domingo, 4 de mayo de 2008

ACLARACIONES A LAS CITAS DE ELLEN G. WHITE.


Conceptos científicos supuestamente disparatados e incluso gravemente inmorales. (PARTE I)

A. Afirmó que algunas razas era frutos de la relaciones sexuales entre animales y hombres (Spiritual Gifts, vol. 3, p.64, 75; The Visions of Mrs. E.G.White, p. 103)

Esta declaración de EGW ha sido mal comprendida. En primer lugar refutamos como se ha formulado la expresión, ya que la cita de EGW no dice así. Esta cita, escrita en 1864, y reimpresa en 1870, dice así:
“Pero si hubo un pecado, más que otro, que hizo necesaria la destrucción de la raza humana por medio del diluvio, fue el vil crimen de la amalgamación del hombre y la bestia, lo cual deformó la imagen de Dios y causó la confusión en todas sus partes. Dios decidió destruir esa raza poderosa y longeva que había corrompido sus caminos delante de él…” (Spiritul Gifts, t.3, p. 64).
“Todas las especies de animales que Dios había creado fueron preservadas en el arca. Las especies mezcladas que Dios no creo, y que fueron el resultado de la amalgamación, fueron destruidas por el diluvio. Desde el diluvio ha habido amalgamación de hombres y bestias, como puede verse en las innumerables especies de animales y en ciertas razas de hombre” (Spiritual Gifts, t.3, p. 75). (los énfasis son nuestros).

Al revisar con detención las citas, sobre todo en los énfasis que hemos colocado, la palabra “entre” no aparece. Simplemente se habla de una especie de manipulación a nivel genético, humano y de bestias por separado, cada uno según su especie. Complementando la dos citas, se ve que EGW se estaba refiriendo solo a animales y solo a humanos, y no a una “súper raza” producto de una mezcla de seres humanos con animales.

En otras ocasiones, EGW utiliza la palabra “amalgamación” para referirse en forma metafórica a la actividad perniciosa de Satanás en la creación divina. Ella describe como cada especie, de plantas o de animales, fueron corrompidos por medio de la amalgamación con elementos corrompidos de su misma especie. También la utiliza para referirse al carácter del cristiano, expuesto a los elementos perniciosos del mundo (Ver Review and Herald, 32/8/1892).

Al reconocer que Satanás ha sido un agente activo en la corrupción del plan de Dios, podemos comprender mejor lo que EGW puede haber querido decir cuando se refirió a la amalgamación. EGW nunca insinuó la existencia de seres sub-humanos o de ninguna clase de relación animal-humana híbrida. Ella habló de “especies de animales” y de “razas de hombres”, pero nunca de alguna clase de cruzamientos de animales con seres humanos.

Respecto a esta cita, le preguntamos al Dr., PhD., Ben Clausen, físico nuclear de la Universidad de Loma Linda. Nos mencionó primeramente que ningún científico ha llegado a entender plenamente lo que ella quiso decir en esa oportunidad. Pero hay ciertos datos que nos iluminan un poquito más la comprensión de lo que ella quiso decir.

La cita de ella declara que no hubo un pecado mayor que el de la amalgamación de hombre y bestia. Si entendemos este pecado como tan grande que habría colmado la copa para que se efectuara el diluvio, es difícil aceptar que haya sido solo hombre con hombre, y bestia con bestia. Pero esto es solo una evidencia de la posibilidad de cruzamientos ilícitos entre hombre y bestias antes del diluvio.

La otra cita de ella hace alusión a la condición después del diluvio, para la cual el doctor nos dio una información interesante; que había una corriente científica a comienzos del siglo XIX que postulaba que habría existido una raza como resultado de estos cruzamientos. Sin embargo, el doctor afirmó que hay base científica suficiente para comprobar la diversidad de las especies por cruzamientos normales entre. Como ejemplo, nosotros colocamos el caso de la asna.

Como información anexa, consideramos importante mencionar el hecho que las diferencias de una raza a otra se pueden dar por combinaciones genéticas. Ciertos rasgos faciales como el dolor de la tez o físicos como la estatura, están determinados por factores genéticos y ambientales. Frente a estos cambios, hoy, casi nadie se asombra.
“Los estudios genéticos dan informes de mezclas de poblaciones, por ejemplo, los negros americanos tienen como medida, 1/3 de antepasados blancos. La población puertorriqueña, por el contrario, no es explicable como mezcla de negros y blancos, lo que sugiere una fuerte influencia de los primitivos habitantes de la isla.
La diferencia genética entre distintas poblaciones, aunque pequeñas, iluminan con datos objetivos las antiguas relaciones entre ellas. Así se han podido establecer parentescos probables entre distintos pueblos. Las distintas regiones de España presentan poblaciones extraordinariamente parecidas entre sí, y muy parecidas a otras poblaciones de la Europa occidental, pero significativamente distintas de las norte-africanas y árabes (Nuestros Genes, p. 45).

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