miércoles, 5 de diciembre de 2012

Resumen del artículo “La fecha del Exodo“ de Archer


El artículo parte señalando la cita bíblica de 1º Reyes 6:1 donde se señala que Salomón comenzó a construir el Templo en el año 480 de la salida de Israel de Egipto. Si este número es un dato redondo, entonces la conquista de Canaán comenzaría por el 1405 a. C. En Jueces 11:26 también se menciona la suma de los años gobernados de los jueces que también lo redondea en 300 años. Con las excavaciones en el sitio de Jericó de 1930 a 1936 por John Garstang podría confirmarse la primera fecha como posible.

En Hechos 13:17-19 encontramos que Pablo habla que por 450 años Dios le dio jueces hasta Samuel el profeta. la propuesta del texto de Nestle arguye que el intervalo de tiempo (450 años) implica desde el Éxodo, la conquista bajo Josué hasta la captura de Jerusalén por el 995 a.C. es importante destacar que a pesar de que esta fecha es muy coherente, la data de 1445 es aproximada. Las opiniones de los expertos se inclinan como fecha para el Éxodo el año 1290 e incluso una fecha aún mas posterior por algunos pocos es el 1225 a.C.

J. Finegan enumera 5 argumentos en apoyo a la fecha de 1290
a) Las discrepancias entre las Cartas de Amarnas y el registro hebreo que aparece en Josué, jueces y Samuel.
b) La ausencia aparente de una civilización agrícola en Edom, Moab y Amón durante el siglo XIV.
c) La imposibilidad de conciliar una estancia de 430 años con la fecha de los Hicsos en la época de José como visir.
d) La falta de evidencia de que Tutmosis III hizo cualquier construcción en la región del Delta.
e) La mención de la ciudad de Ramesés en Éxodo 1:11

            En el primer caso, Finegan sostiene que los habiru mencionados en las Cartas de Amarna, que están tratando de conquistar a Jerusalén no pueden ser los hebreos ya que esta ciudad fue tomada en los tiempos de David. Archer delata la falacia a este argumento sosteniendo que los ejércitos de Josué amenazaron a Jerusalén y junto a sus aliados fueron condenados a muerte (Josué 10) pero la ciudad no fue tomada ni destruida, sino hasta después de la muerte de Josué. Pero ni aún así pudieron echar a los jebuseos (Jueces 1:21).

            En el segundo ejemplo citado por Finegan estan los trabajos de Glueck que demostraban que no había evidencia de civilización urbana o fortificaciones entre los años 1900 y 1300 a.C. A este argumento, Archer menciona que las investigaciones de Glueck fueron exploraciones de la superficie y no de fondo. Por el hecho de que otras excavaciones posteriores (Lankester, Kranken, Horn, etc.) han sacado a la luz numerosos artefactos que demuestran la existencia urbana en esos sitios alrededor del 1600 a. C, y que están en relación con las características del Bronce Medio.

            El tercer ejemplo defendido por Finegan lo contraataca Archer al decir que los Hicsos irrumpieron en el siglo XVIII, por el 1730 a. C, y después en Exodo 1 se registra que el nuevo Faraón no conocía a José, por tanto no afecta para nada la fecha de 1445 ya que José encaja mejor en la época Hicsa.

            La cuarta observación de Finegan a favor del Éxodo en el  1290 a. C tampoco plantearía ningún problema ya que hay indicios de construcciones de Tutmosis III en el Delta y son dos obeliscos de granito rojo en frente al templo de Ra en Heliópolis, situada en la base del Delta. Pero por ser un faraón que llevó muchas campañas militares debía tener una base desde donde pudiera orientar mejor sus actividades bélicas y esta base estaba en Memphis un poco más al sur de Heliópolis.
           
            Y la última observación que plantea la ciudad de Ramesés, ya que estamos frente a un elemento toponímico donde el nombre más antiguo pudo haber caído en desuso y en la época de los copistas prevalece el más contemporáneo. Ahora, si tomamos el nacimiento de Mosiés que sucede después de la construcción de la ciudad, notamos que no encajaría su vida de 80 años, 40 en el palacio y 40 en el desierto entre los de Ramsés en el trono y antes del Exodo.

Todos estos argumentos sostenidos de que el año 1290 pudo haber sido el del Exodo define que no pudo haber el correcto pues no es reconciliable con el relato bíblico ni histórico. Solo Tutmosis III es el que cumple con las especificaciones para ser el faraón de la época de Moisés. También esta su hijo Amenhotep II que encajaría como el Faraón del Exodo. A esta familia se adiciona Tutmosis IV, hijo de Amenhotep II quien reinó, sin ser el mayor, ya que por extrañas cirscuntancias asumió el trono, esto podría indicar que el hijo mayor fue muerto por la plaga del primogénito (Exodo 12:29).

Otro aspecto que pudiera ser más concluyente que lo mencionado arriba es la situación de Goshén durante el reinado de Tutmosis III ya que por indicaciones especialmente de las plagas de moscas, granizo y tinieblas demuestran que en esa zona habitaba exclusivamente los hebreos.

Al considerar la destrucción de Jericó por el 1400 a.C, se plantea el problema de uno de los más directas objeciones para la fecha y el evento y es por la mención del hierro (Josué 6:24). Si la ciudad de Jericó cayó en la época de Bronce y la de hierro comenzó en el siglo XIII podría deducirse que la fecha del 1400 a. C para la destrucción de la ciudad no es viable. Sin embargo, por que se mencioné esos artículos hierro no confirmaría que necesariamente fue destruida por el siglo XIII ya que el hierro era bien conocido desde la época de los sumerios desde el siglo XX a.C ae agrega que la misma palabra pudo haber tenido un origen sumerio.

Posiblemente la dificultad más grave para aceptar la fecha del Éxodo en el 1445 a. C es la destrucción de las ciudades bajo Josué como Laquis, Debir, ya que por ejemplo en Laquis el Bronce tardío pudo haberse estabilizado en el reinado de Merneptah (1234-1225 a.C) y esto juega más con una fecha del Éxodo de 1290 y las conquistas en el 1250 que el Éxodo en 1445 a.C. y las conquistas en el 1400.


EVALUACION CRITICA

           
            El articulo es un excelente trabajo que el autor hace en defensa del Exodo en el 1445 a.C. No obstante, hay otros aspectos muy importantes que se pueden adicionar. Implantando primeramente la excelente cita de 1 Reyes 6:1  con la cual se comienza el articulo y que bastaría para ubicar mejor el Éxodo en el siglo XV que el XIII, y creo que no se podría partir mejor. Sin embargo, considerando que el aspecto bíblico no es arbitrario y suficiente para la opinión erudita, tristemente y paradójicamente aún en círculos religiosos y cristianos, se añadirían otros aspectos con los cuales podríamos llegar a la conclusión de que el año 1445 a. C sería el mejor tiempo para ubicar el Éxodo bíblico, que hasta el presente es la postura generalizada de nuestra Iglesia Adventista.

Deseo partir por el aporte que hace el CBA 1 en relación al estudio del nombre Moisés, dejando en claro ya que por su acento propio encaja mejor en la dinastía XVIII “los Thomesidas“ que la del siglo XIX “los Ramesidas“. El término hebreo Mosheh (Moisés) es comparable al egipcio “mes“ o “mesu“ que significa “niño“, también “el nacido de“. En la dinastía Thomesidas, como en otras dinastías, el nombre a los miembros de la familia real era designado de acuerdo al del linaje de las deidades, por ejemplo, Ahmose, que es el primer rey de esta dinastía significa “el nacido de Ah“ (dios-lunar).
El nombre que le dio la princesa egipcia “Moisés“ podría insinuar en abreviatura a su padre Tutmosis I. Mosheh significa literalmente “uno sacado“, aquí es participio, pero que tiene las mismas consonantes del verbo mashah “sacar“. Por tanto el nombre egipcio “mose“ y el verbo hebreo “mashah“ sacar son muy parecido en sonido y significado, puede darse a entender que los hebreos pudieron haber transliterado “mose“ como “mosheh“. Esto se aplica a lo mencionado con alegría  por la princesa “porque de las aguas lo saqué“.
Discurriendo que el niño es sacado del rio Nilo, y en el panteón egipcio el Nilo se diviniza como “Hapi“  pero que su corriente era conocida como “Itru“ y después como “Iru“, y que los escritores bíblicos transliteraban como “Yeor“ cuando mencionan al Nilo y a sus afluentes. Teniendo estos antecedentes puede ser una probabilidad de que Moisés pudo haber sido en un principio “Irumose“ que significaría “el nacido o sacado del Nilo“. En la LXX se traduce como “Mouses“, y “Mo“ según comenta Josefo era un nombre egipcio del Nilo y “uses“ una designación egipcia de cualquiera que fue salvado o sacado del rio. Aún cuando haya autores como Finkelstein que ven esta historia como mito y que fue un calco de lo atribuido al rey  Sargón I de Asiria, la historia de Moisés sacado del Nilo y su relación con Egipto solo fue posible por la providencia divina que rige la historia del hombre.

Un elemento muy importante es la figura de Hatshepsut, hija de Tutmosis I, su nombre significa “la primera entre los nobles“. Obviamente es una referencia a su linaje real. Esta princesa fue casado con su medio hermano e hijo bastardo de Tutmosis I, que se llamaría después Tutmosis II al cual daría la legitimidad al trono. Pero Hatshepsut tuvo el poder durante los cortos años de reinado de su marido. Y posteriormente en una corregencia con Tutmosis III (1486-1450) por más de 20 años. Su reinado terminó en el 1482 a. C. No se sabe nada sobre su muerte, si fue natural o violenta, pero si hay evidencias de que sus monumentos y memoriales fueron borrados por Tutmosis III. Su carácter fuerte y sus grandes construcciones la llevaron a destacarse, como la “reina-faraón“, es fácil identificarla en estatuillas con todos los atuendos del faraón, y además el portar barba.

La fecha cuando Moisés partió de Egipto es alrededor del 1485 a. C, durante esa época, es cuando Hatshepsut muere y Tutmosis es el que reina con plenos poderes en Egipto, y lo hizo por unos 36 años. La opresión de los israelitas se podría conocer además del relato bíblico por la tumba de Rekh-mire, visir de dicho Faraón, donde se aprecia en un fresco un grupo de esclavos, aparentemente semitas con barbas y oscuros nubios pisando el barro con fuerza para crear el adobe, después volcaban este material en moldes para luego secarlos al sol, todo esto bajo la vigilancia estricta de los capataces. Si Hatshepsut fue la princesa que posiblemente crió a Moisés y Tutmosis III era el hijo bastardo de Tumosis II, a quien el reino se le habría de entregar a la muerte de su padre, pero que la reina controló durante un buen tiempo.  Entonces Tutmosis III y Moisés eran bastantes contemporáneos.
Se demuestra entonces, que a la desaparición del “apoyo“ (Hatshepsut) de Moisés, este quedaba a merced de Tutmosis III ya instalado en el trono y apoyado por el clero de Amón.  Moisés tuvo que salir de Egipto, motivado por una persecución en su contra. La muerte de un egipcio no habría sido suficiente para emitir una orden de arresto sobre Moisés, si éste no estuviera involucrado en algo más grande en favor de su pueblo. También se agrega la odiosidad de parte del faraón hacia su persona ya que éste era un adoptado y protegido de la reina Hatshepsut. Y como último, Moisés era de linaje semita, la misma etnia cultural y lingüista de los hicsos que invadieron a Egipto durante mas de 140 años atrás y que empezando con Sekenenre,  príncipe de Tebas y después con Kamoses y su hermano Amosis lograron finalmente reducir y expulsar. En cierto aspecto también esto podría justificar el odio hacia los israelitas, no solo de Tumosis III, sino aun más de su hijo Amenhotep II como lo demuestra Éxodo 2:23 y 5:9.

Considerando que en Éxodo 1:11 se menciona que después de José se construyeron las ciudades de Ramesés y Pitón. ¿Cómo explicar que en Génesis 47:11 también aparece? Esta ciudad de Ramesés fue el nombre que Ramsés II le dio a su ciudad 200 años después de Moisés. Entre José y Moisés hay más de 150 años, sin embargo Moisés al escribir el Pentateuco las enumera, pero cuando él escribe, todavía no existía Ramsés II. Obviamente aquí esta el factor toponímico que es cuando el nombre cae en desuso y es reemplazado por los escritores contemporáneos con otro nombre más vigente, como es el caso de Ramesés.

Volviendo a las cartas de Amarna, podemos argüir que este fue uno de los más notables descubrimientos arqueológicos que describe las condiciones políticas de Siria, Palestina y Egipto. La mención de los Habirú como invasores tratando de apoderarse de las ciudades, especialmente la de Jerusalén, y el rey de esta pidiendo ayuda a Egipto es un valioso hecho, ya que se cuadra perfectamente al emprendimiento de la toma de Canaán por los ejércitos de Josué alrededor del 1400 d.C. Hay que destacar que en esa época Egipto, especialmente gobernada por los faraones Amenhotep III (1412-1375) y Amenhotep IV (1375-1366) mas conocido como Akhenatón fueron bastantes débiles en cuanto a políticas de gobierno. El primero, estuvo enfocado en enriquecer su reino gracias a las conquistas de sus predecesores y el segundo, estableció una nueva religión oficial encauzado en el disco solar Atón, en detrimento del culto a Amón y fundó una nueva capital política religiosa Ajetatón. Fue una religión monoteísta abstracta y conceptual sobre el único dios Atón. E incluso llegó de deshacerse de los servicios sacerdotales, siendo el mismo rey el sacerdote que oficiaba entre Atón y el pueblo. Y esto es algo muy interesante, ya que siendo Egipto conocido por el gran politeísmo ahora se hace un cambio muy drástico hacia el monoteísmo, obviamente Atón seguía siendo una deidad pagana, pero sin duda, constituía un gran paso de avance en el ejercicio de la fe. Pueden surgir varias preguntas ¿Estaría la influencia de Moisés?  ¿Habría copiado del monoteísmo de Israel? ¿Habría escuchado hablar del Santuario y sus servicios? Es muy raro lo que sucede con Akhenatón y no hay una explicación científica ni arqueológica. Pero si podría haber una influencia de la salvación que Dios quería enseñar no solo a Israel, sino a todas las naciones a través del santuario.
Estas preguntas que podrían ser desnudas deducciones, unida a esta fluidez de cartas entre las naciones circunvecinas y distantes,  de cierta manera pudieran responder a esta transformación tan inusual de parte de un faraón que no dudó en enfrentar a un poderoso clero y hacer una religión abierta, desprovista de imágenes humanizadas de deidades, hacerla más al alcance del pueblo y de la familia.
En el plano político Akhenatón cedió terreno frente a los hititas aunque mantuvo una paz soberana con sus aliados y sometidos. Posiblemente estos aspectos sean claves en el silencio de las Escrituras al narrar las conquistas de Josué.

No es fácil definir el año 1445 a.C como la posible fecha del Éxodo, pero hasta ahora, es la que mejor se ajusta con los acontecimientos socio político y religioso del mundo y personajes importantes de la dinastía XVIII. Refutar a los que no aceptan esta fecha es lo que Archer a tratado de hacer en su artículo y también de manera muy escueta de mi parte en la evaluación crítica.