viernes, 16 de septiembre de 2011

La traslación a los cielos

El aire logra suspender al cometa de la foto (hecho por mí) artefacto que entre varillas, papel, hilo y tela debe pesar unos 300 gramos. ¿Qué suspenderá a los hijos de Dios cuando asciendan a los cielos en el contexto de la segunda venida de Cristo? ¿Qué ley de la física desconocida se pondrá en rigor para tal situación? ¿Será esta suspensión un milagro? 

Pablo dice "y luego nosotros, los que estamos vivos ascenderemos al cielo para estar con Jesús para siempre". Esto es lo que me encanta de la verdad bíblica que es tan sencilla para creerla y tan profunda para nunca conocerla completamente. Los científicos se preguntan cómo, los educados prefieren no tropezar con estas enseñanzas para no sentir la influencia del testimonio. Y los que sencillamente creen esperan el acontecimiento sin importar cómo, cuándo, o por qué.

Hoy nos enfrentamos  a fuego cruzado entre creyentes y ateos, pero son los agnosticos los que llevan la delantera. A ellos les da lo mismo si Jesús vivó en Nazaret, si Pablo estuvo en el Areópago o si hay un Dios. Estas verdades no influyen necesariamente su manera de vivir. Si en tal caso fuera necesario la aceptarían, aquí esta el gran problema humano que se traduce "si esto me sirve me lo quedo, sino, lo dejo". Cuando Cristo venga, los creyentes que por la gracia lo han aceptado tendremos el privilegio de viajar por la troposfera, estratosfera, mesosfera, ionosfera y la exosfera, la última capa de la atmosfera de la tierra para adentrarse a un espacio que se ve infinito. Cuando uno apenas sube algunos metros y ya cuesta respirar, ¿cómo será vivir algo así ?

El evangelio muchas veces lo hemos aprisionado a nuestra mente finita y frágil. Al cuestionar a Dios, cualquier cosa que parezca milagro se ha negado, dudado y si no hay argumento para refutarlo, ignorarlo. Un día Cristo vendrá y ya no habrá dudas, y muchos dirán "he aquí este es nuestro Dios lo hemos esperado y él nos salvará", pero otros preferirán esconderse y pedir la sepultura de sus cuerpos por medio de las rocas. Ahora, como "aparentemente" no hay nada que perder se ve la dilación, pero, cuando llegue el momento por ascender todo cambiará.