viernes, 24 de diciembre de 2010

El Corazón de la navidad

Aunque todos aprovechamos el 25 para descansar y estar un poco más con la familia, lo cierto es que el 25 de diciembre es en realidad un falso día de "cumpleaños" del niño Dios. No hay en la Biblia un texto que asegure que Cristo nació ese día, solo fue hasta que pasaron unos 311 años que se patentó la fecha como el natalicio de Jesús.


Los pastores con las ovejas estaban a la intemperie cuando se les apareció el ángel, dificilmente podían estar así si fuera en invierno. Para algunas cosas la sociedad exige autenticidad de fechas e historia, pero casi nunca para un tema espiritual. Por tanto, para la mayoría no le importa si Jesús nació o no ese día, lo importante para ellos es tener el árbol y llenarlo de regalos y comer una buena comida al ritmo de los villancicos.

Hacer eso y repertirlo cada año, se convierte en religión para muchos, donde se siente complacido con el deber cumplido de estar en familia, entregar los regalos, ir a la iglesia y comer pan de pascua, sin embargo, ¿es eso el corazón de la navidad? Aprovechando el motivo religioso, la navidad ofrece una exclusiva oportunidad para ir en busca de los más desvalidos. Porque eso justamente fue lo que hizo Cristo al venir al mundo. El era rico pero se hizo pobre para que con su pobreza nostros fuésemos enrriquecidos.

En la navidad, nuestro corazón debe asumir el compromiso de asistir a los más pobres, pero, especialmente de aquellos que perecen por la falta de comida espiritual, Jesús dijo "trabajad por la comida que no perece". Las personas, entre las cuales estamos tú y yo trabajamos por las cosas que nos van a asegurar un pasar digno. Del mismo modo debemos buscar al dador de las cosas, en la navidad ese debe ser nuestro norte. Jesús vino para morir, a fin de que nosotros que estabamos muertos vivamos.

La abundancia en el hogar de los alimentos debe ser proporcional a la abundancia espiritual. que la familia se reúna para trazar planes en cómo agradar más al niño Dios. Y ese mismo niño ya crecido dijo "el que me ama hace mi voluntad, y mi voluntad es obedecer mis mandamientos".

miércoles, 22 de diciembre de 2010

¡La Iriología es una de las ramas del espiritismo!

 
Estamos viviendo en el tiempo del fin, y San Pablo
Para algunos, las medicinas alternativas son
medicina convencional; las obras sociales no las incluyen
entre sus beneficios. Podríamos mencionar,
como ejemplos: los planes de cinco días para dejar
de fumar, los cursos para el control del estrés, las
escuelas para la recuperación del alcoholismo y otras
adicciones, la hidroterapia, la internación en Centros
de Vida Sana y la difusión de los consejos sobre salud
que Dios nos ha dado mediante la pluma inspirada
de Elena de White, cuya validez la investigación
científica no ha hecho más que confirmar. Todo esto
no es medicina convencional, y debido a ello algunos
lo consideran como medicina alternativa.
Pero hay otras formas de medicinas alternativas
infectadas de espiritismo, frente a las cuales debemos
estar atentos para no ser engañados por sus
falsos profetas, que hacen señales y prodigios. A estas
medicinas alternativas las consideramos paramedicinas
y podemos dividirlas en: diagnósticas y terapéuticas.
Entre las paramedicinas diagnósticas están:
la iriología (que en realidad es iridomancia, es decir,
adivinación por medio del iris); la uromancia (adivinación
observando la orina); la podomancia (adivinación
tocando los pies); la estolomancia (adivinación
a través de una prenda de vestir); la quiromancia
(adivinación por medio de las rayas de las manos);
la esfigmomancia (adivinación por el pulso); la
cartomancia (adivinación mediante los naipes) y muchas
otras formas de adivinación diagnóstica. Mediante
ellas, el padre de la mentira, el diablo, “mentiroso
y homicida” (Juan 8:44) procura seducir a sus
víctimas. Ya veremos que, en realidad, la adivinación
es el arte diabólico de engañar utilizando la verdad.
En este artículo consideraré las paramedicinas
diagnósticas, dejando las paramedicinas terapéuticas
para el mes próximo.
aquellas que no se practican dentro del ámbito de la
La iridomancia
Esta paramedicina, mal llamada iriología,
pretende diagnosticar cualquier enfermedad observando
el iris del paciente, adonde se afirma que hay
un mapa detallado de todo el cuerpo. En realidad, el
iris tiene la función de regular la cantidad de luz que
penetra en el globo ocular, dilatando la pupila en la
oscuridad y contrayéndola cuando la luz es intensa;
además, define el hermoso color de los ojos de cada
persona. Pero no existe tal cosa como un mapa del
organismo en el iris.
Una enfermera graduada en el Sanatorio Adventista
del Plata estaba trabajando en otro país sudamericano
y vino de vacaciones a Libertador San
Martín. Como tenía cierta dolencia, se hizo varios
estudios médicos (radiografías y análisis) que llevaron
a un diagnóstico. Cuando volvió a su campo de
trabajo, alguien le aconsejó: ¿Por qué no consultas
con la irióloga?” Ella aceptó el consejo. Con solo
mirarle los ojos, la irióloga le dijo: “Tu diagnóstico
es éste” (el mismo al que se había llegado con los
estudios médicos ya realizados). Pero agregó algo
más, mientras le seguía mirando los ojos: “Cuando
fuiste concebida, tu padre tenía tuberculosis en el
pulmón izquierdo”. La enfermera no sabía esto, así
que escribió a su familia preguntando sobre el asunto.
Para asombro de todos, así había sido.
¿Será posible que tengamos en el iris no sólo
un mapa de nuestro cuerpo sino también el de nuestros
antepasados? ¿Vio la irióloga la tuberculosis del
pulmón izquierdo del padre de la enfermera en su
iris, o “alguien” que lo sabía se lo contó? Y en ese
caso, ¿quién se lo dijo?
La adivina de Filipos “daba gran ganancia a
sus amos adivinando; además seguía a Pablo y Silas
dando voces y diciendo: estos hombres son siervos
del Dios Altísimo y os anuncian el camino de la salvación”
(Hechos 16:16, 17). Pero, cuando Pablo, en
el nombre de Jesús, mandó al demonio que saliera de
ella, ya no pudo adivinar más. Como consecuencia,
sus amos perdieron su gran negocio, y acusaron a
Pablo y a Silas ante las autoridades, quienes los azotaron
y encarcelaron. La historia culmina con la conversión
del carcelero y la liberación de los apóstoles
(Hechos 16:18-35).
¿Quién daba a la muchacha la información
necesaria para adivinar? El demonio que la poseía.
Sin el demonio, ya no pudo adivinar. ¿Entendemos
ahora por qué Dios prohíbe a su pueblo practicar la
adivinación y consultar con los adivinos? “No sea
2
hallado en ti [...] quien practique la adivinación, ni
agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni
adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos.
Porque es abominación para con Jehová cualquiera
que hace estas cosas” (Deuteronomio 18:10-12). “No
os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los
consultéis, contaminándoos con ellos” (Levítico
19:31).
Angélica Peverini de Hammerly, esposa del
pastor Daniel Hammerly Dupuy, estudiaba Medicina
en Buenos Aires cuando yo también era estudiante.
Ella me contó esta experiencia que me resultó muy
reveladora: Desde hacía algún tiempo, ella tenía molestias
que llevaron al diagnóstico de colon irritable,
pero últimamente le estaba doliendo el hombro izquierdo.
Alguien le aconsejó que fuera a consultar
con un endocrinólogo que tenía su consultorio en
Florida, Buenos Aires. Cuando el “endocrinólogo” la
vio, le dijo: “Sáquese los anteojos, señora”. Entonces,
le miró los ojos y de inmediato le dijo: “Usted
tiene un colon irritable, pero ahora le está doliendo el
hombro izquierdo. Tome este medicamento y vuelva
a verme dentro de un mes”. La esposa del pastor,
sorprendida por la precisión del diagnóstico, tomó el
remedio indicado y al mes regresó a la consulta. Esta
vez tuvo que esperar bastante, y conversando con la
enfermera, ésta le contó que había conocido al doctor
en la “escuelita”. La esposa del pastor le preguntó:
“¿En qué escuelita?” Y la enfermera le contestó: “En
la escuelita científica Basilio”. La esposa del pastor
se puso de pie, anuló la consulta y se despidió de la
enfermera, para no volver. Ella sabía que las escuelas
científicas Basilio son los centros espiritistas más
populares en la Argentina. El médico que la había
atendido no era un endocrinólogo, sino un espiritista
que practicaba la iridomancia. La adivinación es el
arte diabólico de engañar diciendo la verdad.
La verdad era el diagnóstico, que el demonio
le había revelado. El engaño era que lo había leído
en el iris.
La uromancia
Un paciente llegó a mi consultorio, en el Sanatorio
Adventista del Plata, procedente de Resistencia,
Provincia del Chaco. Lo primero que me dijo
fue: “Vengo para que me saque una radiografía de
los riñones, porque tengo una piedra en el riñón izquierdo”.
Entonces le pregunté: “¿Por qué me dice
eso? ¿Cómo sabe que tiene una piedra en el riñón
izquierdo?” Él me contestó: “Me dolía el vientre por
delante y por detrás, y fui a ver a un médico, que me
dijo: ‘Es de los intestinos’ y me dio un remedio. Pero
no me hizo nada. Entonces fui a ver a otro médico,
que me dijo lo mismo. Pero, como el dolor no se aliviaba,
fui a ver a un curandero que “mira por la orina”.
Le llevé una botella con mi orina, la miró y me
dijo: ‘Usted tiene un cálculo en el riñón izquierdo’ ”.
Cuando llegó al Sanatorio, el paciente ya estaba
mejor; pero, quería la radiografía. Lo interrogué
y lo examiné detenidamente, hice el diagnóstico presuntivo
de cólico por litiasis renal izquierda, y le indiqué
análisis y la pielografía descendente, para visualizar
el estado y la función de los riñones. Al día
siguiente, volvió a mi consultorio trayendo todos los
estudios. En la radiografía se veía un pequeño cálculo
alojado en el cáliz inferior del riñón izquierdo. El
cólico renal había pasado; el paciente no necesitaba
cirugía.
Le di las indicaciones preventivas para evitar
que se repita el cólico; la más importante fue que
bebiera agua en abundancia. Pero, antes de despedirlo,
le pregunté: “¿Quién es ese curandero de Resistencia
que ‘mira por la orina’?” Me contestó: “Es el
jefe del culto espiritista”.
Quedó bien claro para mí que el diagnóstico
mirando la botella con orina es adivinación, es diabólico,
y por eso está terminantemente prohibido por
Dios.
_______________
Pedro Tabuenca,
director del Sanatorio Adventista del Plata y decano
de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad
Adventista del Plata. Actualmente jubilado,
reside en Libertador San Martín, Entre Ríos, Argentina.
es médico cirujano y pastor. Fue




 

¿Qué son las medicinas alternativas?