jueves, 14 de octubre de 2010

¡EL RESCATE!

Recuerdo cuando tenía unos 17 años, que un joven conocido en el ambiente de la iglesia tuvo que internarse de urgencia en el hospital. Aproximadamente como cuatro semanas no estuvo expuesto a la luz del sol. Cuando la mayoría de las personas le fue a visitar al término de sus dias de internancia (que era el tiempo de poder visitarlo), lo más asombroso era el color de su piel. Un blanco sinc de su rostro nos diferenciaba notablemente a cuántos acudíamos a verlo. Los rostros de estos mineros, después de 70 días sin ver la luz del sol ha emblanquecido su piel. También, se han "emblanquecido" sus sueños al luchar por la vida y el de poder reunificarse junto a sus familias.

Esto es algo impresionante, sin embargo, la única blancura del corazón la puede hacer Dios. El segundo minero rescatado, Mario Sepúlveda, un hombre muy extrovertido dijo frente a las camaras, "Estuve con Dios y estuve con el Diablo. Me agarré de Dios, tomé la mejor mano. Siempre supe que Dios nos iba a sacar”. Mario dijo una gran verdad, solo tomado de la mano de Dios puede el hombre ganar la victoria al pecado. Este espectacular rescate es un modelo humano de como podría ser el rescate de Dios cuando venga a buscar a su pueblo.

La humanidad vive sumergida en el fozo de la desesperación, el pecado es un gran abismo. No hay escapatoria, no hay salida, no hay plan B, C, D o hasta la Z. Sencillamente, Uno no puede salir. Ahora, Dios interviene introduce la sonda, por medio de esta vienen los alimentos, ropas, medicinas, etc. pero tampoco nos puede sacar. Cristo es la sonda y la cápsula, por medio de él la humanidad puede vivir con esperanza, puede y debe vivir pensando que la brecha fue abierta y que ahora puede fluir una línea de esperanza y puede ya saborear la salvación, sin embargo, no es suficiente. Claro esta que la primera etapa de la salvación ya se consumó y posibilita la segunda, la de la extracción!

Cristo esta por volver!, así como mil millones de personas presenciaron este rescate en todo el mundo, cuándo él venga TODO OJO LO VERA. Los rescates generalmente se planifican arriba, se descienden para después subir con el objetivo. De igual manera la Deidad, planificó el rescate de la humanidad. Cristo fue el rescatista que descendió a lo más oscuro, cuando bajó a este mundo lo hizo con el propósito de subirnos, de sacarnos del pecado. Si embargo, cuando él baje nuevamente el pecado será destruido definitivamente y haga esa obra de purificación en esta tierra. Entonces descenderemos para vivir en un mundo nuevo perfecto y recreado por Dios. Ya Dios no tendrá que bajar a visitar a sus hijos, sino que vivirá permanentemente en medio de ellos. ¡Que alegría será el de vivir ese día cuando el Señor venga! ¡Que alegría será ver que el pecado ha sido elimando para siempre de la faz de la tierra y ya no tendremos que vivir experiencias de separación! ¡que maravilloso contemplar a Dios cara a cara por la eternidad!

El que promete volver es Cristo, su palabra es segura y merece la atención. Su rescate esta próximo, hace falta despertar, hace falta anunciar, hace falta vivir el evangelio de la salvación!