jueves, 12 de febrero de 2009

Una aguja quirurgica hace comprender un relato biblico y su enseñanza espiritual

Las Escrituras, según reza 2 Timoteo 3:16, fueron inspiradas por Dios, el contenido de cada una de sus partes ha sido la obra conjunta de Dios y el hombre. Se desecha el concepto de que es obra 100% de Dios o 100% del hombre. Uno de los detalles más sobresalientes de este aspecto, lo es sin duda, el sello personal que le imprime cada autor. La retorica es muy intima, ella precisa de la cultura, habilidad literaria, nivel socioeconómico, nivel intelectual, etc. Es toda una gama de “virtudes” con las que se nace y se desarrolla, que llegan a ser “la huella dactilar literaria”. No influye aquí, el aspecto espiritual, porque todos los escritores estuvieron bajo la influencia de Dios al recibir el mensaje y al escribir, así que se sobreentiende, que este aspecto, juega un “papel secundario”, donde ni uno ni otro, están en niveles de espiritualidad, aquí la línea es afín para todos. Quiero destacar en esta ocasión a Lucas, como un genuino y autentico escritor, que a pesar de tener evangelios y otras fuentes escritas u orales precedentes, es capaz de sobresalir en su escritura con términos muy propios, fusionando así su dedicación laboral como su habilidad literaria. Este detalle le otorga a la Biblia una credibilidad única como también un mensaje único. Sería imposible dudar de su legítimo origen y producción. Deseo para todo creyente o persona que pone en duda la legalidad de las Escrituras observar estos detalles y comprobad de este modo su procedencia en primera lugar de Dios y después, de los hombres. Es solo un ejemplo. 1. El relato del joven rico se encuentra en los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, ambos contenidos son muy similares, hay omisión y agregación de términos por parte de uno u otro evangelista que nos permite ver cada una de sus ópticas literarias y del mensaje a expresar. De este relato, escribo un texto que los tres coinciden de manera casi igual, como se refleja en nuestras Biblias en castellano, pero que al ir a las fuentes originales, vemos la notable diferencia, entre Lucas y los otros; y que a su vez y contundentemente evidencia la unidad Literaria e inspiración divina en el mensaje. Se usara la versión Reina-Valera 1960 Mateo 19:24 “Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios” Marcos 10:25 “Mas fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios” Lucas 18:25 “Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios” Ahora, se usara la Biblia en Griego, Version Nestle-Aland Edicion 27 (la edición más actual) Mateo 19:24 pa,lin de. le,gw u`mi/n( euvkopw,tero,n evstin ka,mhlon dia. truph,matoj r`afi,doj dielqei/n h' plou,sion eivselqei/n eivj th.n basilei,an tou/ qeou/Å Marcos 10:25 euvkopw,tero,n evstin ka,mhlon dia. Îth/ trumalia/j Îth/ r`afi,doj dielqei/n h' plou,sion eivj th.n basilei,an tou/ qeou/ eivselqei/ Lucas 18:25 euvkopw,teron ga,r evstin ka,mhlon dia. trh,matoj belo,nhj eivselqei/n h' plou,sion eivj th.n basilei,an tou/ qeou/ eivselqei/ En castellano, la palabra “aguja” no refleja ninguna diferencia, sin embargo, en griego, claramente reconocemos los dos términos diferentes.
r`afi,doj es un sustantivo de caso genitivo, género femenino, numero singular, solo existe dos veces en todo el N.T y es en estos dos pasajes. El término hace alusión a una aguja simple de coser ropa, que por lo general eran de huesos o metales. Ahora, la expresión “ojo de una aguja”, es usada indistintamente como, ser literalmente el ojuelo de una aguja de coser ropa de la época, como también, una puerta lateral de aspecto ojival, bien pequeña, que de noche era abierta para albergar a los comerciantes y caravanas que venían a pasar la noche en la ciudad, un camello perfectamente podía pasar pero agachado (refutado esta explicación por algunas fuentes eruditas como el Diccionario Expositivo del Antiguo y Nuevo Testamento Vine ““La idea de aplicar ‘el ojo de una aguja’ a portillos parece ser moderna; no hay rastros de ella en la antigüedad”). Sin embargo, creo que Lucas con su aporte gramatical me da la interpretación correcta de la palabra, pasaje y evento.
belo,nhj es un sustantivo de caso genitivo, género femenino, numero singular. Esta palabra sola una vez usada aquí, indica lo que hemos venido diciendo en relación a la habilidad literaria del escritor en coordinación con la mediación divina, pues el término hace referencia a una aguja quirúrgica ¿Por qué Lucas hace diferencia de término? La respuesta es sencilla, porque él es médico, y expone la palabra que mas usa en su medio, como cirujano muchas veces debió utilizarla, así que ahora como evangelista, probablemente no presencial del episodio, la incorpora, para entregar una enseñanza espiritual, y aumenta mas la comprension correcta de la enseñanza. Este pequeño, pero muy significativo relato expone además la intención del suceso, un camello literal jamás podría pasar por el ojuelo de una aguja quirúrgica literal, entonces, estos elementos que son literales a través de una hipérbole, Jesús las convierte en una ilustración para dar a entender la imposibilidad de un rico entrar en el reino de los cielos, si su vida es aferrada a las riquezas, dejando por supuesto, a Dios de lado, “porque nadie puede servir a dos señores”.
Estas son las cosas, tan sencillas, escurridizas, pero emocionantes de la Biblia, sus enseñanzas que a través de hombres diferentes, Dios nos regala para nuestra educación y formación espiritual.

lunes, 9 de febrero de 2009

Diferencias en los Mandamientos

Por Dr. Ángel Manuel Rodriguez Director del Instituto Bíblico de Investigaciones de la IASD
Aunque hay ciertos desacuerdos entre los que estudian el tema de la identificación de los preceptos del Decálogo, basados en el texto, "los diez mandamientos" (Deut. 4:13), existe un consenso generalizado acerca del número. Algunas traducciones como la Reina Valera citada, difieren del texto hebreo que traduce "palabras", lo que quiere decir diez dichos legales divinos.
Con relación a su referencia a la interpretación judía, posiblemente encontrará un sólo modo diferente que utilizan ciertos eruditos judíos para agrupar los Diez Mandamientos. De acuerdo con Filón de Alejandría y Josefo, el primer mandamiento figura en Éxodo 20:2, 3, el cual establece que Jehová es uno ("Yo soy Jehová"), el único que debe ser adorado ("No tendrás..."). El segundo, sería la prohibición de adorar imágenes, y así sucesivamente. Esta división fue aceptada por los padres de la iglesia y, básicamente, es la que prevalece en la actualidad. Sin embargo, la tendencia entre los eruditos de hoy es considerar el versículo 2 como una introducción al Decálogo, el cual al mismo tiempo incluye un estímulo a la obediencia. Sería como una especie de prólogo histórico, un estilo que era común en los pactos realizados en los días de Moisés.
Una división judía más común del Decálogo es probablemente la que establece que el versículo 2 debe ser el primer mandamiento. Éste debería ser un mandamiento para que creamos que existe un único Dios, Jehová. El segundo está registrado en los vers. 3-6, el cual establece que a Jehová le corresponde la adoración exclusiva. El resto de los mandamientos sigue el orden convencional. La organización del primero y del segundo precepto tiene en mente el hecho de que el vers. 2 parece tener la misión de ser un mandamiento introductorio. De hecho, hasta uno se sorprende de que sea considerado como precepto por causa de la falta del poder o tono imperativo, en el orden de los mandamientos.
El significado teológico del breve prólogo histórico, registrado en el vers. 2, tiende a separarlo del primer mandamiento. Establece la fuente de este precepto y la relación histórica y teológica que existe entre este Ser y los israelitas. Esta ley proviene de "Jehová tu [único] Dios", quien te sacó "de la tierra de Egipto". Es una clara implicación de que esta exigencia de la ley es resultado de un acto redentor de la gracia de Dios en favor de su pueblo esclavizado. La gracia precede a la ley. Además, el prólogo sugiere que la obediencia del pueblo a la ley divina es una respuesta de gratitud que nace del corazón agradecido al Señor por el milagro realizado en favor de ellos. Indudablemente, el vers. 2 es una importante introducción al Decálogo.
Existe una tercera fórmula para agrupar los Diez Mandamientos. Es la utilizada por los católicos y luteranos. Según dicha interpretación, el primer mandamiento, registrado en los vers. 2-6, incluye el concepto de la unidad de Dios y el culto exclusivo que debemos rendirle. El segundo mandamiento guarda relación con el tema de no tomar el nombre de Jehová en vano, y el tercero tiene que ver con el reposo. Para poder completar el número de diez, dicho planteamiento divide el último en dos: "no codiciarás la casa de tu prójimo", y "no codiciarás la mujer de tu prójimo...." Da la impresión de que, siendo el mandamiento fundamentalmente una ley contra la codicia, la división en dos no tiene base.
Uno debería estar listo a reconocer que aunque haya ciertas dificultades para identificar a cada uno de los Diez Mandamientos, no es un asunto tan complejo. La mayor dificultad se encuentra en los vers. 2-6. Si estamos dispuestos a aceptar que el vers. 2 es una introducción al Decálogo, deberíamos comenzar a numerarlos a partir del vers. 3. El siguiente problema está en la relación que hay entre el vers. 3 y los vers. 4-6. )Ambas secciones están considerando el tema de la adoración al verdadero Dios? En ese caso, tendríamos un solo mandamiento. Y, si nos valemos de cierto planteamiento que parece ser verdadero, un estudio más minucioso nos permitirá descubrir una diferencia significativa.
El primer precepto rechaza la adoración a dioses ajenos, y el segundo prohíbe hacer cualquier imagen, ya sea de Dios o cualquier otro dios. El fuerte rechazo a cualquier otro dios excepto Jehová era característico en los días de Israel. Singular era también el rechazo a la imagen de Dios. Estos dos mandamientos contribuyeron en forma directa a la peculiaridad que caracterizó al pueblo de Israel.Como conclusión diremos que no importa tanto cómo enumeremos los Diez Mandamientos, siempre que no modifiquemos o alteremos su sacrosanto contenido.