimiento encontrado” (sabiendo también que es casi imposible satisfacer a “partes iguales”). La expresión artística, siempre se ha visto como algo genuino, es el vehículo que utiliza el “corazón” para interpretar la vida, es como un caballo salvaje, ¡indomable, que corre libremente por los campos!, el arte no se puede ni se podrá encadenar. En una breve pincelada podemos ver los laberintos que puede recorrer el arte sin ser nunca encerrada y atrapada, ¿Quién no llena sus ojos de asombro al contemplar una obra de Bouguereau pintor clásico del siglo XIX como “Inocencia”, quien con una técnica perfecta hiperrealista es capaz de reproducir, lo que ni siquiera una cámara fotográfica conseguiría . ¿Qué mejor manera de reconocer los horrores de una cobarde masacre, como sucedió en el indefenso pueblo de Guernica, cuando fue bombardeado aéreamente, vileza que llevó a Picasso pintar una de sus más importantes obras, como lo fue el gran mural “Guernica”? ¿Cómo quedarse callado y no suspirar de emoción al contemplar los increíbles planos de profundidad como aparecen en el gran lienzo “Las Meninas” de Velázquez?.

El arte es maravilloso, Pero, ¿Qué pasa cuándo entra al territorio de lo sagrado? ¿Tiene que comportarse de igual manera? ¿Podrá diferenciar lo sagrado de lo común; aún cuando lo común el arte lo presente como sagrado? ¿Es necesario que una pintura o escultura, para que sirva con un “propósito sagrado”, deba mantener su naturaleza libre e indomable?. Si se va a aplicar el arte como expresión sagrada de adoración, ¿No fuera correcto entonces su uso en las iglesias?, ¿Cuál es la diferencia entre un cuadro de Cristo colgado en la casa y uno en la iglesia?, ¿Puede “clasificarse” el cuadro de la casa como “puro” y el de la iglesia como “espurio”?.

Si la concepción de Dios para su iglesia (como plantea correctamente el Nuevo Testamento), era de reunirse en casas y no en templos, pero que con el tiempo, el Templo “lleno de hermanos” es lo que hoy se ha considerado “instancia y lugar adecuado de adoración”(que creo que hay que corregir), ¿Por eso es correcto que se adornen las casas con las imágenes bíblicas y de Cristo, porque no son iglesias?; saltando un poquito a una realidad más ortodoxa en el aspecto de las imágenes ¿Cuál es la diferencia de que para un programa especial que dura un fin de semana, se pueda ornamentar con lienzos grandes de Cristo, pero pensarlo un millón de veces (si es que se piensa) para colocar un escultura de Cristo?. ¿Es porque la escultura evoca un “sentimiento pagano de adoración y la pintura no? ¿Es porque la pintura es un tema ya superado? ¿Será porque la Biblia solo esta aplicando el concepto de “imagen” a la escultura? ¿O es porque se podría acusar a tal iglesia de “paganos” porque están adorando las imágenes?; ¿Sería porque las personas más sensibles podrían desvirtuar su fe en Cristo y depositarlas en las imágenes, como ha transcurrido en muchas iglesias a lo largo de los siglos, y así no ser piedra de tropiezo?.

Son muchas preguntas, la Biblia da una respuesta “no te harás imagen, …ni las adorarás”. El arte, expresión divina dada al hombre, jamás invalidaría esta orden! Cerrando este gran paréntesis, Algunos enfatizan que la tajante prohibición de no adorar imágenes nunca debería aceptarse de manera absoluta, porque en el santuario israelita, precisamente en el lugar santísimo se encontraba el arca del propiciatorio, que con sus dos querubines en ambos extremos adornaba y cubría el arca, mueble más sagrado del santuario. También en otra ocasión Dios mismo ordeno a Moisés construir una serpiente de bronce que fue puesto en un asta donde todos los israelitas “mordidos” debieran contemplar para ser salvados.
Estos dos alegatos a favor de la “despenalización idolátrica” que supuestamente la Biblia esta favoreciendo, realmente no tienen ningún sustento teológico, ya que lo que realmente esta presente en casi todos los libros de las Escrituras es el tema de la prohibición de imágenes, y no el tema a favor de la adoración de imágenes, y segundo, en ambos “supuestos argumentos”, el texto no determina un “vamos” a la adoración de imágenes, sino todo lo contrario.


En el primer caso, las figuras de querubines que adornaban el arca del propiciatorio, eran vistas exclusiva y solamente por el Sumo sacerdote una vez al año, cuando entraba al lugar santísimo en el día de la expiación. El pueblo no tenía acceso a esta obra de la orfebrería, aparte de toda la connotación espiritual que reviste estos dos querubines. Y en el segundo aspecto, la serpiente de bronce, presentada al pueblo “mordido por serpientes” era solo y exclusivamente para ellos. La serpiente en la Biblia es símbolo de Satanás, estaba también presente en las diademas de los faraones, es un símbolo del mal, pero aplicada al mismo Cristo, que “tiene que hacerse pecado (mal)” para salvar al hombre.

Años más tarde cuando el pueblo de Judá servía a la idolatría, Dios levantó a Ezequías quien además de quitar los lugares altos, quebrar las imágenes, y cortar los símbolos de Asera, también hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés y que el pueblo le quemaba incienso. Si esa serpiente hubiera sido apartada por Dios para que el pueblo siguiera recordando “la sanidad y salvación una vez por medio de ella ofrecida simbólicamente”, nunca lo habría permitido. Dios nunca puede ser representado, porque él no puede ser dominado por el espacio, materia ni tiempo, tratar de representarlo es intentar achicarlo.

Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;
19 porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.
20 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
22 Profesando ser sabios, se hicieron necios,
23 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
24 Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos,
25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.

jueves, 8 de mayo de 2008

Las imágenes, ¿Es correcto tenerlas, venerarlas o adorarlas? Parte II



El concilio de Elvira, mencionado en el segmento anterior, establece un precedente para erradicar las pinturas de las iglesias que incitaba a sus miembros adorar. En este punto, es necesario ingresar al camino del arte para entender como se concibe la teología (aunque algunos plantean, que la religión pone las pautas del arte o sea, como se creía, se construía, pintaba y esculpía). La historia del arte es tan vasta, porque trata justamente de la historia de la humanidad, es el arte quien clasifica las etapas y las ordena, es el arte, el encargado de expresar los sentimientos, las emociones, la religiosidad.

El mundo artístico donde la iglesia primitiva del primer siglo le toca surgir, daba suma importancia a la pintura, escultura y arquitectura (estas tres artes generalmente se estudiaban juntas y se las trataba como unidas e inseparables), éstas artes con una fuerte influencia griega, especialmente la pintura, estaba presente desde las casas hasta los palacios y edificios. Los romanos eran célebres en el uso de la pintura sobre tabla (también trabajaban el fresco), decorando en forma de mural muchos espacios de las casas con temas que van desde las “especialidades” que presta una prostituta hasta delicadas escenas de amorcillos, como se pueden ver en pinturas restauradas de ciertas casas de Pompeya, ciudad destruida por el volcán Vesubio en el año 79 d. C.

Justamente desde la primera mitad del siglo I hasta la segunda mitad de dicho siglo, la pintura se pasea por dos estilos que no necesariamente se apartan radicalmente sino que se complementan. En la primera mitad, las pinturas se hacen con el fin de ornamentar, no es preciso pintar en dimensiones o planos para buscar una perspectiva tridimensional (lo que si sucede en la segunda mitad del mismo primer siglo, donde la pintura adquiere un aspecto mas profundo, a lo que llamó Leonardo da Vinci 1450 años después “perspectiva aérea, los objetos o personas en sus contornos no delineados, más bien borrosos, para lograr las perspectivas o profundidad deseada), lo que realmente interesa es el aspecto decorativo, que resulta en embellecer un sala o un cuarto de una casa.


De esta manera uno puede entender, que las pinturas de santos y temas bíblicos, realmente tenía un propósito no tan “pagano” en el seno de la iglesia, sino más bien decorativo, porque esa era la visión con que se concebía las obras pictóricas, ¡y que mejor lugar que una iglesia para mostrar la belleza del arte, que sin duda es un don divino, al mismo tiempo que enseña los caminos de Dios mismo! Sin lugar a dudas, éste “no tan mal” asentaría las bases para “un mal peor” en el “presente futuro”.
Las pinturas ya por los siglos III y IV obedecen también a este estilo clásico de plasmar la realidad de manera formal, con una pincelada bien estilista. En las catacumbas, hay testimonios de frescos que representan escenas bíblicas del Nuevo Testamento. En uno de ellos Jesús es representado como el buen pastor, que si bien es una excelente obra no puede esconder la sombra de la inspiración en la idea principal, que es el dios griego Hermes.

Por temor a una invasión secularista sobre lo sagrado (las artes vistas desde esa perspectiva como la entendían algunos connotados, entre ellos Sereno), que estropee y de destruya la verdadera adoración y relación del creyente con Dios, es entonces menester, que se alejen y destruyan estas “evidencias artísticas” porque estaría exponiendo lentamente a los hermanos en la línea abierta y ancha de la idolatría. Y como se sabe, el ser humano siempre quiere plasmar su fe; es una tendencia casi natural, en mi opinión producto del pecado, hacia la idolatría.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Las imágenes, ¿Es correcto tenerlas, venerarlas o adorarlas? Parte I


Conversando con un colega, surgió la pregunta ¿En qué punto de la historia comenzó la tenencia y adoración de las imágenes? Creo que él tocó un muy buen punto, que tal vez sea la pregunta de muchos y que es el propósito contestarla en este sitio.


Me gustaría destacar algunos textos bíblicos y frases de personas prominentes en el mundo teológico.
“No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos” (Éxodo 20:4-6) texto clave del Antiguo Testamento.
“Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró. Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre”. (Hechos 10: 25,26)

“Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas.
Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios”
. (Apocalipsis 22:8,9). Dos textos claves del Nuevo Testamento.

¿Sería lo citado suficiente, para reconocer la desaprobación bíblica del uso de las imágenes y su adoración? Démosle un vistazo a algunas declaraciones de personas destacadas en la conducción de la Iglesia en los primeros siglos de la era cristiana.

“Toda imagen o estatua debe llamarse ídolo porque no es otra cosa que materia vil y profana; y por eso Dios, para quitar de raíz la idolatría, ha prohibido en su culto cualquier imagen o semejanza de las cosas que están en el cielo o en la tierra. Prohibiendo igualmente su fabricación; y es por eso” (Contra Celsum, v.4.MG 11). Clemente de Alejandría 200 d.C.

“¿Para qué postrarse delante de las imágenes? Eleva tus ojos al cielo y tu corazón; allí es donde debes buscar a Dios”(Ad Demetr..pág.191). San Cipriano

“Que no sea nuestra religión el culto de las obras hechas por mano de hombre…Que no sea nuestra religión el culto de los animales. Pues son mejores que ellos los más ínfimos hombres, a quienes, sin embargo, no debemos rendir culto. Que no sea nuestra religión el culto de los difuntos, porque si vivían una vida santa, es imposible creer que desean tales honores, antes desean que demos nuestro culto a Aquél por quien debemos ser participantes con ellos de la salvación. Por lo tanto, tenemos que rendirles honor imitándoles, y no rindiéndoles culto religioso” (De vera Rel., LV, 108; ML 34, 169). San Agustín 389 d.C.

“La única imagen que nosotros debemos hacernos de Cristo es tener siempre presente su humildad, sus paciencia, su bondad, y esforzarnos para que nuestra vida en todo se parezca a la suya. Aquellos que andan en busca de Jesús y de sus apóstoles pintados en las paredes, lejos de conformarse a la Escritura, caen en el error” (De consens. Evang., lib. 1, cap. 10). San Agustín 389 d.C.

Las declaraciones mencionadas, establecen claramente como se percibía la adoración de las imágenes. Esta concepción no es muy grata; en realidad, era algo repugnante que daba ocasión a una severa condenación ya que estaba peligrando la base teológica de la adoración a Dios y la salvación. Las frases expuestas dan a entender que el culto pagano, plagado de imágenes, estaba presente o se estaba introduciendo en la vida y liturgia de la iglesia y fieles.

En este contexto es muy necesario ver, lo que el arte en su aplicación de exteriorizar sus “sentimientos” a través de las formas, colores y sonidos, asienta importantes precedentes que ayudarán para la implementación de esta falsa adoración (adoración de imágenes). Gregorio el Grande (540-604), obispo de Roma en dos cartas a Sereno, obispo de Marsella escribe

“Recibimos las nuevas de que tú, hermano mío, viendo a algunos individuos adorando las imágenes las hicisteis pedazos y las arrojaste. Te alabamos por haber hecho sido celoso de que ninguna cosa hecha por los hombres sea adorada; sin embargo, nuestra opinión es que no debías haber tratado a las imágenes con violencia. Porque las pinturas se ponen en las iglesias para que los ignorantes lean en las paredes lo que no saben leer en los libros. De modo que, hermano mío, debías haberla conservado, prohibiendo a la vez que el pueblo las adore” (Epíst. VII. 3).

“Al prohibir la referida adoración, mereciste nuestra aprobación. Sin embargo, te reprobamos el haberlas destruido… Una cosa es adorar una pintura, y otra aprender lo que ella enseña tocante al que debe ser adorado. De modo que si alguna persona quiere hacer imágenes. No debéis impedírselo; pero sí, de todas maneras, debéis prohibir el culto a las imágenes… y enseñar al pueblo que se postre solo en honor del Todopoderoso y de la Santísima Trinidad” (Epíst. IX. IV. 9)

En estas cartas se explica la observación del papa Gregorio a Sereno, de que las pinturas en las iglesias, eran un “medio pedagógico” de enseñar (no de adorar) a los analfabetos e iletrados creyentes, las doctrinas bíblicas y los asuntos de la iglesia. Pero muy sutilmente, como era por su gran inteligencia, el papa Gregorio deja bien en claro que si alguna persona quiere hacer imágenes, no hay porque impedírselo, pero sí el adorarlas. De esta manera, ya se forma un precedente, los creyentes, según la voz mayor de la iglesia podían tener imágenes pero no adorarlas. El primer paso aquí permitido, es su uso, el segundo paso aquí no permitido, es su adoración (que poco después se permitirá, a pesar de existir varios concilios cristianos que prohibieron el uso y la veneración de imágenes, aspecto que consideraremos en el otro bloque, pero que ahora solo presentaré un adelante.


Unos 290 años antes de que el papá Gregorio dijera tales palabras. En España, en el Concilio cristiano de Elvira, realizado en el año 305 como se expresa en su canon 36, se prohibió expresamente la presencia de pinturas en las iglesias: "Se dispuso que no debe haber pinturas en las iglesias, para que lo que se venera y se adora no se pinte en las paredes".







lunes, 5 de mayo de 2008

¿ Son las riquezas un símbolo de bendición ?



Esta es una pregunta polémica dentro de las filas de la iglesia, porque siempre se ha visto que los pobres y aquellos que no "progresan" (marco la diferencia) en la vida, no son bendecidos por Dios y a los que les va bien, son el justo resultado de su fidelidad a Dios, por lo que en retribución a esa fidelidad Dios le bendice. La Biblia tiene ejemplos de pobres justos y ricos justos, y de pobres impíos y ricos impíos, es como si uno dijera "al que le tocó le tocó".


En Deuteronomio 28: 1-14 en la forma de un pacto político que era bastante común en el mundo cercano y medio oriental, y utilizando la profecía como elemento predictivo condicional, Dios establece las bases de sus bendiciones y maldiciones para el pueblo. Estas vendrán de acuerdo a la obediencia o desobediencia. Por lo que deducimos que el texto lo que esta diciendo es que, las riquezas (símbolo de prosperidad) vienen porque Dios da la "habilidad" para hacerlas.


Creo que la pobreza nunca estuvo en el plan de Dios, es una consecuencia del pecado, pero no es pecado. La acumulación de riquezas obtenidas por opresión y gastada desordenadamente, y de manera egoísta, es una consecuencia del pecado; ¡pero sí es pecado!, son los síntomas del orgullo y la codicia (esencia de lo que dio apertura a lo conocido por pecado, manifestado por primera ves en la persona angelical de Lucifer). La palabra hebrea "jatta"(aunque existen otras más) para pecado, ilustra muy bien esta idea, significa primeramente "no dar en el blanco" y segundo, la culpa que acompaña al acto de errar en el blanco. Ahora, si la pobreza es por asunto de pereza, "deseo de no dar en ningún blanco de la vida", desinterés total por surgir, entonces se esta violando en esencia el mismo principio divino que viola también el que es opresor, egoísta y desordenado en sus riquezas.


El texto de Marcos 10:23 dice "...¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!" claramente se observa que las riquezas se pueden convertir en un impedimento "peligroso" para la salvación. Al comparar entonces los dos textos planteados, se ven dos ideas, que aparentemente se contrastan, pero que en realidad manifiestan la idea de complemento. Eclesiastés 5:19 dice "asimismo, a todo hombre a quien Dios da riqueza y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios".


Las riquezas (en el contexto del que estamos hablando) son un don de Dios como lo es el don de la administración para el administrador. Abrahán y Job en el Antiguo Testamento, Nicodemo, José de Arimatea y Filemón en el Nuevo Testamento fueron hombres riquísimos como también lo es en la actualidad "Bil Gates". Si la riqueza ha venido por herencia "honesta" es una bendición recibida. Si la riqueza ha sido producto de trabajo honrado, buenos negocios donde Dios ha sido puesto primero y también el prójimo, también es una bendición, ¡se puede mostrar (sin ningún temor o duda) como una evidencia de que Dios prospera!. Si mi "pobreza" es la consecuencia de "despilfarrar" la vida y las oportunidades que se me ha presentado, es evidencia que que el pecado ha imperado y bloqueado las ventanas de los cielos. Si la pobreza ha venido por causas ajenas a la persona, entonces se pueden ver como "una prueba donde Dios también puede ser glorificado!, que son caminos insondables de explicación alguna por lo menos en nuestro presente. Nunca debemos considerar la "pobreza" como un camino abierto a la "prosperidad espiritual", ni las grandes riquezas adquiridas "correctamente" y su "generoso" uso en la obra de Dios como trampolín para ser "persona ya salvada" (entiéndase el pensamiento).


Como último, podemos decir que la Biblia, especialmente en el caso de Cristo no tuvo palabras de censura para los ricos de su tiempo, si dio muchos ejemplos a través de parábolas, el uso que debía hacerse con las poseciones. Jesús dijo "Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos" (Mateo 5:3). la palabra traducida aquí para pobres es "ptojos" que literalmente describe a uno que es mendigo, alguien que tiene que pedir limosna para vivir y que tiene que arrastrarse inválidamente, es una persona que no tiene "ninguna forma de hacer dinero". Otra palabra para pobre que se usa es "penicros" que hace referencia a una persona necesitada, pero no pordiosera.


Una persona que es "penicros" tiene un poco, a diferencia del que es "ptojos" que no tiene absolutamente nada. Aquí Jesús habla metafóricamente, el ser humano para subsistir tiene que depender "necesariamente" de Dios. Es verdad que el pobre tiene ventajas en este aspecto en relación al rico, ya que sus tentaciones son menos y menores. El rico confía más en sus poseciones que en lo que se le prometió mañana, los pobres confían más en lo que se le dará mañana, porque no tienen poseciones en el presente. Dios quiera que sea cual fuera la condición de cualquiera que lea este articulo "que necesitamos imperiosamente limosnear por el favor de Dios". Seamos ricos o pobres, no estamos en condiciones para poner "condiciones", todos, tenemos que ponernos bajo "Su merced".

domingo, 4 de mayo de 2008

ACLARACIONES A LAS CITAS DE ELLEN G. WHITE.


Conceptos científicos supuestamente disparatados e incluso gravemente inmorales. (PARTE I)

A. Afirmó que algunas razas era frutos de la relaciones sexuales entre animales y hombres (Spiritual Gifts, vol. 3, p.64, 75; The Visions of Mrs. E.G.White, p. 103)

Esta declaración de EGW ha sido mal comprendida. En primer lugar refutamos como se ha formulado la expresión, ya que la cita de EGW no dice así. Esta cita, escrita en 1864, y reimpresa en 1870, dice así:
“Pero si hubo un pecado, más que otro, que hizo necesaria la destrucción de la raza humana por medio del diluvio, fue el vil crimen de la amalgamación del hombre y la bestia, lo cual deformó la imagen de Dios y causó la confusión en todas sus partes. Dios decidió destruir esa raza poderosa y longeva que había corrompido sus caminos delante de él…” (Spiritul Gifts, t.3, p. 64).
“Todas las especies de animales que Dios había creado fueron preservadas en el arca. Las especies mezcladas que Dios no creo, y que fueron el resultado de la amalgamación, fueron destruidas por el diluvio. Desde el diluvio ha habido amalgamación de hombres y bestias, como puede verse en las innumerables especies de animales y en ciertas razas de hombre” (Spiritual Gifts, t.3, p. 75). (los énfasis son nuestros).

Al revisar con detención las citas, sobre todo en los énfasis que hemos colocado, la palabra “entre” no aparece. Simplemente se habla de una especie de manipulación a nivel genético, humano y de bestias por separado, cada uno según su especie. Complementando la dos citas, se ve que EGW se estaba refiriendo solo a animales y solo a humanos, y no a una “súper raza” producto de una mezcla de seres humanos con animales.

En otras ocasiones, EGW utiliza la palabra “amalgamación” para referirse en forma metafórica a la actividad perniciosa de Satanás en la creación divina. Ella describe como cada especie, de plantas o de animales, fueron corrompidos por medio de la amalgamación con elementos corrompidos de su misma especie. También la utiliza para referirse al carácter del cristiano, expuesto a los elementos perniciosos del mundo (Ver Review and Herald, 32/8/1892).

Al reconocer que Satanás ha sido un agente activo en la corrupción del plan de Dios, podemos comprender mejor lo que EGW puede haber querido decir cuando se refirió a la amalgamación. EGW nunca insinuó la existencia de seres sub-humanos o de ninguna clase de relación animal-humana híbrida. Ella habló de “especies de animales” y de “razas de hombres”, pero nunca de alguna clase de cruzamientos de animales con seres humanos.

Respecto a esta cita, le preguntamos al Dr., PhD., Ben Clausen, físico nuclear de la Universidad de Loma Linda. Nos mencionó primeramente que ningún científico ha llegado a entender plenamente lo que ella quiso decir en esa oportunidad. Pero hay ciertos datos que nos iluminan un poquito más la comprensión de lo que ella quiso decir.

La cita de ella declara que no hubo un pecado mayor que el de la amalgamación de hombre y bestia. Si entendemos este pecado como tan grande que habría colmado la copa para que se efectuara el diluvio, es difícil aceptar que haya sido solo hombre con hombre, y bestia con bestia. Pero esto es solo una evidencia de la posibilidad de cruzamientos ilícitos entre hombre y bestias antes del diluvio.

La otra cita de ella hace alusión a la condición después del diluvio, para la cual el doctor nos dio una información interesante; que había una corriente científica a comienzos del siglo XIX que postulaba que habría existido una raza como resultado de estos cruzamientos. Sin embargo, el doctor afirmó que hay base científica suficiente para comprobar la diversidad de las especies por cruzamientos normales entre. Como ejemplo, nosotros colocamos el caso de la asna.

Como información anexa, consideramos importante mencionar el hecho que las diferencias de una raza a otra se pueden dar por combinaciones genéticas. Ciertos rasgos faciales como el dolor de la tez o físicos como la estatura, están determinados por factores genéticos y ambientales. Frente a estos cambios, hoy, casi nadie se asombra.
“Los estudios genéticos dan informes de mezclas de poblaciones, por ejemplo, los negros americanos tienen como medida, 1/3 de antepasados blancos. La población puertorriqueña, por el contrario, no es explicable como mezcla de negros y blancos, lo que sugiere una fuerte influencia de los primitivos habitantes de la isla.
La diferencia genética entre distintas poblaciones, aunque pequeñas, iluminan con datos objetivos las antiguas relaciones entre ellas. Así se han podido establecer parentescos probables entre distintos pueblos. Las distintas regiones de España presentan poblaciones extraordinariamente parecidas entre sí, y muy parecidas a otras poblaciones de la Europa occidental, pero significativamente distintas de las norte-africanas y árabes (Nuestros Genes, p. 45).

jueves, 1 de mayo de 2008

¿MITO O VERDAD?, ¡MANIPULACION GENETICA, ¿UNA REALIDAD SOLO DEL PRESENTE? ! ¡ELENA WHITE EN POLÉMICOS COMENTARIOS SOBRE LA CIENCIA!






Ya a nadie asombra las cosas que puede lograr la ciencia, aún cuando muchas de ellas todavía quedan en las conversaciones incrédulas e indeterminadas de los pasillos, salas, plazas, auditorios e incluso laboratorios. La manipulación genética en las semillas, frutos, animales y personas forman parte del cuchicheo común diario, donde todos hablan, pero muy pocos entienden.


Esta rama de la ciencia tiene un objetivo aparentemente "bueno" (por lo menos de lo que se promociona y mercantiliza a "ojos y oídos externos") ya que consiste en técnicas dirigidas a modificar el caudal hereditario de alguna especie, con fines variables, desde la superación de enfermedades de origen genético (terapia genética) o con finalidad experimental (conseguir un individuo con características no existentes hasta ese momento).


El mundo antes diluviano es un misterio hasta el día de hoy, que muchos desean descubrir. Es una civilización sepultada que no permite mostrar su desnudez. Algunas publicaciones que han salido mostrando algunos hallazgos, pretenden mostrar como era esa tierra antes de ser sepultado por un diluvio universal. Lo que más ha llamado la atención ha sido lo que empezó en el año1818, cuando una sencilla mujer descubrió el esqueleto de un monstruo al pie de los acantilados de Dorset. Este hallazgo puso en marcha una auténtica odisea para descubrir el mundo enterrado que debió de existir antes del Diluvio Universal.


Hombres como el reverendo William Buckland, que intentó demostrar la veracidad del retrato bíblico a partir del análisis de fósiles, Gideon Mantell, Richard Owen (quien se vio así mismo como el descubridor de los grandes dinosaurios), proporcionarían una una nueva ciencia que cambiaría para siempre la percepción del hombre respecto al lugar que ocupa en el universo y que sacó a la luz una era mucho más sorprendente y terrible de lo que nadie haya podido imaginar.


Para conocer un poco de ese mundo enterrado, es preciso, aparte de todo el trabajo que entregan especialistas del mundo en las áreas históricas, paleontologías, arqueológicas entre otras muchas, consultar los aportes de Elena White, quien sin mucho esfuerzo llega a más concusiones efectivas que la mayoría de tan encumbrados eruditos. Creo que la razón es simple, es la obra de la revelación. Por ello consideraremos en lo adelante citas de la autora que fueron consideradas como "disparates", pero que en este espacio digital tendrán su correspondiente aclaración.