viernes, 10 de septiembre de 2010

El diablo es como un tiburón!

Dice la Biblia en 1 Pedro 4:8 "Sed sobrios y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar". La idea de un león rugiente es muy intimidante para cualquiera persona que pisa esta tierra. Un león con hambre es capaz de cualquier cosa, si entre humanos, se ha visto a veces tanta crueldad, en los animales es aún peor! El cristiano debe estar atento, despierto de mente y espíritu. La sobriedad se traduce como "tener buen criterio o dominio propio". Los creyentes necesitan vivir en sobriedad, asumir una responsabilidad cristiana ante las adversidades y circunstancias de la vida. Podemos llamarle sentido común, una frase tan necesaria hoy en día.

No solo se necesita para este tiempo final vivir con buen criterio, sino hacerlo de manera ágil y despierta. La ocasión del momento no amerita cruzar los brazos, bajar la guardia o dormirse en los laureles. El velad implica una vida consecuente, que sea capaz de discernir los propósitos y el corazón. La agudeza del alma se recibe manteniendo una relación vital e íntima con Dios, este proceso separará las pasiones de la carne de los intereses celestiales.

¡Cristo esta a las puertas! debemos vivir a la altura de su pronto advenimiento. El que se duerme es devorado por las fauces del enemigo. Dios necesita que su pueblo viva sus verdades eternas, la complejidad de la vida moderna es a veces realmente un obstáculo a la vida eterna, se llena muchas veces a aquellos que deben estar en primera fila con reuniones y burocracia que no terminan nunca, debería haber un cambio en esto! Aún cuando se quiera alcanzar a todo el mundo con el evangelio, este realmente llegará y tendrá efecto cuando tal mensaje sea promulgado con todo el celo y pasión cristiana.

Si queremos que las hileras de dientes diseñadas para matar no nos hagan daño, debemos movernos con agilidad espiritual. Ahora más que nunca se requiere de esto!