viernes, 9 de mayo de 2008

Las imágenes, ¿Es correcto tenerlas, venerarlas o adorarlas? Parte III





(Este tema es un gran paréntesis, que será útil para entender lo propuesto anteriormente)

En mí opinión personal, las artes son genuinas mientras no invadan el terreno de lo moral y religioso con representaciones viles y amorfas, que llegan al punto de degradar los “cánones de vida establecidos por Dios y a él mismo”. Muchas preguntas pueden venir al respecto, una de ellas es, ¿Cuál es la línea de lo “bueno” y lo “malo” en el mundo del arte?, es como la clásica interrogante juvenil, ante muchos temas, donde por su inmadurez les hez difícil reconocer, cuando al igual que la pregunta planteada, dicen, por ejemplo, ¿Hasta dónde pudiera llegar en mis relaciones amorosas?, es una desgastante e inagotable reflexión que no encuentra el final, tal como los hoyos negros en el espacio estelar. Esa delgada línea que separa lo “prohibido” de lo que es “genuino”, siempre martillará la conciencia humana, y llevará a ésta a “guardar” o “rechazar”, según perciba su entendimiento.

Reconozco que este es un tópico muy sensible, pero al mismo tiempo “excitante”, por lo que quisiera “hilar” lo más fino posible en este asunto para no despertar algún “sentimiento encontrado” (sabiendo también que es casi imposible satisfacer a “partes iguales”). La expresión artística, siempre se ha visto como algo genuino, es el vehículo que utiliza el “corazón” para interpretar la vida, es como un caballo salvaje, ¡indomable, que corre libremente por los campos!, el arte no se puede ni se podrá encadenar. En una breve pincelada podemos ver los laberintos que puede recorrer el arte sin ser nunca encerrada y atrapada, ¿Quién no llena sus ojos de asombro al contemplar una obra de Bouguereau pintor clásico del siglo XIX como “Inocencia”, quien con una técnica perfecta hiperrealista es capaz de reproducir, lo que ni siquiera una cámara fotográfica conseguiría . ¿Qué mejor manera de reconocer los horrores de una cobarde masacre, como sucedió en el indefenso pueblo de Guernica, cuando fue bombardeado aéreamente, vileza que llevó a Picasso pintar una de sus más importantes obras, como lo fue el gran mural “Guernica”? ¿Cómo quedarse callado y no suspirar de emoción al contemplar los increíbles planos de profundidad como aparecen en el gran lienzo “Las Meninas” de Velázquez?.

El arte es maravilloso, Pero, ¿Qué pasa cuándo entra al territorio de lo sagrado? ¿Tiene que comportarse de igual manera? ¿Podrá diferenciar lo sagrado de lo común; aún cuando lo común el arte lo presente como sagrado? ¿Es necesario que una pintura o escultura, para que sirva con un “propósito sagrado”, deba mantener su naturaleza libre e indomable?. Si se va a aplicar el arte como expresión sagrada de adoración, ¿No fuera correcto entonces su uso en las iglesias?, ¿Cuál es la diferencia entre un cuadro de Cristo colgado en la casa y uno en la iglesia?, ¿Puede “clasificarse” el cuadro de la casa como “puro” y el de la iglesia como “espurio”?.

Si la concepción de Dios para su iglesia (como plantea correctamente el Nuevo Testamento), era de reunirse en casas y no en templos, pero que con el tiempo, el Templo “lleno de hermanos” es lo que hoy se ha considerado “instancia y lugar adecuado de adoración”(que creo que hay que corregir), ¿Por eso es correcto que se adornen las casas con las imágenes bíblicas y de Cristo, porque no son iglesias?; saltando un poquito a una realidad más ortodoxa en el aspecto de las imágenes ¿Cuál es la diferencia de que para un programa especial que dura un fin de semana, se pueda ornamentar con lienzos grandes de Cristo, pero pensarlo un millón de veces (si es que se piensa) para colocar un escultura de Cristo?. ¿Es porque la escultura evoca un “sentimiento pagano de adoración y la pintura no? ¿Es porque la pintura es un tema ya superado? ¿Será porque la Biblia solo esta aplicando el concepto de “imagen” a la escultura? ¿O es porque se podría acusar a tal iglesia de “paganos” porque están adorando las imágenes?; ¿Sería porque las personas más sensibles podrían desvirtuar su fe en Cristo y depositarlas en las imágenes, como ha transcurrido en muchas iglesias a lo largo de los siglos, y así no ser piedra de tropiezo?.

Son muchas preguntas, la Biblia da una respuesta “no te harás imagen, …ni las adorarás”. El arte, expresión divina dada al hombre, jamás invalidaría esta orden! Cerrando este gran paréntesis, Algunos enfatizan que la tajante prohibición de no adorar imágenes nunca debería aceptarse de manera absoluta, porque en el santuario israelita, precisamente en el lugar santísimo se encontraba el arca del propiciatorio, que con sus dos querubines en ambos extremos adornaba y cubría el arca, mueble más sagrado del santuario. También en otra ocasión Dios mismo ordeno a Moisés construir una serpiente de bronce que fue puesto en un asta donde todos los israelitas “mordidos” debieran contemplar para ser salvados.
Estos dos alegatos a favor de la “despenalización idolátrica” que supuestamente la Biblia esta favoreciendo, realmente no tienen ningún sustento teológico, ya que lo que realmente esta presente en casi todos los libros de las Escrituras es el tema de la prohibición de imágenes, y no el tema a favor de la adoración de imágenes, y segundo, en ambos “supuestos argumentos”, el texto no determina un “vamos” a la adoración de imágenes, sino todo lo contrario.


En el primer caso, las figuras de querubines que adornaban el arca del propiciatorio, eran vistas exclusiva y solamente por el Sumo sacerdote una vez al año, cuando entraba al lugar santísimo en el día de la expiación. El pueblo no tenía acceso a esta obra de la orfebrería, aparte de toda la connotación espiritual que reviste estos dos querubines. Y en el segundo aspecto, la serpiente de bronce, presentada al pueblo “mordido por serpientes” era solo y exclusivamente para ellos. La serpiente en la Biblia es símbolo de Satanás, estaba también presente en las diademas de los faraones, es un símbolo del mal, pero aplicada al mismo Cristo, que “tiene que hacerse pecado (mal)” para salvar al hombre.

Años más tarde cuando el pueblo de Judá servía a la idolatría, Dios levantó a Ezequías quien además de quitar los lugares altos, quebrar las imágenes, y cortar los símbolos de Asera, también hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés y que el pueblo le quemaba incienso. Si esa serpiente hubiera sido apartada por Dios para que el pueblo siguiera recordando “la sanidad y salvación una vez por medio de ella ofrecida simbólicamente”, nunca lo habría permitido. Dios nunca puede ser representado, porque él no puede ser dominado por el espacio, materia ni tiempo, tratar de representarlo es intentar achicarlo.

Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;
19 porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.
20 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
22 Profesando ser sabios, se hicieron necios,
23 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
24 Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos,
25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.

jueves, 8 de mayo de 2008

Las imágenes, ¿Es correcto tenerlas, venerarlas o adorarlas? Parte II



El concilio de Elvira, mencionado en el segmento anterior, establece un precedente para erradicar las pinturas de las iglesias que incitaba a sus miembros adorar. En este punto, es necesario ingresar al camino del arte para entender como se concibe la teología (aunque algunos plantean, que la religión pone las pautas del arte o sea, como se creía, se construía, pintaba y esculpía). La historia del arte es tan vasta, porque trata justamente de la historia de la humanidad, es el arte quien clasifica las etapas y las ordena, es el arte, el encargado de expresar los sentimientos, las emociones, la religiosidad.

El mundo artístico donde la iglesia primitiva del primer siglo le toca surgir, daba suma importancia a la pintura, escultura y arquitectura (estas tres artes generalmente se estudiaban juntas y se las trataba como unidas e inseparables), éstas artes con una fuerte influencia griega, especialmente la pintura, estaba presente desde las casas hasta los palacios y edificios. Los romanos eran célebres en el uso de la pintura sobre tabla (también trabajaban el fresco), decorando en forma de mural muchos espacios de las casas con temas que van desde las “especialidades” que presta una prostituta hasta delicadas escenas de amorcillos, como se pueden ver en pinturas restauradas de ciertas casas de Pompeya, ciudad destruida por el volcán Vesubio en el año 79 d. C.

Justamente desde la primera mitad del siglo I hasta la segunda mitad de dicho siglo, la pintura se pasea por dos estilos que no necesariamente se apartan radicalmente sino que se complementan. En la primera mitad, las pinturas se hacen con el fin de ornamentar, no es preciso pintar en dimensiones o planos para buscar una perspectiva tridimensional (lo que si sucede en la segunda mitad del mismo primer siglo, donde la pintura adquiere un aspecto mas profundo, a lo que llamó Leonardo da Vinci 1450 años después “perspectiva aérea, los objetos o personas en sus contornos no delineados, más bien borrosos, para lograr las perspectivas o profundidad deseada), lo que realmente interesa es el aspecto decorativo, que resulta en embellecer un sala o un cuarto de una casa.


De esta manera uno puede entender, que las pinturas de santos y temas bíblicos, realmente tenía un propósito no tan “pagano” en el seno de la iglesia, sino más bien decorativo, porque esa era la visión con que se concebía las obras pictóricas, ¡y que mejor lugar que una iglesia para mostrar la belleza del arte, que sin duda es un don divino, al mismo tiempo que enseña los caminos de Dios mismo! Sin lugar a dudas, éste “no tan mal” asentaría las bases para “un mal peor” en el “presente futuro”.
Las pinturas ya por los siglos III y IV obedecen también a este estilo clásico de plasmar la realidad de manera formal, con una pincelada bien estilista. En las catacumbas, hay testimonios de frescos que representan escenas bíblicas del Nuevo Testamento. En uno de ellos Jesús es representado como el buen pastor, que si bien es una excelente obra no puede esconder la sombra de la inspiración en la idea principal, que es el dios griego Hermes.

Por temor a una invasión secularista sobre lo sagrado (las artes vistas desde esa perspectiva como la entendían algunos connotados, entre ellos Sereno), que estropee y de destruya la verdadera adoración y relación del creyente con Dios, es entonces menester, que se alejen y destruyan estas “evidencias artísticas” porque estaría exponiendo lentamente a los hermanos en la línea abierta y ancha de la idolatría. Y como se sabe, el ser humano siempre quiere plasmar su fe; es una tendencia casi natural, en mi opinión producto del pecado, hacia la idolatría.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Las imágenes, ¿Es correcto tenerlas, venerarlas o adorarlas? Parte I


Conversando con un colega, surgió la pregunta ¿En qué punto de la historia comenzó la tenencia y adoración de las imágenes? Creo que él tocó un muy buen punto, que tal vez sea la pregunta de muchos y que es el propósito contestarla en este sitio.


Me gustaría destacar algunos textos bíblicos y frases de personas prominentes en el mundo teológico.
“No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos” (Éxodo 20:4-6) texto clave del Antiguo Testamento.
“Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró. Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre”. (Hechos 10: 25,26)

“Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas.
Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios”
. (Apocalipsis 22:8,9). Dos textos claves del Nuevo Testamento.

¿Sería lo citado suficiente, para reconocer la desaprobación bíblica del uso de las imágenes y su adoración? Démosle un vistazo a algunas declaraciones de personas destacadas en la conducción de la Iglesia en los primeros siglos de la era cristiana.

“Toda imagen o estatua debe llamarse ídolo porque no es otra cosa que materia vil y profana; y por eso Dios, para quitar de raíz la idolatría, ha prohibido en su culto cualquier imagen o semejanza de las cosas que están en el cielo o en la tierra. Prohibiendo igualmente su fabricación; y es por eso” (Contra Celsum, v.4.MG 11). Clemente de Alejandría 200 d.C.

“¿Para qué postrarse delante de las imágenes? Eleva tus ojos al cielo y tu corazón; allí es donde debes buscar a Dios”(Ad Demetr..pág.191). San Cipriano

“Que no sea nuestra religión el culto de las obras hechas por mano de hombre…Que no sea nuestra religión el culto de los animales. Pues son mejores que ellos los más ínfimos hombres, a quienes, sin embargo, no debemos rendir culto. Que no sea nuestra religión el culto de los difuntos, porque si vivían una vida santa, es imposible creer que desean tales honores, antes desean que demos nuestro culto a Aquél por quien debemos ser participantes con ellos de la salvación. Por lo tanto, tenemos que rendirles honor imitándoles, y no rindiéndoles culto religioso” (De vera Rel., LV, 108; ML 34, 169). San Agustín 389 d.C.

“La única imagen que nosotros debemos hacernos de Cristo es tener siempre presente su humildad, sus paciencia, su bondad, y esforzarnos para que nuestra vida en todo se parezca a la suya. Aquellos que andan en busca de Jesús y de sus apóstoles pintados en las paredes, lejos de conformarse a la Escritura, caen en el error” (De consens. Evang., lib. 1, cap. 10). San Agustín 389 d.C.

Las declaraciones mencionadas, establecen claramente como se percibía la adoración de las imágenes. Esta concepción no es muy grata; en realidad, era algo repugnante que daba ocasión a una severa condenación ya que estaba peligrando la base teológica de la adoración a Dios y la salvación. Las frases expuestas dan a entender que el culto pagano, plagado de imágenes, estaba presente o se estaba introduciendo en la vida y liturgia de la iglesia y fieles.

En este contexto es muy necesario ver, lo que el arte en su aplicación de exteriorizar sus “sentimientos” a través de las formas, colores y sonidos, asienta importantes precedentes que ayudarán para la implementación de esta falsa adoración (adoración de imágenes). Gregorio el Grande (540-604), obispo de Roma en dos cartas a Sereno, obispo de Marsella escribe

“Recibimos las nuevas de que tú, hermano mío, viendo a algunos individuos adorando las imágenes las hicisteis pedazos y las arrojaste. Te alabamos por haber hecho sido celoso de que ninguna cosa hecha por los hombres sea adorada; sin embargo, nuestra opinión es que no debías haber tratado a las imágenes con violencia. Porque las pinturas se ponen en las iglesias para que los ignorantes lean en las paredes lo que no saben leer en los libros. De modo que, hermano mío, debías haberla conservado, prohibiendo a la vez que el pueblo las adore” (Epíst. VII. 3).

“Al prohibir la referida adoración, mereciste nuestra aprobación. Sin embargo, te reprobamos el haberlas destruido… Una cosa es adorar una pintura, y otra aprender lo que ella enseña tocante al que debe ser adorado. De modo que si alguna persona quiere hacer imágenes. No debéis impedírselo; pero sí, de todas maneras, debéis prohibir el culto a las imágenes… y enseñar al pueblo que se postre solo en honor del Todopoderoso y de la Santísima Trinidad” (Epíst. IX. IV. 9)

En estas cartas se explica la observación del papa Gregorio a Sereno, de que las pinturas en las iglesias, eran un “medio pedagógico” de enseñar (no de adorar) a los analfabetos e iletrados creyentes, las doctrinas bíblicas y los asuntos de la iglesia. Pero muy sutilmente, como era por su gran inteligencia, el papa Gregorio deja bien en claro que si alguna persona quiere hacer imágenes, no hay porque impedírselo, pero sí el adorarlas. De esta manera, ya se forma un precedente, los creyentes, según la voz mayor de la iglesia podían tener imágenes pero no adorarlas. El primer paso aquí permitido, es su uso, el segundo paso aquí no permitido, es su adoración (que poco después se permitirá, a pesar de existir varios concilios cristianos que prohibieron el uso y la veneración de imágenes, aspecto que consideraremos en el otro bloque, pero que ahora solo presentaré un adelante.


Unos 290 años antes de que el papá Gregorio dijera tales palabras. En España, en el Concilio cristiano de Elvira, realizado en el año 305 como se expresa en su canon 36, se prohibió expresamente la presencia de pinturas en las iglesias: "Se dispuso que no debe haber pinturas en las iglesias, para que lo que se venera y se adora no se pinte en las paredes".







lunes, 5 de mayo de 2008

¿ Son las riquezas un símbolo de bendición ?



Esta es una pregunta polémica dentro de las filas de la iglesia, porque siempre se ha visto que los pobres y aquellos que no "progresan" (marco la diferencia) en la vida, no son bendecidos por Dios y a los que les va bien, son el justo resultado de su fidelidad a Dios, por lo que en retribución a esa fidelidad Dios le bendice. La Biblia tiene ejemplos de pobres justos y ricos justos, y de pobres impíos y ricos impíos, es como si uno dijera "al que le tocó le tocó".


En Deuteronomio 28: 1-14 en la forma de un pacto político que era bastante común en el mundo cercano y medio oriental, y utilizando la profecía como elemento predictivo condicional, Dios establece las bases de sus bendiciones y maldiciones para el pueblo. Estas vendrán de acuerdo a la obediencia o desobediencia. Por lo que deducimos que el texto lo que esta diciendo es que, las riquezas (símbolo de prosperidad) vienen porque Dios da la "habilidad" para hacerlas.


Creo que la pobreza nunca estuvo en el plan de Dios, es una consecuencia del pecado, pero no es pecado. La acumulación de riquezas obtenidas por opresión y gastada desordenadamente, y de manera egoísta, es una consecuencia del pecado; ¡pero sí es pecado!, son los síntomas del orgullo y la codicia (esencia de lo que dio apertura a lo conocido por pecado, manifestado por primera ves en la persona angelical de Lucifer). La palabra hebrea "jatta"(aunque existen otras más) para pecado, ilustra muy bien esta idea, significa primeramente "no dar en el blanco" y segundo, la culpa que acompaña al acto de errar en el blanco. Ahora, si la pobreza es por asunto de pereza, "deseo de no dar en ningún blanco de la vida", desinterés total por surgir, entonces se esta violando en esencia el mismo principio divino que viola también el que es opresor, egoísta y desordenado en sus riquezas.


El texto de Marcos 10:23 dice "...¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!" claramente se observa que las riquezas se pueden convertir en un impedimento "peligroso" para la salvación. Al comparar entonces los dos textos planteados, se ven dos ideas, que aparentemente se contrastan, pero que en realidad manifiestan la idea de complemento. Eclesiastés 5:19 dice "asimismo, a todo hombre a quien Dios da riqueza y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios".


Las riquezas (en el contexto del que estamos hablando) son un don de Dios como lo es el don de la administración para el administrador. Abrahán y Job en el Antiguo Testamento, Nicodemo, José de Arimatea y Filemón en el Nuevo Testamento fueron hombres riquísimos como también lo es en la actualidad "Bil Gates". Si la riqueza ha venido por herencia "honesta" es una bendición recibida. Si la riqueza ha sido producto de trabajo honrado, buenos negocios donde Dios ha sido puesto primero y también el prójimo, también es una bendición, ¡se puede mostrar (sin ningún temor o duda) como una evidencia de que Dios prospera!. Si mi "pobreza" es la consecuencia de "despilfarrar" la vida y las oportunidades que se me ha presentado, es evidencia que que el pecado ha imperado y bloqueado las ventanas de los cielos. Si la pobreza ha venido por causas ajenas a la persona, entonces se pueden ver como "una prueba donde Dios también puede ser glorificado!, que son caminos insondables de explicación alguna por lo menos en nuestro presente. Nunca debemos considerar la "pobreza" como un camino abierto a la "prosperidad espiritual", ni las grandes riquezas adquiridas "correctamente" y su "generoso" uso en la obra de Dios como trampolín para ser "persona ya salvada" (entiéndase el pensamiento).


Como último, podemos decir que la Biblia, especialmente en el caso de Cristo no tuvo palabras de censura para los ricos de su tiempo, si dio muchos ejemplos a través de parábolas, el uso que debía hacerse con las poseciones. Jesús dijo "Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos" (Mateo 5:3). la palabra traducida aquí para pobres es "ptojos" que literalmente describe a uno que es mendigo, alguien que tiene que pedir limosna para vivir y que tiene que arrastrarse inválidamente, es una persona que no tiene "ninguna forma de hacer dinero". Otra palabra para pobre que se usa es "penicros" que hace referencia a una persona necesitada, pero no pordiosera.


Una persona que es "penicros" tiene un poco, a diferencia del que es "ptojos" que no tiene absolutamente nada. Aquí Jesús habla metafóricamente, el ser humano para subsistir tiene que depender "necesariamente" de Dios. Es verdad que el pobre tiene ventajas en este aspecto en relación al rico, ya que sus tentaciones son menos y menores. El rico confía más en sus poseciones que en lo que se le prometió mañana, los pobres confían más en lo que se le dará mañana, porque no tienen poseciones en el presente. Dios quiera que sea cual fuera la condición de cualquiera que lea este articulo "que necesitamos imperiosamente limosnear por el favor de Dios". Seamos ricos o pobres, no estamos en condiciones para poner "condiciones", todos, tenemos que ponernos bajo "Su merced".

domingo, 4 de mayo de 2008

ACLARACIONES A LAS CITAS DE ELLEN G. WHITE.


Conceptos científicos supuestamente disparatados e incluso gravemente inmorales. (PARTE I)

A. Afirmó que algunas razas era frutos de la relaciones sexuales entre animales y hombres (Spiritual Gifts, vol. 3, p.64, 75; The Visions of Mrs. E.G.White, p. 103)

Esta declaración de EGW ha sido mal comprendida. En primer lugar refutamos como se ha formulado la expresión, ya que la cita de EGW no dice así. Esta cita, escrita en 1864, y reimpresa en 1870, dice así:
“Pero si hubo un pecado, más que otro, que hizo necesaria la destrucción de la raza humana por medio del diluvio, fue el vil crimen de la amalgamación del hombre y la bestia, lo cual deformó la imagen de Dios y causó la confusión en todas sus partes. Dios decidió destruir esa raza poderosa y longeva que había corrompido sus caminos delante de él…” (Spiritul Gifts, t.3, p. 64).
“Todas las especies de animales que Dios había creado fueron preservadas en el arca. Las especies mezcladas que Dios no creo, y que fueron el resultado de la amalgamación, fueron destruidas por el diluvio. Desde el diluvio ha habido amalgamación de hombres y bestias, como puede verse en las innumerables especies de animales y en ciertas razas de hombre” (Spiritual Gifts, t.3, p. 75). (los énfasis son nuestros).

Al revisar con detención las citas, sobre todo en los énfasis que hemos colocado, la palabra “entre” no aparece. Simplemente se habla de una especie de manipulación a nivel genético, humano y de bestias por separado, cada uno según su especie. Complementando la dos citas, se ve que EGW se estaba refiriendo solo a animales y solo a humanos, y no a una “súper raza” producto de una mezcla de seres humanos con animales.

En otras ocasiones, EGW utiliza la palabra “amalgamación” para referirse en forma metafórica a la actividad perniciosa de Satanás en la creación divina. Ella describe como cada especie, de plantas o de animales, fueron corrompidos por medio de la amalgamación con elementos corrompidos de su misma especie. También la utiliza para referirse al carácter del cristiano, expuesto a los elementos perniciosos del mundo (Ver Review and Herald, 32/8/1892).

Al reconocer que Satanás ha sido un agente activo en la corrupción del plan de Dios, podemos comprender mejor lo que EGW puede haber querido decir cuando se refirió a la amalgamación. EGW nunca insinuó la existencia de seres sub-humanos o de ninguna clase de relación animal-humana híbrida. Ella habló de “especies de animales” y de “razas de hombres”, pero nunca de alguna clase de cruzamientos de animales con seres humanos.

Respecto a esta cita, le preguntamos al Dr., PhD., Ben Clausen, físico nuclear de la Universidad de Loma Linda. Nos mencionó primeramente que ningún científico ha llegado a entender plenamente lo que ella quiso decir en esa oportunidad. Pero hay ciertos datos que nos iluminan un poquito más la comprensión de lo que ella quiso decir.

La cita de ella declara que no hubo un pecado mayor que el de la amalgamación de hombre y bestia. Si entendemos este pecado como tan grande que habría colmado la copa para que se efectuara el diluvio, es difícil aceptar que haya sido solo hombre con hombre, y bestia con bestia. Pero esto es solo una evidencia de la posibilidad de cruzamientos ilícitos entre hombre y bestias antes del diluvio.

La otra cita de ella hace alusión a la condición después del diluvio, para la cual el doctor nos dio una información interesante; que había una corriente científica a comienzos del siglo XIX que postulaba que habría existido una raza como resultado de estos cruzamientos. Sin embargo, el doctor afirmó que hay base científica suficiente para comprobar la diversidad de las especies por cruzamientos normales entre. Como ejemplo, nosotros colocamos el caso de la asna.

Como información anexa, consideramos importante mencionar el hecho que las diferencias de una raza a otra se pueden dar por combinaciones genéticas. Ciertos rasgos faciales como el dolor de la tez o físicos como la estatura, están determinados por factores genéticos y ambientales. Frente a estos cambios, hoy, casi nadie se asombra.
“Los estudios genéticos dan informes de mezclas de poblaciones, por ejemplo, los negros americanos tienen como medida, 1/3 de antepasados blancos. La población puertorriqueña, por el contrario, no es explicable como mezcla de negros y blancos, lo que sugiere una fuerte influencia de los primitivos habitantes de la isla.
La diferencia genética entre distintas poblaciones, aunque pequeñas, iluminan con datos objetivos las antiguas relaciones entre ellas. Así se han podido establecer parentescos probables entre distintos pueblos. Las distintas regiones de España presentan poblaciones extraordinariamente parecidas entre sí, y muy parecidas a otras poblaciones de la Europa occidental, pero significativamente distintas de las norte-africanas y árabes (Nuestros Genes, p. 45).