sábado, 12 de noviembre de 2011

La cirugía plástica, ¿Es pecado? Un estudio a la luz de la Biblia y de la ciencia

“¡Pastor, me quiero enchular! ¿…Es pecado?” PARTE FINAL

1. “Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme a Jehová, ésa será alabada”. (Proverbios 31:30). Este versículo es el penúltimo de Proverbios y esta escrito en el contexto de la mujer virtuosa. Además es un poema acróstico que deja casi para el final el contraste entre la belleza y el temor a Jehová. En este poema del sabio Salomón donde elogia a la mujer virtuosa, se realzan muchísimas virtudes, numerosas de ellas puestas de lado cuando los hombres buscan esposa ¿Cuántos hombres han elegido a sus esposas por la fugaz hermosura en detrimento de cosas más importantes como; sabiduría, inteligencia, preocupación por la otra persona, previsión, hacendosa, respeto, cariñosa, espiritual? Para darse cuenta más tarde que el encanto y la belleza son pasajeras, superficiales. Sin embargo, la mujer que teme a Jehová deposita en su corazón la eterna y verdadera belleza. ¡Que manera más magistral para terminar Proverbios que al igual que su comienzo fue; el temor a Jehová!(1:7). La cirugía plástica cosmética que tiene como finalidad solamente la belleza, jamás podrá reemplazar a las cualidades expuestas que deben caracterizar a la mujer que sirve al Señor.

2. “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros” (Filipenses 2:3,4). El realizarse una cirugía plástica cosmética como vanagloria personal es el mejor reflejo del egoísmo humano. La palabra vanagloria refleja muy bien este aspecto de engreimiento. Esta palabra viene del griego “kenós” que significa “vacío” y del griego “doxa” que significa “opinión”. Esta “vacía opinión” jamás promoverá la unidad ni en el hogar ni mucho menos en la iglesia. En contraste, con una persona que busca satisfacer su vanidad personal por medio de una cirugía que no necesita, Pablo utiliza en el versículo 7 la misma palabra “kenós” pero ahora en su forma verbal aoristo “ekenosen” para ilustrar lo que hizo Cristo cuando vino a este mundo, al “vaciarse” del uso de sus prerrogativas divinas. Este verbo aoristo que se junta con el participio aoristo “labon” (tomaba) indica que “el participio puede referirse a una acción simultánea con la del verbo principal, especialmente si el participio sigue al verbo”[1], quedando la mejor traducción de esta manera “pero se vació a si mismo, mientras tomaba”. Esta sencilla explicación describe la manera gloriosa en como Dios nos trata, él jamás pierde tiempo con sus hijos, ¡pero mira que nosotros si derrochamos tiempo precioso en miles de cosas vanas, y una de ellas, puede ser una cirugía que no nos urge! Esta excelsa grandeza que consistió en despojarse de toda su gloria y honra celestial cuánto debiera contrastar con el cristiano que busca no despojarse, sino “implantarse” injustificadamente ciertos atributos que no necesita y que con el tiempo volverá a perder ¿Por qué no mejor vaciarse del orgullo, de la vanidad, del engreimiento personal, de la altivez, de lo pasajero y momentáneo y enriquecerse de la humildad, sencillez y santidad y así poder llegar a tener ese mismo sentir?.

3. “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perla, ni vestidos costosos” (1 Timoteo 2:9). Podemos decir que éste versículo es el clásico para enseñar el principio de la conducta cristiana que debe caracterizar al verdadero hijo de Dios. El libro Creencias de los Adventistas del Séptimo Día en la página 333 señala, “creemos que los cristianos deben mantener una apariencia natural y saludable”[2]. Queda súper claro que Pablo aconseja a vestirse de la sencillez, la modestia y el decoro. Es muy revelador la palabra usada para “atavíen” ya que esta viene del griego “kosmeo” que significa arreglar, y que a su vez viene “cosmético”. El egocentrismo aniquila la sencillez y todo lo demás que es de buen gusto. Una cirugía debe mantener el espíritu del texto. No puede ser realizada por ostentación ni para aparentar. Debe ser hecha porque se amerita y justifica ante un problema real, aún así debe considerarse los gastos, y no que sean éstos una amenaza para el presupuesto familiar.

4. “Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” (1 Pedro 5:7). Dios se interesa por tu problema. Si necesitas cambiar una deformidad física que te ha traído mucha tribulación, es primero a Dios a quien tienes que contarlo. Seguro que él lo que más quiere es tu felicidad. Pero si él entiende que un cambio te perjudicará y hará peligrar tu salvación, entonces es mejor “salvarse con una nariz chueca que irse al “infierno” con una nariz respingada”.

5. “Hay quienes reparten, y les es añadido más; Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza”. (Proverbios 11:24). En la administración de los recursos confiados por Dios a sus hijos, el usarlo sabiamente requiere de una justa redistribución que satisfaga y cubra las necesidades del hogar y de lo que Dios requiere para su obra. Si una cirugía plastica cosmética pone en peligro los elementos básicos del hogar y conduce a la infidelidad de lo que es apartado para Dios, habria que preguntarse ¿es necesario hacerlo? La sabiduría para la administración es requerida por Dios y debe constituirse en un ejercicio que promueva la fe en él.

Estimados lectores como recapitulación final debemos saber que aunque las cirugías plásticas estéticas arreglen un problema disfuncional del cuerpo, con el tiempo estos desgastes volverán a suceder. Y los 5, 10 o 15 años que nos dure el encanto quirúrgico o inyectado hablaran para solo confirmar que todo lo que existe en esta tierra es perecedero, y que más importante es cultivar el ornato interior de un espíritu recto e íntegro delante de Dios.


[1]Roberto Hanna, Ayuda Gramatical Para El Estudio Del Nuevo Testamento Griego : Hanna, Roberto. (El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano, 1993), 537.

[2] Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Creencias de los Adventistas del Séptimo Día, p. 333. 1988.

La cirugía plástica, ¿Es pecado? Un estudio a la luz de la Biblia y de la ciencia

¡Pastor, me quiero enchular! ¿Es pecado? PARTE IV

Otro ejemplo de un aparentemente “posible bisturí” lo podemos obtener en el libro de Ester. La Biblia es categórica en describir la belleza de la futura reina, como “de hermosa figura y buen parecer”. Sin embargo, esto no sería suficiente para aspirar a la corona real, pues todas las vírgenes debían ser hermosas.

La ley persa exigía que Ester se mantuviera físicamente atractiva. Ello suponía doce meses de preparativos y la aplicación de costosos afeites femeninos. Sin embargo, para cumplir con el propósito de Dios, tenía también que prepararse espiritualmente. Ester ofrece el magnífico ejemplo de una mujer de Dios, tal como se describe en 1 Pedro 3.1–4[1].

Carey A. Moore sostiene que la palabra para perfume del capítulo 2 y verso 12 se refiere en vez de “con perfume” a “con un quemador de cosméticos”, tal cual lo hacían las mujeres árabes del este de Sudán hasta fines del siglo pasado. Ester saturaba su pelo, piel y poros con los perfumes procedentes de los quemadores de cosméticos[2]. Ester impresionó tanto por sus atributos exteriores como los interiores. Demostrando una gran valentía, piedad, dominio propio, sabiduría y voluntad. Tomar el ejemplo de esta gran mujer para una intervención plástica (si es que a alguien se le ocurra el proponer tal cosa) en favor de la belleza tampoco es viable. Aunque no se descarta el principio de la preocupación por la apariencia personal que era obligatoria en toda doncella que era preparada para ser elegida como reina o sencillamente se parte del harén real.

Por donde quiera que se lea la Biblia nunca se va a encontrar un principio a favor o en contra de las cirugías cosméticas. Y esto no es como el ejemplo del computador (es un ejemplo de tantos), porque alguien puede decir que en la Biblia no se menciona esta palabra y eso no indica que no se pueda usar (aunque resulte no creíble, he conversado con personas que no están de acuerdo con el computador) . Sin embargo, así como el computador es un instrumento, por el momento, irremplazable para llevar la información, no quita que mal usado se convierta en una bomba de destrucción para cualquiera que lo use indiscriminadamente. Las cirugías plásticas cosméticas son como el computador, usado correctamente “salvan vidas”, pero usado erróneamente “destruyen vidas”. Entonces, ¿estamos abriendo la puerta para decir que la cirugía plástica cosmética puede usarse discriminadamente? Veamos!

Las cirugías cosméticas en mi opinión, deberían ser para personas que realmente tengan problemas físicos y por ello psicológicos, pero es bueno dejar claro que un problema para mi (genérico) no es necesariamente igual al problema de mi vecino o viceversa, cada individio es dotado de una personalidad única, y como tal, ve las cosas diferentemente del otro, sea ateo, agnóstico, cristiano o musulmán. Hago este alcance porque es muy fácil discrepar a lo que es distinto a uno, y esto se da en cualquier área de la vida, deportes, creencias religiosas, modelos de vida, mejor comida, tipos de administración, educación de los hijos, etc. Lo que para uno es genuino y necesario para otro puede ser vanal, superficial o simplemente una mala decisión.

Una persona que vive acomplejada porque tiene una dentadura en muy mal estado que le acarrea una deficiencia funcional (no tiene caries, pero le faltan piezas y las que están poseen un enorme desgaste), hace un gran esfuerzo económico (a veces endeudándose para mucho tiempo), va y se arregla, y después feliz ve como se le abren más oportunidades. ¿Alguien lo criticaría por arreglarse la dentadura? ¿alguien le pudiera decir que es superficial? ¿Alguien le reprocharía ese endeudamiento?

Entonces, ¿por qué no usamos la misma vara para aquel o aquella que se opera la nariz o se agranda sus pechos? ¿Acaso no son un problema de estética? Porque… obviamente justificamos la diferencia diciendo, “son dos cosas muy diferentes” y seguimos insistiendo… “no hay una deficiencia funcional que amerite la cirugía”. Replicamos, ¿Quién dijo que no existe una deficiencia funcional? Basta con ir a otro médico o psicólogo y le encontrará esa malformación ¿Por qué son diferentes el arreglar una dentadura y el también arreglar una nariz? ¿Cómo evaluar al que lo hace por puro placer del que alivia su sufrimiento porque es rechazado por ese defecto físico? ¿Por qué vemos la desigualdad entre una y otra? A modo de ejemplo. Tengo un compañero de trabajo que tuvo problemas con su rodilla derecha, fue a la consulta de un traumatólogo, éste le recetó algunos medicamentos y lo mandó de reposo por 10 días, pero como el dolor seguía, el paciente pidió a su médico tratante que le diese la orden para realizar una resonancia magnetica, su médico se opuso argumentando que tenía que cumplir con el reposo prescrito. En resumidas cuentas, mi amigo cansado de la molestia fue a otro traumatólogo y éste le remitió inmediatamente la deseada resonancia magnética que arrojó prontamente el problema específico, y que a su vez permitió al doctor corroborar el diagnóstico intuido y proyectar una operación. ¿Por qué esta diferencia de procedimiento? ¿Quién lo hizo mejor? ¿Quién de los dos realmente fue más acertivo, y buscó la más rápida y mejor solución? Entoces, cuando se esta tratando de la estética, que es algo tan personal, tan íntimo, tan importante y que además esta arrojando un problema. ¿Por qué medimos igual en algunos casos y en otros somos desiguales?

Son desiguales, porque es el sumario de lo que uno ha sido enseñado. Es lo que uno ha recogido a través del aprendizaje de la vida donde un montón de cosas han incidido, como por ejemplo, la educación en el hogar. ¡Cuántas cosas hacemos o no hacemos porque mamá, papá o abuela siempre lo ha hecho o no hecho así! Ha influenciado la manipulación de los medios que ha moldeado y creado un preconcepto negativo o positivo. La propaganda de la clínica. La discusión en la sala de la casa. En el colegio al discutir un trabajo en grupos con la profesora. En el trabajo al conversarlo con los colegas. En la charla con un amigo al compartir un helado o un café. En el diálogo de una clase bíblica, en la conversación a la salida del culto en la iglesia, en el sentido común que unos más y otros menos tenemos. O sencillamente, es el efecto de la “cultura dominante” enseñado por el famoso sociólogo Stuart Hall. No pararíamos de exponer razones, y todas me hacen ver y elegir las cosas de cierto modo.

Generalmente para los que nos sometemos a la Biblia en busca de un “escrito esta” es suficiente, pero si no esta ese escrito, la disputa nunca acaba. Por lo cual, es prudente, ver donde puede estar esa línea delgada, ese punto de desunión, ese matiz invisible, ese blanco zinc del titanio. Y consciente estoy, que aún analizandolo y buscando los mejores argumentos, también estaría exponiendo el lado de mi mínimo saber y experiencia inconclusa. Diría como escribió mi buen amigo Jorge Olguín en su muro de facebook “Mi sed no puede ser saciada ni mi hambre satisfecha”.

Pero… pareciera con lo expuesto, que estaría contradiciendo lo que sostuve anteriormente “Las cirugías cosméticas en mi opinión, deberían ser para personas que realmente tengan problemas físicos”. No obstante, no estoy contradiciendo lo expuesto, no se esta acoplando al que lo hace por placer o por necesidad. Aquí es cuando no se puede emplear la misma vara, “Un individuo que centra su vida en la búsqueda de una belleza perfecta eterna siempre busca y lo hace por el placer”. No es el retoque a la nariz el problema, no es los párpados caídos que hay que levantar, no es la grasa a quitar o los labios finos que quiere cambiar. ¡Es el alma insaciable que busca en un mundo pasajero, terminal y momentaneo lo eterno e imperecedero! Aquí es cuando no puedo echar al mismo saco el que tiene una pena muy grande porque su nariz deforme le es víctima de burlas, bromas pesadas, desprecios y escarnios a aquel o aquella que no teniendo ese defecto lucha, se endeuda, poniendo en peligro la economía del hogar, o en caso contrario, si fuere rica, desea tener una nariz perfecta, y no estando complacido con la primera operación, se somete una y otra y otra vez hasta el “infinito”. Es bueno destacar que ante las estadisticas, que ya mencionamos, que habla de la cantidad de millones de personas que se someten a cirugías, ésta se incrementaría a un porcentaje incalculable, si todos tuvieran el dinero de un millonario. Se cumpliría la frase sarcástica de mi hermano Uziel que una vez me dijo “no existen mujeres feas, sino, maridos pobres”.

La persona que busca la belleza eterna parece que no entiende que la belleza es pasajera, que pertenece a lo transitorio y circunstancial, es el que no entiende que “hoy me puedo ver de maravilla, pero mañana puede ser todo lo contrario” “luchan contra la ley de la gravedad” intentando levantar lo que por naturaleza caerá en su tiempo. En ese tipo de personas también se crea el mito que si “me veo de maravilla”, entonces “seré y actuaré de maravilla”. Y esto puede llevar a asociar incorretamente la belleza con el buen carácter, ejemplo; si el chico o la chica es hermoso, entonces es dulce, atento, amigable, buen hijo, buen estudiante, correcto, íntegro, servicial, altruista, trabajador, luchador, etc. o sea, todo lo bueno. Si es feo, entonces es huraño, hosco, envidioso, fatuo, porfiado, deshonesto, mal alumno, etc. o sea, todo lo malo. ¡Debemos sacarnos esos estigmas (que muchas veces nos hemos imaginado y creído) pero que en el fondo solo son una gran mentira.

Deseo que el cristiano mire la belleza como algo más que pasajero y que mire la vida como algo que trasciende mucho más que la belleza, nuestra proyección de vida se regula por la Palabra de Dios, y ésta nos impulsa, sin descuidar nuestra apariencia personal, a vivir sus principios. Pero también, deseo que el cristiano se preocupe por su apariencia personal, algo tan sencillo como son los ejercicios físicos, una dieta equilibrida, hábitos saludables que pueden cambiar la fisionomía y remediar defectos físicos (adquiridos o heredados), cosas que el bisturí o el ácido hialurónico no pueden hacer mejor.

A todos los esposos les encantaría que sus mujeres se vean hermosas, regias, estupendas e igual a las esposas de ver a sus esposos atléticos, esbeltos, sin halitosis. Quiero decirles que mucho de esto se puede lograr con el estilo de vida saludable que Dios en su Palabra tiene escrito y que la ciencia médica aconseja en su filosofía de salud previsional. Sin embargo, hay una palabra que es tan importante para lograr este ideal como es de igual trascendencia para la salvación, sin que medie un conflicto en ambos fines; la escribiré en mayúsculas “VOLUNTAD”.

Para realizar las cosas fáciles no se necesita voluntad, para las difíciles, sí. La voluntad permite que lo difícil termine acabando como fácil. El pasto del vecino no tiene que parecer más verde si atiendes el tuyo propio. ¿Cuántas veces comenzamos a hacer ejercicios, pero después fueron abandonados, para comenzar más adelante y nuevamente dejarlo una y otra vez? Y este corriente ejemplo ¿No es familiar para muchos de nosotros? El abandono, la flojera, el hacer lo que es más fácil ha ganado muchas veces en nuestras vidas. Y cuando vemos algo que nos estimule como un buen libro, una predicación, un consejo, una pelicula, algo muy feo o muy lindo, volvemos a intentarlo para después volver a decaer. ¿Cuántas veces no nos cuidamos de lo que comemos y después observamos alharacamente como los centímetros aumentan en la cintura, los muslos, los brazos, cuello, rostro? Y ojo, no es porque los años nos cayeron encima, es por la negligencia ante hacer lo más fácil e ignorar lo más difícil. Miren este dato, la obesidad es considerada como una epidemia por la OMS, mientras el Pib de los países aumenta, también aumenta la obesidad[3]. Esto es tan contradictorio, pues se supone que el tener más dinero te da la opción de alimentarte mejor. Pero eso no es lo que sucede, ¿Por qué? Sigue diciendo el estudio, Porque los cambios de hábitos que trae la vida moderna influyen no sólo en la obesidad, sino en la diabetes, el cáncer y enfermedades del corazón.

Este estudio de la OMS esta creando mucha alarma en todos los países miembros de la ONU, por ejemplo, China en el 2005 tenia 18 millones de obesos, hoy en el 2011 llega a 100 millones, es 5 veces más de lo que había en 5 años atrás. A ese ritmo, ¿qué pasaría en el 2020? (si es que llegamos allá) ¡Que importante es la voluntad estimados amigos! Lo mismo aplicaríamos a estudios, trabajos, lectura de la Biblia, etc. La voluntad es el ejercicio de la determinación férrea, valiente, osada, diaria, permanente, para conseguir un próposito o blanco específico. Creo sinceramente que tenemos que ahondar en este asunto y pedirle a Dios que nos guie sabiamente y nos de esa fuerza de voluntad que no tenemos.

Como conclusión final, defino a través de puntos lo que hemos ido analizando y cada aspecto sera cotejado con un pasaje bíblico.


[1] Hayford, Jack W., General Editor, Biblia Plenitud, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1994.

[2] Moore, Carey A. Archaeology and the Book of Esther, pg. 78

[3] http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/08/110808_salud_obesidad_paises_emergentes_az.shtml

jueves, 10 de noviembre de 2011

La cirugía plástica, ¿Es pecado? Un estudio a la luz de la Biblia y de la ciencia

¡Pastor, me quiero enchular! ¿Es pecado? PARTE III

Con estos dos contrates, preguntamos, ¿dónde estará la línea divisoria entre Cindy Jackson y Bibi Aisha? ¿Dónde está la línea de la falsificación o la autenticidad? ¿Dónde está la línea de lo “aparentar versus realmente lo necesario”? ¿Dónde esta la línea entre aquello que se quiere y aquello que realmente se necesita? ¿Prima lo importante por sobre lo necesario? Cada vez son más frecuentes las intervenciones cosméticas quirúrgicas, e incluso las cosméticas no quirúrgicas están siendo más realizadas. Tristemente estos son los estereotipos de una “perfecta imagen” que promueve nuestra sociedad. Veamos estas estadísticas.

La encuesta general de ISAPS (2009) (International Society of Aesthetic Plastic Surgery) revela una nueva tendencia en la que la liposucción representa el 18,8% de todas las intervenciones quirúrgicas, seguida del aumento de pecho que representa el 17%, la blefaroplastia (elevación del párpado inferior o superior) que es un 13,5%, la rinoplastia (modificación de la forma de la nariz) que supone un 9,4% y la abdominoplastia ("Tummy Tuck") que representa un 7,3%”. Las 5 principales intervenciones no quirúrgicas son: inyecciones de toxinas o neuromoduladores (Botox, Dysport) (32,7%), inyecciones de ácido hialurónico (20,1%), depilación láser (13,1%), inyecciones de grasa autóloga (transferir la grasa de una parte del pacientes otra parte del mismo) (5,9%) y tratamiento láser IP (4,4%).

Se calcula que el número total de intervenciones quirúrgicas asciende a 8.536.379 y el de las intervenciones no quirúrgicas, a 8.759.187 – lo que hace que el total mundial de intervenciones quirúrgicas y no quirúrgicas realizadas por cirujanos plásticos certificados ascienda a 17.295.557. (Esta cifra no tiene en cuenta las intervenciones quirúrgicas y no quirúrgicas efectuadas por cirujanos no plásticos[1]

Es común leer o escuchar que la cirugía cosmética se realiza en nombre de un “bien necesario”. Las clínicas, las revistas y libros especializados, los medios de comunicación y muchas conversaciones de pasillos proyectan el tema del “mejoramiento externo” como un mejoramiento a la vida! Se dice que esta debe ser dignificada en todos los aspectos. Se mejora la autoestima y por ende el rendimiento en todas las esferas, social, mental, física y espiritual. Sin embargo, es interesante lo que algunos expertos consideran sobre lo tocante, como lo plantea la Corporación Dermoestética

Esto no es un juego o algo que hay que hacerse porque esté de moda o porque hay que levantar el ánimo. Se trata de un proceso serio, en donde lo más importante no es que la cirugía estética se tenga que hacer, sino que la pregunta fundamental es: “¿debe hacerse?”.[2]

Pregunto, ¿Qué es lo que lleva a las personas a realizarse cirugías cosméticas? ¿Un sincero y genuino deseo de acabar con un problema? ¿Mostrar una mejor forma? ¿Darse un gusto personal? ¿Sentirse más atractiva/o? ¡Hacerlo porque… en mi trabajo, mis compañeras, mis amigas… todo el mundo lo hace!, ¿Exigencia laboral? ¡Parecen infinitas las interrogantes!

Hace tiempo miraba el programa televisivo “Cirugía de Cuerpo y Alma por el canal Megavisión, Chile. Se recreaba el caso de una muchacha que tenía un grave problema con sus senos, éstos habían crecido a punto de la deformación, su columna vertebral estaba siendo seriamente afectada. Además la joven era víctima de muchas burlas e insultos. Con esa triste realidad, apenas quería vivir.

El equipo médico acogió este caso y después de realizar todos los análisis requeridos, Por la señal televisiva, en vivo le realizó una mamoplastía. La alegría desbordaba su rostro al ver sus nuevos bustos. Una nueva sensación de bienestar y felicidad se incorporaba en el ser de esta joven. Claramente, su problema era anormal, necesitaba esa intervención. Pero, ¿Qué pasaría con aquella que fuera lo contrario del ejemplo, que en vez de tener demasiado no tuviera nada?, en este caso no hay afección de la salud (problema físico), pero si hay burlas y desprecios (problema psicológico), ¿Debería vivir con ese físico que de manera natural desarrolló y tener paciencia frente a las burlas, incomprensiones e incluso el rechazo del sexo opuesto? O ¿Realizarse una operación y también “solucionar el problema”? ¿Las operaciones, también debieran ser justificativas para aquel que tiene una nariz un poco chueca, pómulos demasiados estrechos en otro, quijada saliente e incluso para aquel que por causa de la glotonería ha caído en la obesidad mórbida, donde su ya complicado historial etiológico amerita realizarle un bypass gástrico? ¿Cuáles casos justifica la Biblia y cuáles casos no justifica la Biblia?

En el libro El Cantar de los Cantares, el autor a través de un diálogo lírico entona una bella canción de amor oriental. Allí, una historia sentimental se produce entre el rey y una morena campesina. Las descripciones físicas de los protagonistas son majestuosamente detalladas y repetidas varias veces en los ocho capítulos del libro. Se pueden comparar los perfectos rasgos físicos a los de los artistas contemporáneos que buscan esa idílica perfección, la mayoría la consigue, y con los años, la cirugía se encarga de hacer real el slogan “seguir siendo bello o hacerse más bello”. Claramente el tono sublime de este poema no es el de buscar la belleza como un fin en sí mismo, y menos a través de la cirugía, sino, ensalzar el verdadero amor y servir de ilustración metafórica del amor perfecto de Cristo por su iglesia.

Al final del libro se lee un texto que puede traer una que otra interpretación, dice, Tenemos una pequeña hermana, Que no tiene pechos; ¿Qué haremos a nuestra hermana Cuando de ella se hablare? (8:8) la palabra referida para pequeña, viene del hebreoקְטַנָּ֑ה ”, este vocablo puede tener más de un significado, “pequeña de edad, menor de edad, menor de los hermanos, insignificante o pequeño en importancia, es usada también como comparativos", etc.[3] Es muy difícil encontrar una respuesta satisfactoria a que está queriendo decir el autor acá. El Comentario Bíblico Adventista propone “parece que se recuerda una declaración hecha por los hermanos de la sulamita cuando ésta era niña. Es posible que entonces hubieran estado preocupados por la manera en que debían tratar a su hermanita cuando se le hiciera una propuesta de matrimonio”[4]. Otro análisis, (parecido al Comentario Bíblico Adventista), dice, “es una prueba que los hermanos están haciendo con ella para ver si resistía las tentaciones como muro o si resultaba ser una puerta que daba entrada a las tentaciones. Si fuera esto último entonces ellos la cercarían con vigas de cedro para protegerla, a lo que ella replica en el versículo 10 yo soy muro, y mis pechos como torres”[5]. Los hermanos ahora deberían darle lo que le prometieron (vers. 9), ella, ya crecida y plenamente desarrollada es objeto de alabanza, ha luchado por un amor imposible y ha vencido.

Si estas palabras se dijeron haciendo remembranzas de cuando era una niña sin desarrollo de su cuerpo, y ya crecida ha demostrado su total integridad. Para nada se constituiría en un argumento sólido esos ejemplos para sostener, que por falta de bustos, entonces pudiera realizarse una cirugía. Una lectura rápida casi que condena y alaba al que no tiene versus el que tiene, cosa que el autor lejos esta de pensar en eso. Se ha demostrado que no hay argumento para ni siquiera pensar en una posible cirugía.


[1] ISAPS Biennial Global Survey. NUEVA YORK, Aug. 9 /PRNewswire/ -- International Society of Aesthetic

Plastic Surgery (ISAPS)

[2] http://www.cuidadoysalud.com/aspectos-fundamentales-de-la-cirugia-estetica/. La Corporación Dermoestética es la compañía líder del sector médico-estético europeo y cuenta con una completa gama de tratamientos y una extensa cobertura geográfica que sobrepasa las fronteras nacionales, abarcando mercados internacionales como los de Portugal, Italia y Reino Unido. Corporación Dermoestética dispone de más de 80 clínicas, ubicadas en las principales ciudades de Europa y su expansión nacional e internacional.

[3] Vine, W.E., Vine Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento Exhaustivo, (Nashville: Editorial Caribe) 2000, c1999. La cursiva es nuestra.

[4] Comentario Bíblico Adventista, T. 3, p. 1142.

[5] Comentario Exegético-Devocional A Toda La Biblia. Libros poéticos -Cantares Tomo-2. Editorial CLIE. La cursiva es nuestra.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

La cirugía plástica, ¿Es pecado? Un estudio a la luz de la Biblia y de la ciencia

¡Pastor, me quiero enchular! ¿Es pecado?

PARTE II
Sobre la cirugía plástica reconstructiva no hay mucho que decidir, todos estamos de acuerdo, de hecho Cristo la hizo, dio vista a los ciegos, sanó a leprosos, mancos, paralíticos, etc. Sin embargo, no pasa lo mismo con la cirugía plástica cosmética. Aquí es donde están las múltiples gamas de criterios, opiniones, posturas, pensamientos, pareceres, etc., tanto de médicos, pacientes, teólogos, como de aquellos que miran desde la otra acera. Para empezar a analizar este tema, obligatoriamente debemos ir a la Biblia, pues ella da las bases para poder construir.

Cuando llegamos a la Biblia notamos que no hay ningún texto que haga referencia a que un cristiano se someta o no a una cirugía plástica estética/cosmética. Obviamente este es un término aparentemente más moderno, a diferencia del acto que sí tiene varios milenios de antigüedad. La palabra “plástico” del griego “πλαστικός” (y que conste que vivimos en la era del plástico) no aparece en ningún libro del canon bíblico. Hay un par de pasajes del Nuevo Testamento que tienen un acercamiento bastante familiar al término mencionado. El primero, aparece en Romanos 9:20 “mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así?[1]. La palabra a destacar aquí es el sustantivo nominativo neutro “πλάσμα[2] traducido como “vaso de barro”. La palabra hace alusión a una cosa o figura que ha sido moldeado. Es tácito el sentido metafísico de imitación como el de falsificación, algo o alguien moldeado ha sido afectado.

El otro texto aparece en 2 Pedro 2:3 “y por la avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme”. Se examina el adjetivo dativo plural “πλαστοῖς”, que significa “fingidas”. “πλαστοῖς” viene de “πλαστός” que de nuevo se incrementa la idea de la “fabricación o modelación” con la agravante de “falsificación”.

La palabra “πλαστικός” representa la idea de “moldear o transformar”. Tomando el primer texto mencionado de Romanos 9:20, vemos que aqui se describe al hombre como un ser “moldeado o formado” por Dios y que se cree con derechos para disputar de tú a tú con Aquel que lo hizo, cuando en el fondo, su transitoria y superficial vida es como la doblez de los falsos maestros de 2 Pedro 2:3 que utilizan “palabras de mentira” para obtener sendas ganancias y así posicionarse con una fachada de legalidad y veracidad.

No se está intentando generalizar al decir que aquella persona que usa la cirugía cosmética lo hace por un motivo de aparentar belleza o encubrir la fealdad, sino, que en la misma naturaleza del término “πλαστικός” está latente la percepción de “imitación y falsificación. Este es un tema muy común en las Escrituras, el hombre mortal siempre mostrando sus méritos y justicia ante Dios. Desde el jardín del Edén cuando Adán se cubrió con hojas de higuera para cubrir su desnudez, esa ha sido la nota discordante del ser humano. Es un ente voluble y superficial que busca posicionarse ante Dios por obras que no le cuentan ni un gol o punto a favor.

Un detalle también interesante en este tema de la cirugía cosmética es la mención de la palabra griega para aguja “βελόνης” que Lucas utiliza en el capítulo 18 y versículo 25 de su evangelio, en lugar de la palabra que usan los otros evangelistas (Mateo 19:24 y Marcos 10:25 usan en el mismo relato sinóptico la palabra griega “ῥαφίδος”), haciendo alusión a la aguja de coser ropa). La palabra “βελόνης”, solamente aparecida aquí en todo el N.T se refiere a una aguja quirúrgica. Como médico, Lucas ha estado acostumbrado a suturar heridas, y posiblemente, más de algunas por aspectos de reconstrucción, no por gusto, el autor como médico cirujano resalta esta diferencia, aspecto que los otros evangelistas no mencionan.

Que Lucas sabía y ejercía esa especialidad puede entenderse cabalmente. Desde la antigüedad, estas prácticas ya se conocían, y han contribuido a establecer la plataforma médica de hoy. Los egipcios, los babilonios y los médicos de la India la realizaban con buenos resultados, como es conocido por ciertos documentos[3] de esas épocas.

Ahora, una cosa es una cirugía plástica cosmética como las tantas realizada por Cindy Jackson[4] y otra muy diferente, una cirugía plástica reconstructiva como la que se sometió “Bibi Aisha” (la de la foto). Esta joven mujer afgana de tan solo 18 años que fue mutilada y abandonada por su marido para que muriera desangrada. Su fotografía fue la portada de la revista Time para el mes de agosto del 2010. La cirugía ha sido donada por el cirujano plástico y reconstructivo, Peter Grossman y el equipo del centro The Grossman Burn ubicado en el Hospital West Hills en Los Ángeles[5] .


[1] Todos los textos bíblicos a usar son tomados de la Reina Valera 1960.

[2] BibleWorks CD version: 8 0 1 Program version: 8.0.013z.1

[3] El Papiro Edwin Smith es el documento médico más antiguo conocido del mundo; está escrito alrededor del siglo XVII a. C., aunque se cree que se basó en textos de épocas más antiguas, de ca. 3000 a. C. Contiene 48 historias clínicas. Los casos 11 al 13 se refieren al tratamiento de las roturas en la nariz (Breasted JH. The Edwin Smith surgical papyrus. Chicago (Illinois): The University of Chicago Press; 1930). Los babilonios 1500 años a.C realizaban la extracción de Cataratas. Se han encontrado evidencias en la literatura científica de que en los libros sagrados de la India, los Vedas, especialmente en el Rig-Veda y el Atharva-Veda (1500 a. C.), se describían cirugías de reconstrucción nasal con el empleo de un colgajo de la región mediofrontal o colgajo hindú, el cual a pesar de las modificaciones posteriores mantiene su esencia y en la actualidad continúa siendo la mejor opción para dar cubierta cutánea a la región nasal. (Delgado Mora M, Berenguer Frohner B, Gómez Bajo GJ, Fernández Delgado J. Definición. Marco de la especialidad. En: Manual de Cirugía Plástica [monografía en Internet]. Madrid: Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética; 2001[citado 9 Jul 2007]). Citado por Julio César Gálvez Chávez y Lenia Sánchez Wals, Especialista de II Grado en Cirugía Plástica y Caumatología. Profesor Auxiliar. Hospital Clinicoquirúrgico «Hermanos Ameijeiras». La Habana, Cuba. Especialista de I Grado en Cirugía Plástica y Caumatología. Hospital Clinicoquirúrgico «Hermanos Ameijeiras». La Habana, Cuba. en el artículo Usefulness of the forehead flap in the nasal reconstruction

[4] Ostenta el premio Guinnes de los Records (2008) con 57 años de edad ya se ha hecho 47 procedimientos de cirugía y medicina estética. http://www.cindyjackson.com/

[5] http://www.larevistadecirugiaestetica.com/2010/08/bibi-aisha-el-rostro-de-la-barbarie.html