viernes, 29 de mayo de 2009

Entre la turbación y la finca!

Jesús hablaba a sus discípulos en las horas de la noche, poco antes de caminar hacia el otro lado del Torrente de Cedron, yendo rumbo al huerto del Getsemani. todavía estaban en el aposento alto, casi ninguno estaba claro de lo que estaba ocurriendo y ocurriría pocas horas o minutos después. Jesús como persona muy positiva, anima a sus discípulos a proyectarse hacia las cosas celestiales. anticipando un gran desastre, Jesús, desea que su gente se enfoque al verdadero reino, y este es el celestial.
Ellos, por algunos años se perfilaban para cogobernar junto a su maestro, obviamente con las miradas fijas en los mejores puestos y así amasar "buena fortuna". todos sus sueños se derrumbarían pronto, porque seria arrebatado de su circulo, el que garantizaba tan prometedor futuro. Jesús que se anticipa a todas las realidades, habla para sus discípulos "No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre, muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomare a mi mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis"
la palabra griega para "turbe" corresponde al imperativo presente pasivo que se asocia con el verbo imperativo activo "creéis". ya que la turbación es interna, pero que se hace visible al perder la persona el horizonte, también el creer es interno que se desclasifica en una manifestación de confianza y tranquilidad. la falta de confianza produce agitacion, inquietud del corazón, la fe produce paz, serenidad, estabilidad emocional. para que el corazón no sea turbado necesariamente tiene que ir a la fe, el único don que eleva a la persona de las amenazas mediaticas de su corazón inconverso.
le fe hace volar y Jesús los traslada en el pensamiento al Reino de los Cielos, el lugar donde se gesta la verdadera paz. la palabra casa del griego "oikia" da una fuerza unica a este discurso prometedor. según la ley ática la palabra oikos estaba representaba con un finca. una finca es mas que una casa, es una hacienda llena de arboles frutales, animales, criados, comodidades, placer, etc. es una finca la realidad mas cercana a lo que es el cielo, tristemente con el griego posterior esa distinción entre finca y casa se perdió. pero, es imperativo que el cristiano fundamente su esperanza con la verdad presente del cielo.
muchas personas son capaces de creer en un sin fin de cosas, sin embargo, les cuesta creer en el cielo como un lugar real, que aunque no pueda contener a Dios, se lee como que es su morada. es el cielo la razón de ser de un cristiano, el cielo es sinónimo de vida eterna, de felicidad, de placer de compañía, de los excelso y sumo.
los discípulos pronto se chasquearian porque sus mentes ambicionaban otras cosas. querían mas lo que se les dio hoy en lo que se les prometió mañana. proyectemonos a esa realidad, vivamos a la altura de los cielos, es la mejor medicina para la turbación humana.