lunes, 22 de marzo de 2010

EL CONCEPTO REMANENTE EN EL NUEVO TESTAMENTO, PARTE III

Por Pablo Millanao
febrero 2010


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El concepto remanente en Apocalipsis

El concepto remanente aparece con el término loipo/ß en 2:24; 3:2; 8:13; 9:20;

11:13; 12:17; 19:21; 20:5. Mueller divide estos pasajes en dos grupos en función de su

relación con la iglesia1; (1) sin relación a ella (8:13; 9:20; 11:13; 19:21 y 20:5), y (2) en

conexión con la iglesia en un sentido negativo (3:2; 11:13) y positivo (2:24; 12:7). Él se

concentra en el último grupo –y particularmente en 12:17–, ya que los demás son

descriptivos2 o no guardan relación con el pueblo de Dios. Sin embargo, ¿debiéramos

excluir 3:4, solo porque no se usa loipo/ß, sino, ojli÷goß? La noción expresada por este

vocablo es positiva en cuanto a un grupo fiel que “no han manchado sus vestiduras”. Para

ser congruentes con las nociones como también la terminología técnica, también lo

incluiremos junto con 2:24 y 12:17.

En mensaje a las tercera iglesia (Tiatira) contiene el pasaje de 2:24. Es plena edad

media y han iniciado los 1260 años.3 El paralelo con los sellos nos presenta al caballo

amarillo cuando la verdad había muerto en una apostasía generalizada4. Se toleraba el

engaño de la religión sincrética (2:20) de forma extendida5. Es así como solo unos pocos,

“los demás” (toivß loipoivß), no han participado en “esa doctrina” ni conocido las

1 Ekkehardt Mueller, “The end time remnant in Revelation”, Journal of the Adventist Theological


Society 11, 1-2 (2000), 188.


2 El resto de las trompetas que faltan por tocar (8:13), los sobrevivientes de las plagas, pasaje


claramente negativo y sin relación con el pueblo de Dios (9:20), los habitantes de la ciudad (menos


7000) que no son muertos (11:13), el resto de adoradores de la bestia que son destruidos (19:21) y


los demás que resucitan después del milenio (20:5).


3


Mario Veloso, Apocalipsis y el fin del mundo (Buenos Aires: ACES, 1999), 106.


4 Hans LaRondelle, How to understand the End-time prophecies (Sarasota: Fist Impressions, 1997),


127.


5 Las expresiones “mis siervos” (v. 20) y “sus hijos” (v. 23) denota la generalidad de la iglesia que


ha comprometido sus principios y creencias.




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“profundidades de satanás” (v. 24) 1. Mas allá del significado semántico de loipoivß, el

texto destaca la cualidad de “tener” (raíz e¶cw, v. 25) aquello que los aparta de las doctrinas

de Jezabel.

El pasaje de 3:4 está inserto en el mensaje a la iglesia de Sardis que representa a la

iglesia cristiana hacia el final del periodo de los 1260 días2. Es el periodo de la

justificación por la fe, sin embargo, los pleitos entre cristianos amenazaban con quitarle

fuerza a esa verdad. El grupo que no ha caído en este juego procura mantener la verdad;

esa es su lucha.3 Esta actitud los hace “dignos” ante un juicio inminente (v. 3). Con todo,

es la ciudad que registra la amonestación más fuerte de todas: “tienes nombre de que vives,

y estás muerto” (v. 1). A pesar de esta realidad apabullante, “unas pocas personas” se

mantiene firme para andar con Cristo con vestiduras blancas, elemento que encuentra eco

en la visión del los redimidos en el capítulo 7 y 14.4 Es significativo que el griego dice

ojli÷ga ojno/mata (pocos nombres), en ves de “pocas personas” (RV60). Dios les conoce

individualmente.5

1 Algunos ven en la expresión “profundidades de Satanás” una alusión a (1) ciertas doctrinas y


prácticas de los nicolaitas, (2) un sarcasmo de Juan reemplazando a Dios por Satanás (cf. 2:9; 3:9; 1


Cor 2:10; Rom 11:33) con el fin de desenmascarar el incipiente gnosticismo.


2 Veloso, 108-110. Específicamente alude al periodo de la reforma.


3 Ibid, 110.


4 En el paralelo profético a las iglesias, o sea, los sellos, se presente a los mártires esperando


justicia. Ellos también reciben vestiduras blancas mientras esperan “un poco de tiempo” (Apoc


6:9-11).


5 Simon Kistemaker, New Testament Commentary: Exposition of the Book of Revelation (Grand


Rapids: Baker Books, 2001), 152.




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Nos corresponde ahora el pasaje clásico de 12:17. Dentro de la unidad que

representan los capítulos 12-141, se percibe un avance y recapitulación histórica en la

narrativa profética2. Esto posiciona nuestro texto en el eje temporal desde el cual Juan

presenta su escrito; el presente e inicio escatológico del libro.3

El texto describe como loipo/ß lo que queda de la descendencia de la mujer. El

énfasis está en que el dragón ya no persigue a la mujer, sino, al “resto” de la descendencia

de ella; una especificación triple que va de mayor a menor: mujer, descendencia, resto4,

además de estar en una progresión histórica.5 Este “resto”, por tanto, surge en un momento

definido, por lo que es histórico o visible6. Se caracteriza por (1) guardar los

mandamientos y (2) tener el testimonio de Jesucristo. La primera caracterización no

presenta mayor inconveniente, pues la identificación es directa; la ley de Dios, que en

1 Kenneth A. Strand, Interpreting the book of Revelation (Naples: Ann Arbor Publishers, 1979), 43-


52. Strand inicia esta sección en el 11:19 por la escena del santuario que abre cada una de las


visiones.


2 El eje de este flujo histórico es el término de los 1260 años (12:6), 3 ½ tiempos (12:14) o 42


meses (13:5). Los quiebres en donde se inicia una recapitulación histórica son 12:7 y 13:6.


3 Veloso, 43; Mueller, 196-197; Pablo Millanao, “Apocalipsis 17:9-11: Una visión de las siete


cabezas bestiales y la mujer ramera”, Advenimiento 3, n. 1 (2006), 83-85.


4


meta» tw.n loipw.n touv spe÷rmatoß aujthvß.


Los artículos y el último pronombre están en


genitivo de manera consecutiva en relación al siguiente.


5 La mujer figura dando a luz al Mesías y siendo perseguida durante los 1260 años (12:1, 14-16).


Al terminar la persecución, la atención se centra en lo que “queda” de quienes la han conformado


(su descendencia) durante todo ese tiempo. Con esto no quiero decir que la mujer y el remanente


sean entidades diferentes, al contrario, el remanente es de la mujer. En énfasis del texto, me parece,


procura destacar lo amplio y poco definido que era el cristianismo antes del término de los 1260


años, y su evolución a grupos más definidos y específicos (doctrina y práctica), de los cuales este


“remanente” es uno de ellos.


6 Ángel M. Rodriguez, “The Remnant in Contemporary Adventist Thinking”, Pensar la Iglesia


Hoy: Hacia una Eclesiología Adventista (Libertador San Martín: Editorial Universidad Adventista


del Plata, 2002), 278.



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Apocalipsis, nunca aparece sin Jesús.1 En la escena introductoria a esta sección, al arca del

pacto ya apuntaba indirectamente a ella (11:19). La segunda tiene que ver con el

testimonio dado por Jesús2, que está en consonancia con la ley dada por Dios. Dos textos

adicionales son aclaratorios: 19:10 y 22:9. Estos identifican el testimonio dado por Jesús

como la manifestación del don profético, o la esencia del mensaje profético.3 Este mensaje

profético lo posee el remanente y es su responsabilidad comunicarlo. En este sentido, el

“testimonio de Jesucristo” es también un testimonio sobre él.4

En el marco escatológico de Apocalipsis la expresión de 14:12 es similar a la de

12:17. Caracteriza al remanente señalando que (1) son perseverantes, (2) guardan los

mandamientos de Dios y (3) la fe de Jesús. Se debe entender que el “testimonio de Jesús”

1 En 12:17; 14:12; 22:14. Ver Gottlob Schrenk, “e.ntolh/”, Theological Dictionary of the New


Testament, 9 vols (Grand Rapids: Eerdmans, 1976), 2:555.


2 Para una elaboración detallada sobre este punto, ver Gerhard Pfandl, “The Remnant Church”,


Journal of the Adventist Theological Society 8, n. 1–2 (1997), 19-27.


3 Sobre esta última declaración, podemos mencionar que Ellen G. White no limita la identificación


del “espíritu de profecía” sólo a los profetas. Incluye a los profetas del canon bíblico naturalmente,


pero no limita el “testimonio de Jesucristo” sólo a la acción profética; forma parte de ella, pero no


niega que pueda aplicarse de manera amplia. Al no pretender hacer una exégesis de estas frases en


sus declaraciones, solo dice que el don profético descansa sobre el testimonio de Jesucristo, lo cual


no es contradictorio con lo expuesto por éste autor; ver Testimonies for the Church (Mountain


View, CA: Pacific Press Publishing Association, 1948), 1:596; Testimonies to Ministers and


Gospel Workers (Mountain View, CA: Pacific Press Publishing Association, 1962), 114; Patriarchs


and Prophets (Washington, D.C.: Review and Herald Publishing Association, 1958), 366-7;


Selected Messages (Washington, D.C.: Review and Herald Publishing Association, 1980), 1:27;


Loma Linda Messages (Payson, AZ: Leaves-Of-Autumn Books, 1981), 33.


4 Pfandl destaca que “dar testimonio” no calza con la palabra e¶cw usada en Apoc. 12:17. Tienen


(según Pfandl, tienen algo, e.g. un don espiritual) el testimonio que Jesús ha dado de sí mismo. Sin


embargo pregunto, ¿de qué otra cosa podría dar testimonio un cristiano, más aún si este testimonio


ha operado en el canon bíblico? La limitante exegética para no aplicar “el testimonio...” a los


creyentes en general, no necesariamente se opone a la realidad de la comisión evangélica; la


exégesis explica el texto, pero es necesaria una comprensión teológica más amplia en la cual


insertarla, en este caso es misionológica. El mismo autor explica que un testimonio acerca de Jesús


en los escritos joánicos solo ocurre con el verbo marture÷w + preposición peri÷. Ver Pfandl, 305-6,


312-14



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se equipara con la “fe de Jesús”. Se agrega, entonces, la uJpomonh/ (perseverancia1) de los

santos, y se usa “santo” como símil del “remanente”. Su perseverancia se ha puesto a

prueba en la proclamación escatológica del triple mensaje angélico. Se presuponen

dificultades en esta tarea, pero el remanente llevará a cabo la tarea bajo esas circunstancias.

A estas referencias debo agregar 13:10, 18, que apuntan a quienes no adorarán a la

bestia ni su imagen. El v. 10 los describe con “perseverancia” (uJpomonh/, cf. 14:12) y “fe”.

Ellos serán capaces de discernir entre la adoración falsa y la verdadera, pues tienen

sabiduría. La sofi÷a, entonces, es otra característica del remanente.2

Podemos resumir las características del remanente escatológico en el siguiente

cuadro:

Apoc. 12 Apoc. 13 Apoc. 14

Mandamientos de Dios Mandamientos de Dios

Testimonio de Jesús Fe Fe de Jesús

Perseverancia Perseverancia

Santos Santos

Sabiduría

El remanente, entonces, posee características que son pragmáticas (mandamientos y

testimonio/fe de Jesús) y operacionales (perseverancia y sabiduría).

Conclusiones

El remanente en el NT se inicia en Jesús. Juan el bautista participa en la

preparación para este evento, llamando al pueblo de Israel a los criterios de la comunidad

1 Fredrick W. Danker, ed., A Greek - English Lexicon of the New Testament and other Early


Christian Literature (Chicago: University of Chicago Press, 1979), 1039


2 Como lectura complementaria, ver Carlos Olivares, “Elementos para descifrar el 666: Una


propuesta”, DavarLogos 8, n. 1 (2009), 57-58; Gerhard Kittel, et al., ed., Theological Dictionary of


the New Testament, 9 vols. (Grand Rapids: Eerdmans, 1976), 7:524.



mesiánica. El remanente no es un grupo cerrado o exclusivo, sino, abierto. Esta apertura

esta en directa relación con la invitación por gracia hecha por Jesús, la cual puede ser

aceptada o rechazada. Los primeros en aceptar fueron los apóstoles, constituyéndose en el

núcleo de la nueva comunidad. A estos se suman los judíos convertidos a Cristo y los

gentiles bajo el mismo criterio. El remanente ya no es étnico-misional, sino cristocéntricomisional.

A este respecto, lo cuantitativo del “resto” se ve eclipsado por lo cualitativo. El

remanente crece, siendo definido ya no por su número, sino por su condición de redimidos

en Cristo y su verdad.



Este remanente se manifiesta a lo largo de la historia, pero en NT hace énfasis en su

rol escatológico. En este periodo cobra una visibilidad que contrasta de manera más

diversa que en otros momentos de la historia. El remanente defiende las verdades del AT y

NT por igual (mandamientos y testimonio de Jesús), lo que le presentará circunstancias

poco favorables a su fe. Este grupo escatológico batalla en un campo ideológico, por lo

cual Dios le habilita con la perseverancia, y con uno de sus atributos: la sabiduría.



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