viernes, 18 de noviembre de 2011

RESEÑA CRÍTICA DEL ARTÍCULO “REVELACIÓN E INSPIRACIÓN” DE PETER M. VAN BEMMELEN

Introducción

La revelación de Dios es el fundamento de la fe cristiana. A través de la Escritura podemos percibir el registro en como Dios se exteriorizó por medio de su Hijo. Sin esta revelación divina la humanidad hubiera estado completamente perdida en el pecado. La revelación no solamente fue el traer al Hijo, sino salvar por medio de él. Por este medio, Dios se da a conocer en el aspecto personal, de esta manera, el Hijo es la revelación especial. Este hecho la Biblia lo registra. Aún cuando ésta no esta exenta de críticas históricas, lingüísticas, teológicas, éticas, etc. Los escritores bíblicos y sobre todo Jesús, aceptaron las Escrituras como la Palabra de Dios dada por el Espíritu Santo en el lenguaje humano. Estos elementos divinos de la revelación e inspiración siempre serán insondables para la mente humana, sin embargo, se es necesario dialogar sobre ello en nuestra finita comprensión, pues son ejercicios significativos para potenciar una fe cristiana emergente e inteligente.

I. Revelación:

A. Definición:

El verbo revelar como el sustantivo revelación se usan tanto en la Biblia como en la literatura secular para dar la idea de “descorrer el velo”. Esta implícita la acción pasada como futura, lo que ya ha sido revelado y lo que esta por revelarse. En este plano de la revelación, Dios se ha dado a conocer utilizando diversos canales, pero más plenamente en la persona de Jesucristo, en quien conocerlo, consiste la vida eterna. Esta es la esencia de la revelación.

B. Terminología Bíblica

1. Antiguo Testamento

La terminología bíblica es abundante para describir el aspecto de la revelación, las diversas maneras en que Dios se comunica con los seres humanos. Los escritores bíblicos siempre tuvieron la convicción de que ellos eran los recipientes y mensajeros de la revelación divina. A través del siguiente cuadro se podrá considerar algunos términos, citas bíblicas y sus énfasis más destacados en el AT y el NT.

Cuadro 1. Paralelos de revelación en el Antiguo Testamento

Término / frase

Referencia bíblica

Énfasis

Galah

verbo, aparece 28 veces en el AT

-

Da la idea de descubrir algo que estaba cubierto o escondido.

Rut 3:4

Referencia secular. Rut descubre los pies de Booz.

Dan. 2.9

Referencia divina: Dios revela el sueño a Nabucodonosor.

Nagad

verbo, aparece solo una vez en el AT

Gen. 41:25

-

“Palabra de Jehová que vino al profeta Jeremías”

Jer. 47:1

Aspecto auditivo. Son muy numerosas en la Biblia.

“Así dice el Señor”

Amós 1:3

Aspecto auditivo

Ra’ah

Verbo

-

Aspecto visual: enfatiza el proceso de la autorrevelación de Dios. Se traduce como; “ver”, “ser visto”, “aparecer”, “hacer ver”, “mostrar”, etc.

Jazah

verbo

Aspecto visual: significa “ver en visión o sueño”, “contemplar”.

Ro’eh

Sustantivo

1 Sam. 9:9

Aspecto visual: significa “vidente”.

Ma’reh

Sustantivo

-

Aspecto visual: significa “vista”, “apariencia”.

Jawah

-

Sentido cognitivo: significa “dar a conocer”, “publicar”

Yada

-

Sentido cognitivo: significa “conocer”, “dar a conocer”

“He aquí yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra”.

Gen. 6:17

Eventos específicos atribuidos a la acción o intervención de Dios

Teofanía

Éxo. 19:1-6

Mostrar el carácter, la voluntad y el propósito amante de Dios y la relación especial con su pueblo, y por medio de este a todos los demás pueblos de la tierra.

Nabí

Exo. 7:1,2

Significa “profeta”

Sentido pasivo “uno que es llamado”. Se destaca el origen divino del ministerio profético

Sentido activo “el que llama”. Se destaca la tarea del profeta como portavoz de Dios.

Los profetas no solo proclamaron la palabra del Señor, sino que también escribieron muchas cosas de las que le fueron reveladas; ejemplos, la “Torah” redactada por Moisés. Daniel, en una ocasión dice “Me puse a investigar en las Escrituras[…] la palabra de Yahveh dirigida al profeta Jeremías” (Dan. 9:2, BJ). Sin duda que la carta a los Hebreos resume todo el proceso de la revelación divina del AT “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas” (Heb.1.1).

2. Nuevo Testamento

El NT también usa diversas palabras para comunicar la revelación divina. Ver el cuadro 2.

Cuadro 2. Paralelos de revelación en el Nuevo Testamento.

Término / frase

Referencia bíblica

Énfasis

Apocalypto

verbo

Rom. 1:17

Significa “revelar”. Se refiere a revelaciones de la justicia e ira de Dios.

Apocalypsis

sustantivo

1 Cor. 1:7

Significa “revelación”. Se refiere a la segunda venida de Cristo.

Faneroo

participio

Rom. 16:26

Significa “descubrir o revelar”.

Gnorizo

participio

Efe. 1:9

Significa “dar a conocer”

Deiknymi

verbo

Juan 5:20

Significa “hacer notar”

Epifaino

verbo

Luc. 1:79

Significa “aparecer”, “mostrarse”

Jrematizo

participio

Mat. 2:12

Significa “impartir una revelación”

“revelación de Jesucristo”

Gál. 1:12

Pablo es de los autores, el que más presenta a Cristo como la revelación plena de Dios.

Cristo esta revelado en la Escrituras, cuando ya la voz de los escritores bíblicos no pueda oírse, el Espíritu Santo seguirá exponiendo el ministerio de Jesucristo a todas las naciones hasta su segunda venida.

En el NT, no existen las frases típicas del AT como, “vino palabra del Señor” o “así dice el Señor”. A pesar de que no existan, constan diversos tipos de revelación, ejemplos, Dios se comunica a través de sueños (Mat. 1:20), visiones (Hech. 11:5) y las terminologías más referentes del NT están direccionadas hacia Cristo, “nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo” (Mt. 11:27). Toda la revelación de Dios en teofanías, visiones, sueños, declaraciones proféticas, et. ha encontrado su culminación y cumplimiento en la encarnación del Hijo. “El que me ha visto a mí, ha visto al padre” (Juan 14:9) este lenguaje es el más sublime, Dios revelado en forma humana.

II. Revelación General

A. Introducción y definición

Generalmente, el lenguaje de la revelación se emplea en conexión con personas, con el mundo natural y la conciencia humana. En este aspecto la revelación es tanto interna como externa, pues al lugar que el hombre vaya será confrontado con la obra de Dios. Pablo dijo “En él vivimos, y nos movemos, y somos” (Hech. 17:28).

¿Podrá la revelación proveer los elementos necesarios para tener un conocimiento racional de Dios? ¿Cuál es el concepto que tendría de Dios al presenciar constantemente el mal, sufrimiento y muerte? ¿Dios es o no conocido por las religiones que no son judeocristianas? ¿Se ha revelado Dios universalmente de manera que cada religión conduce a un conocimiento salvador de Dios? En su alejamiento de Dios, los seres humanos no comprenderían fácilmente recibir e interpretar la revelación de Dios. Más difícil aún, responder con amor y fe a esa revelación.

B. Modalidades de la revelación general

Son tres las modalidades en termino general, aunque la Biblia sanciona esta distinción, los cristianos discrepan en relación a cuanto sirve la una de la otra como intermediaria.

a. La naturaleza

b. Los seres humanos

c. La historia.

1. Naturaleza

Los escritores bíblicos se refieren a los fenómenos de la naturaleza como una revelación de Dios y sus atributos. Los salmos manifiestan este aspecto al alabar al Creador de los cielos y la tierra (Sal. 19: 1-6) Job, Isaías, trasmiten el mismo mensaje. Jesús ilustró con la naturaleza la verdades espirituales. Si Dios muestra su cuidado por las criaturas más sencillas como las aves, ¿cuánto más cuidará de sus hijos?

Los fenómenos de la naturaleza proporcionan un cuadro ambivalente del bien y del mal. A veces se convierte en un instrumento de juicio, ej. El diluvio, mayor desastre natural de la tierra. Aunque las Escrituras muestran que los desastres naturales pueden ser el resultado de la actividad satánica, como es el caso en Job 1 y 2. El control al final recae sobre Dios. La naturaleza muestra también el cuidado, la gloria y la sabiduría de Dios.

2. Seres humanos

Los seres humanos constituyen una modalidad de la revelación general, a pesar de llevar las huellas de la caída, todavía manifiestan las marcas del gen divino. David exclamó ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria? Y también se respondió “Dios lo había coronado de gloria y honra” (Sal. 8:4, 5).

El ser humano tiene un conocimiento intuitivo de Dios. La razón desempeña un papel crucial para recibir y comprender la revelación y para captar la verdad divina, pero no las genera. “¿Descubrirás tú los secretos de Dios?” Le expresaba Zofar a Job. La razón humana no es presentada en la Biblia como fuente de un verdadero conocimiento de Dios.

3. Historia

La historia es también otra modalidad de la revelación general, según muchos estiman. Dios es quien dirige los asuntos de las naciones. En Daniel 2:21 se confirma “El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes”. La Biblia le da propósito y significado a la totalidad de la historia humana, pero solo la revelación divina es reconocida a través de la historia cuando Dios mismo provee una interpretación divina de sus eventos.

La naturaleza, los seres humanos y la historia indican que cada unos de ellos constituye un vehículo de la revelación divina, pero aún así, esta revelación solo no es una fuente adecuada para una teología natural. No puede ofrecer un conocimiento de Dios que pueda traer seguridad, paz y reconciliación con el Creador.

C. Teología natural y salvación de los gentiles

Uno de los temas más debatidos a través de los siglos, tiene que ver si es posible tener un verdadero conocimiento de Dios partiendo del mundo natural y a través del razonamiento lógico. La razón universal (gr. logos) los griegos la asociaron con Dios. Se le llamó la teología natural para separarla de la “teología mítica” que estudiaba el conocimiento de los dioses. Pablo que estaba familiarizado con esta teología, sin usar la palabra, evidenció por medio de sus escritos que era inadecuada para conducir a las personas al Salvador. “el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría” decía el apóstol (1 Cor. 1:22).

La sabiduría obtenida de las obras de Dios por quienes no están iluminados por el Espíritu de Dios conduce a la idolatría antes que a una verdadera adoración y reconocimiento de Dios como Creador, “cambiando la verdad de Dios por la mentira, honrando y dado culto a las criaturas antes que al Creador” (Rom. 1:25).

La acción salvadora solo se efectuará en las personas cuando el Espíritu Santo despierte las percepciones espirituales. La Biblia conecta la acción transformadora del Espíritu con la proclamación de la Palabra de Dios, el evangelio de salvación por medio de Jesucristo “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 4:6).

III. REVELACION ESPECIAL

A. Introducción y definición

La separación de Dios producido por el pecado, ha suprimido y distorsionado el conocimiento de Dios. Todos, desde el hombre hasta la naturaleza han quedado expuesto a la separación, vergüenza y temor. Por medio de Cristo todo el universo tendría la anterior armonía. Jesús es la revelación especial, en contraste con la revelación general que es universal, accesible a todos y donde Dios es conocido como Creador y Sustentador. La especial va dirigidas a seres humanos específicos ya que se ha revelado en forma personal para reconciliar al mundo consigo mismo.

El centro y sustancia de la revelación especial es la persona de Jesucristo, Dios en carne humana (Juna 1:14). Desde miles de años antes, Dios preparaba el acontecimiento de la venida de Cristo. La elección de los apóstoles para presenciar su vida, muerte y resurrección fueron testimonios confirmatorios de Dios. Por ello Pablo dijo que la iglesia se edificó “sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo” (Ef. 2:20). Bajo la mano de la providencia divina, los escritos se reunieron para formar el AT y el NT.

Por eso podemos definir que la revelación especial es todo el proceso por el cual Dios se ha revelado a si mismo y su propósito redentor para la humanidad a través de Israel, los profetas, los apóstoles, pero supremamente por Jesucristo. Es también el medio, por el cual Dios continua revelándose a través de las Escrituras bajo el poder del Espíritu Santo, quien ilumina y convence, y mediante la proclamación de la iglesia a todas las naciones de la tierra. Por esto, en el sentido más profundo, revelación y redención son uno solo.

B. Características de la revelación especial

La revelación especial es selectiva, redentora y acomodaticia. En la primera, Dios se comunica con seres humanos específicos sobre la base de Persona a persona. En la segunda, el foco principal esta en que Dios salva y restaura y en la tercera culmina con la encarnación del Hijo de Dios.

1. Revelación especial como selección

Cuando Dios se reveló a la humanidad, escogió personas específicas por quienes expresó su voluntad y carácter. Con Abraham hizo pacto prometiéndole descendencia y bendiciones. Esta promesa fue repetida y confirmada a Isaac y Jacob. Estas revelaciones fueron a través de teofanías. Israel fue el recipiente y canal de la revelación especial. El éxodo fue un punto culminante de la autorevelación de Dios. Allí Dios proclamó su carácter compasivo, misericordioso y legislador, esto quedó grabado en la conciencia de Israel como nación.

Dios mismo, llama al oficio profético, a hombres y mujeres. El trato con la nación escogida fue único, un salmista dijo “no ha hecho así con ninguna otra de las naciones; y en cuanto a sus juicios, no los conocieron” (Sal. 147:20). Solo Israel adoraba al verdadero Dios, tuvieron los Diez Mandamientos. Ninguna nación podía decir que tenían esto. Israel traería el Hijo real, el que traería paz duradera no solo a Israel sino hasta los confines de la tierra. Esta revelación sin duda que fue selectiva. Dios escogió a Israel para revelarse a si mismo y su propósito redentor a toda la tierra, para que ellos fuesen sus testigos entre las naciones.

2. Revelación especial como redención

El propósito supremo de todas las formas de la revelación especial es traer redención a los seres humanos pecadores. Esta redención se centra en Cristo, al principio vino en muchas y diferentes maneras, pero para este tiempo nos ha hablado por medio del Hijo. El conocimiento de Cristo es específico y universal, por él todas las personas pueden ser atraídas a si mismo y al Padre.

3. Revelación especial como adaptación

Ninguna revelación cumpliría su propósito divinamente señalado si estuviera más allá de la posibilidad de los seres humanos para recibirla y captarla. Con el fin de alcanzarnos en nuestra condición caída, Dios adopta su revelación a la capacidad humana, usa nuestro lenguaje, figuras, símbolos de manera que podamos conocerlo. Su punto culminante llegó cuando el Hijo de Dios atravesó los límites del tiempo y el espacio y adoptó la forma humana como Jesús de Nazaret. Este es una acto de condescendencia que jamás será conocido completamente. De las muchas formas de adaptación divina, uno de los más prominentes es el lenguaje antropomórfico en la persona de Dios y su actitud hacia el ser humano. Dios es representado en la Biblia con forma corporal, tiene rostro, ojos, oídos, nariz, boca, brazos y manos. Además, están los sentimientos y actitudes, odia o aborrece, se ríe, se enoja, etc. Si estas expresiones se entienden solamente en un sentido literal, entonces se distorsiona la imagen de Dios. La Biblia misma advierte contra el método de interpretar mal estos aspectos.

IV. INSPIRACION BIBLICA

A. Introducción. Definición del problema

La creencia de que las Escrituras hebreas son producto de la inspiración divina ha sido aceptado ampliamente por los judíos y cristianos. Pero, no hay una proposición exacta sobre los conceptos de inspiración. Este capítulo trabaja la evidencia bíblica para la inspiración.

B. Perspectiva bíblica de la inspiración

1. Inspiración: ¿palabra o concepto?

Las escrituras son inspiradas por Dios, es el producto de la inspiración divina, esta es la idea de la palabra theópneustos. Tanto como el Padre y el Espíritu Santo han impulsado este movimiento de llegar a la mente humana a través de lo hablado o escrito por los profetas.

2. Aspecto humano de la Escritura

En un sentido literal la Escritura es material humano, todos llevan las marcas de la humanidad, ejemplo, la expresión “las palabras de Jeremías” (Jeremías 1:1). Los pronombres personales, las experiencias, emociones, las individualidad, las referencias históricas, formas literarias muestran ese lado humano que no puede ser inequívoco y que puede estar presente en cualquier otro libro.

3. Carácter divinamente inspirado de la Escritura

Es en este aspecto lo que hace a la Biblia diferente de todos los libros. Así como es claro su forma humana, también es claro su origen divino. 2º de Timoteo 3:16 lo especifica “toda la Escritura es inspirada por Dios”. La palabra, hablada y escrita por ordenanza divina muestra que Dios llamó a los profetas a escribir las palabras que él les había confiado. El, por medio del Espíritu Santo los instruyó, los dotó de sabiduría, los orientó en la investigación (como Lucas). Jesús usó las escrituras para responder a las tentaciones de Satanás. Todo el NT como el AT fueron aceptados como palabra divina, Pedro lo confirmó cuando dijo “Nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios fueron inspirados por el Espíritu Santo (2 Ped. 1:21)

C. Modo, lugar y extensión de la inspiración

En esta sección veremos como se relacionan mutuamente los aspectos divinos y humanos.

1. Modo de la inspiración

En el proceso de la Inspiración los profetas escribían bajo la dirección de Dios. Esto significaba que el profeta era guiado e impulsado para poner las palabras de Señor en forma escrita y también hablada. Esto se aplica a todos por igual, ya sea el modo o la manera para componer sus escritos; ejemplos, a Lucas que diligentemente buscaba la información, a Salomón que enseñó sabiduría al pueblo o a Pablo que dijo “a los demás yo digo, no el Señor”. Esto se hacía, sin renunciar el escritor bíblico a su propia individualidad y personalidad humana.

2. Lugar de la inspiración

La Biblia atribuye a los individuos escogidos por Dios, como el primer lugar primario de la operación del Espíritu Santo que lleva como resultado, la inspiración en las Escrituras. “El Espíritu de Jehová ha hablado por mí, y su palabra ha estado en mi lengua” (1 Sam. 23:2).

3. Extensión de la inspiración

¿Qué es lo inspirado, las palabras, los pensamientos, alguna parte o todo de las Escrituras? Los pensamientos y a veces las palabras, son dados por revelación de Dios para ser expresados por los autores humanos en palabras familiares para ellos y para sus lectores inmediatos. Por eso las Escrituras son plenamente humana y plenamente divinas, no existe grados de inspiración ni porciones los que son inspirados. Toda la Escritura es inspirada por Dios.

D. Efectos de la inspiración

En esta sección veremos cuatro cualidades de las Escrituras.

1. La Escritura: voz viviente de Dios

Las palabras de las Escrituras son la voz de Dios que habla a seres humanos como una realidad dinámica presente. El “así dice el Señor” de los profetas habla tan directamente en el pasado como en el presente. Es la palabra viviente que estará presente en todos los tiempos y que actúa en aquellos que la oyen y obedecen.

2. La Escritura: su autoridad

En toda la Biblia a Dios se le atribuye la autoridad ya sea en el cielo como en la tierra, creyentes y hasta monarcas paganos como Darío y Nabucodonosor reconocieron la supremacía de Dios. La autoridad de Dios escrita en la Biblia reconocida en la frase latina “sola Scriptura” se expresa en el deseo de la obediencia a sus requerimientos que se combina con los ruegos misericordiosos de amor, promesas de perdón, bendición y advertencias de juicios. Todas las cosas, conciencia, razón, sentimientos, experiencias están subordinadas a la autoridad de la Escritura. Por miles de años se ha intentado minimizar esa autoridad suprema de Dios, al torcer y destruir la Escritura por medio de la sabiduría, la filosofía y la ciencia. Los cristianos deben estar preparados para presentar razón de su fe y decir como los apóstoles: “Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hech. 5:29).

3. La Escritura: su veracidad

De la misma manera que sucede con la voz y autoridad, es la veracidad uno de los atributos de Dios proclamado constantemente en las Escrituras. Dios de verdad (Is. 65:16). Este atributo también pertenece al Hijo, quien esta lleno de verdad (1:14). La Biblia también es declarada como la verdad “la suma de tu palabra es verdad” (Sal. 119:160). Aunque muchos sostienen errores, contradicciones, inexactitudes históricas, anacronismos y otras fallas de las Escrituras, bajo el impulso del Espíritu Santo, esta es todo lo afirma ser: la Palabra de Dios, la Palabra de Verdad.

4. La Escritura: su claridad y suficiencia

La Biblia es una fuente de luz y conocimiento. Famoso es el texto “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Sal. 119:105). Nuestra actitud hacia la Biblia debe ser a través de la fe. Aunque hayan partes más complejas que otras para la comprensión, éstas no afectan la claridad de la Escritura, al punto que puede ser comprendida por los más pequeños, y esta no solo es clara en sus enseñanzas, sino, que son suficientes para el propósito por el cual Dios creó su existencia. La Biblia se escribió en hebreo, arameo y griego, pero hoy se ha traducido a miles de idiomas y dialectos. Para quienes acepten esta palabra, estarán aceptando la salvación que Dios ha traído por medio de Cristo, ya que las Escrituras pueden hacer sabios para la salvación que es en Cristo Jesús (2 Tim. 3:15).

V. APLICACIONES PRACTICAS

1. Debemos estudiar las Escrituras con la profunda convicción, humildad y oración de que ella es la Palabra de Dios que nos habla personalmente.

2. El propósito más importante de la Biblia es fortalecer nuestra fe en Jesucristo nuestro Salvador del pecado y Señor de nuestra vida.

3. Al estudiar la Biblia, darle especial atención a las promesas, por medio de las cuales Dios trae la seguridad del perdón, la paz, el consuelo y la esperanza.

4. Las Escrituras son la guía para la conducta y vida cristiana. La obediencia, con la ayuda de Dios al obedecer los diez mandamientos y los innumerables principios bíblicos formaran personas más felices y equilibradas.

5. La Biblia contiene las palabras de Dios en lenguaje humano, por eso siempre hablan la verdad: “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad” (Juan 17:17).

6. Debido a que la Biblia esta sujeta a las limitaciones, imperfecciones y condicionamiento histórico del hombre, es muy útil estudiar los idiomas en los cuales se escribió, el trasfondo histórico y las condiciones humanas a las que se refirieron “no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes” (1 Tes. 2:13) recibamos la palabra como lo propuso Pablo en el versículo citado.

VI. VISION HISTÓRICA DE CONJUNTO

A. Iglesia primitiva y medieval

Los primeros escritores cristianos no discutieron la revelación-inspiración como un asunto definido. En los primeros siglos, a Cristo, se le daba un énfasis como el supremo Maestro divino y el Verbo de Dios, ya que por medio de él había sido dada una revelación nueva y plena. Ya en el siglo II d. C era evidente la aceptación de los escritos del NT como Escritura, escritores cristianos como Ireneo de Lyon, Clemente de Alejandría, quienes junto a otros, defendieron la fe sobre la base de todas las Escrituras como una apelación a la verdadera tradición apostólica.

En las iglesias, especialmente la de Roma empezó de manera gradual a cambiar el sentido de que la Biblia debía aceptarse sobre la base de la autoridad de la iglesia. Entonces, la iglesia determinaba qué libros pertenecían al canon de la Biblia. Esta idea aumentó, reforzado por la autoridad papal a los largo de los siglos.

En la edad media, Tomas de Aquino diluyó la autoridad de la Biblia, ya que usó un enfoque racionalista de la teología y le dio un énfasis a la infalibilidad de la iglesia. El asunto de la relación entre la Escritura y la tradición como fuentes de revelación llegó a ser más agudo. Unos enseñaban que la Escritura y la tradición eran esencialmente idénticas. Otros sostenían que existían dos fuentes diferentes de revelación, la tradición escrita de las Escrituras, y las tradiciones no escritas trasmitidas por los apóstoles a sus sucesores; ambas debían aceptarse como autoridad divina.

B. Reforma y Contrarreforma

Para Lutero, los seres pecadores no conocen a Dios ni pueden conocerlo, entonces, el Espíritu Santo traía al corazón la palabra externa de la Escritura y convencía al ser humano que ésta es la Palabra de Dios. Por lo tanto, Lutero rechazaba que se necesitara la autoridad de la iglesia para afirmar qué es la Palabra de Dios o para proveer la correcta interpretación. Para él, “ La Escritura sola es el verdadero dueño y señor de todos los escritos y doctrinas en la tierra”.

Calvino veía en la esencia de la revelación al evangelio, esa era la clara manifestación del misterio de Cristo. Tanto el AT como el NT constituyen una unidad y ambos son una revelación del evangelio de Jesucristo. Sobre la revelación y la autoridad de la Escritura tenía una concepción similar a Lutero.

La Iglesia Católica Romana en reacción a la reforma protestante redefinió su postura en el Concilio de Trento (1545-1563) y sostuvo que la tradición apostólica incluía tanto la Escritura como la tradición transmitida por la iglesia. Allí se incluyeron además de los libros sagrados y canónicos, los libros apócrifos y se pronunció un anatema sobre el que no aceptara la lista completa.

C. Edad de la Razón e Ilustración

El debate moderno sobre la revelación e iluminación se originó en la Edad de la Razón con el surgimiento del racionalismo, la ciencia moderna y la crítica bíblica. Corrientes como el deísmo y la ilustración cuestionaron la revelación divina y esto fue un desafío a la fe cristiana. En esta época números eruditos sugirieron que la inspiración de la Biblia era parcial y estaba nivelada en grados de inspiración, esto justificaba los errores históricos e imperfecciones morales en la Biblia. Los descubrimientos de Galileo, Newton, la revolución filosófica de Descartes, Spinoza, Blount, entre otros, elevaron el poder de la razón. Esto exigía una reflexión más profunda de la realidad y la naturaleza de la revelación por aquellos que sostenían convicciones cristianas fundamentales.

D. Desarrollo contemporáneo

La doctrina de la revelación e inspiración ha emergido como un debate crucial teológico a lo largo de los últimos dos siglos. El flujo de esta literatura, a veces calma, otra en turbulencias, desafía constantemente a los cristianos. Schleiermacher con su enfoque racionalista concebía la revelación como un estado subordinado. Ya que el ser humano debía tener una absoluta dependencia de Dios como la base de su fe.

La teología liberal del siglo XIX con énfasis antropocéntrico sostenía que la Biblia no debe considerarse la Palabra de Dios; meramente contiene palabras de Dios. La creencia en los avances del progreso humano, la teoría de la evolución de Darwin, la metodología crítica, todo esto llevaba a que se enfocara el estudio de la Biblia como el estudio de cualquier libro, colocándola a la par con obras literarias antiguas.

Hubo una nueva reinterpretación de los conceptos de revelación e inspiración para amoldarse a la nueva teología, por ejemplo, Ritschl en Alemania definió la revelación como la manifestación del ideal divino para el hombre en la persona de Jesús de Nazaret. Las dos guerras mundiales expusieron el carácter inadecuado de la teología predominante con su énfasis en la inmanencia divina. Barth se opuso a esta corriente, junto a Bultmam y Brunner que enfatizaba que Jesucristo es la revelación en el verdadero sentido y que la Escritura y la palabra predicada eran solo testigos de la revelación, pero Dios en su gracia se dirige a nosotros a través de ella.

Los teólogos neoortodoxos ubicaron a la revelación en una posición central en su teología. Consideraron a la Escritura solo como un testigo humano falible de esa revelación, defendieron el método histórico-crítico y rechazaron o reinterpretaron conceptos como autoridad bíblica, inspiración y verdad. Los teólogos evangélicos del siglo XX han sostenido la inspiración plena y verbal de la Biblia y su infalibilidad e inerrancia.

E. Comprensión Adventista

Desde sus primeras publicaciones los Adventistas del Séptimo día han aceptado a la Biblia como la Palabra inspirada de Dios. En 1847 Jaime White dijo “La Biblia es una revelación perfecta y completa. Es nuestra única regla de fe y practica”. En 1874 Butler propuso en varios artículos la teoría de grados de inspiración. Aunque disfruto por algún periodo corto cierta popularidad, no encontró estos artículos aceptación permanente entre los adventistas. No obstante, los conceptos de inspiración completa y de inspiración del pensamiento han sido ampliamente favorecidos. La iglesia nunca ha formulado una doctrina precisa de inspiración o de revelación. Pero, resume la creencia al respecto, “Las Sagradas Escrituras, que abarcan el AT y el NT, constituyen la Palabra de Dios escrita, trasmitida por inspiración divina mediante santos hombres de Dios que hablaron y escribieron siendo impulsados por el Espíritu Santo”.

VII. COMENTARIOS DE ELENA WHITE

A. Introducción

Desde 1880 hasta 1915 Elena W. trabaja más extensamente sobre los temas de revelación, inspiración y Escritura.

B. Revelación

Dios se ha revelado a si mismo en una variedad de formas, en las obras de la creación, en su Palabra y en Cristo. Por causa del pecado, las personas han estado apartado de Dios, por ello, Dios ha satisfecho esa necesidad en Jesucristo, que es la revelación más clara de la naturaleza y carácter del Padre. Este énfasis en Cristo como revelación esta de manera uniforme a lo largo de todos los escritos del Espíritu de Profecía. Y esta revelación de amor tiene su centro en la cruz.

Apelando al registro bíblico Elena W. asoció el don profético con visiones y sueños proféticos, por este medio ella explicaba el proceso de la revelación divina. Ella escribe “los sueños provenientes del Señor están categorizados en la Palabra de Dios y las visiones, y son tan ciertamente frutos del Espíritu de Profecía como lo son las visiones” (TI 1:495).

Elena W. rechaza la teoría de inspiración parcial o grados de inspiración en las Escrituras, al mismo tiempo que ve el factor divino-humano unidos en el resultado de la obra, “[…]la mente y voluntad divinas se combinan con la mente y voluntad humana. De ese modo las declaraciones del hombre son la palabra de Dios”(MS 1:24). La Biblia debe ser comprendida por todos. Todos debieran conocer por si mismos las condiciones sobre las cuales se provee la salvación.

VIII. BIBLIOGRAFÍA

La bibliografía ocupada es erudita, dentro de la mescolanza entre las referencias bíblicas y pensamientos de autores el autor ha interactuado de manera magistral con sus lectores. Tal vez, debió agregar más referencias de sus pares denominacionales contemporáneos.