Fue gente común y corriente, trabajadores de clase media, la que formó la mayoría de las turbas que saquearon el comercio de Concepción y Talcahuano los primeros días después del terremoto. "Hay de todo tipo de gente, cruza las clases sociales", afirma el prefecto de Carabineros de la capital penquista, coronel Hermes Soto. Y lo reafirman los propios pobladores de sectores como la villa Alto Palomares: "Fuimos aprovechadores", dice una vecina de esa población.
Si bien ambas policías tienen establecido que delincuentes y narcos fueron instigadores de los actos de pillaje, la gran mayoría fue gente que reaccionó al boca a boca. El prefecto Soto estima que sólo un 10% de los detenidos por participar en saqueos tiene antecedentes penales. La cifra surge a partir del chequeo de las bases de datos policiales, en el momento de la detención. De los detenidos, el 98% (143) quedó en prisión preventiva.
¿Quiénes son? Según dirigentes poblacionales y los propios residentes, se trata de obreros y cargadores, en el caso de los hombres, empleadas domésticas y dueñas de casa, en el de las mujeres, que aprovecharon el caos para cargar televisores de plasma, refrigeradores y juegos de living.
Testimonios
En un recorrido por tres sectores poblacionales -Alto Palomares, Collao y Huertos Familiares-, donde se devolvieron especies, algunos vecinos dicen que nunca se imaginaron que irrumpirían en bodegas de grandes tiendas y supermercados.
Por estar a pocos metros las bodegas de grandes tiendas y fábricas, el nombre de Villa Alto Palomares fue uno de los más repetidos durante los saqueos. Sandra Toledo (36) es dirigente vecinal del lugar y recuerda que tras el sismo la gente se empezó a desesperar. "Primero gritaron '¡abrieron Nestlé!' y fuimos. Después fue '¡Abrieron Ripley!'", explica.
Sandra asegura que, de las 241 familias de la población, unas 230 fueron a robar. Ella también. De una tienda sacó una cocina y un refrigerador, que sus vecinos ayudaron a traer en vehículo. "La mayoría de los hombres son peones. La mayoría trabaja en transporte. Y el resto son obreros de la construcción. Las mujeres o son asesoras del hogar o dueñas de casa, pero es gente honesta", afirma. Como ejemplo, un hogar promedio de esa villa tiene ingresos que no superan los $ 300 mil. Tres vecinos del sector señalan que los obreros ganan $ 200 mil y las asesoras $ 100 mil.
Sandra dice que fue la primera en sacar los enseres cuando llegó la PDI, pero que lo que la motivó fue ver lo que pasaba en otros lugares. "La gente estaba mal y estábamos nosotros robando", se lamentaba ayer.
Pero también ocurrió en otros sitios, como el sector de Huertos Familiares de San Pedro de la Paz, una villa de profesionales donde hubo robos. Juan Zarza (47) tiene una panadería. "Lo que más nos duele es que vecinos nuestros, clientes de años, hicieron ingreso con la turba", afirma.
Héctor López, dentista del mismo lugar, dice que aunque fueron delincuentes los que abrieron las rejas del local, "después vimos pasar autos nuevos, algunos con patentes de cuatro letras, llevándose productos".
La edil de Concepción, Jacqueline van Rysselberghe, lo resume en que "hay gente buena y gente mala".
La población que devolvió lo robado
La villa Alto Palomares, uno de los sectores de Concepción donde los vecinos reconocen su participación en saqueos y devolvieron bienes robados, nació como un campamento en los años 60 y sólo en 1998, mediante el programa Chile Barrio, comenzó a regularizarse. "Mi mamá me cuenta que cuando llegaron acá eran como 15 familias", dice la líder vecinal Sandra Toledo.
Hoy, explican en el municipio, son 241 viviendas sociales, de dos a tres dormitorios. Comenzaron con 42 m2 construidos, pero 178 de estas casas fueron ampliadas a 58 m2 entre 2007 y 2008.
No es una población peligrosa: un afuerino puede caminar de día por sus calles sin problemas. Ayer, grupos de jóvenes -que no tenían clases- acarreaban agua en un tarro plástico de basura municipal. Sus padres, en su mayoría, no llegaron a enseñanza media.
Varios aspectos me llaman la atención, (tema muy contingente para que los sociológos se "entretengan").
primero, el porcentaje, el 90 % que delinquió son "normales"
segundo, gentes de toda clase social , aunque no se menciona tan específico, tengo información de personas de bastante dinero que robaron descaradamente en tremendas camionetas.
tercero, la mención de la palabra "turba".
cuarto, devuelven las cosas por miedo a castigos, no por un asunto de la conciencia. O sea solo el castigo alumbra la ampolleta de la conciencia.
quinto, 230 de 241 familias fueron a robar en cierta población, ¡creo sinceramente que esto es demasiado!
Es común que en los desastres sino se impone inmediatamente el orden a traves de fuerzas especiales los saqueos vienen a la orden del día. En New Orleans, cuando Katrina, el ejército norteamericano desplegó sus fuerzas y evitaron una destrucción mayor. Lo importante aqui es, cómo mucha gente no tiene conciencia moral de hacer lo correcto, puede ser que sepa lo que es malo o bueno, pero no influye para nada en hacer lo uno o lo otro. El hecho de que se conozca el bien o el mal no es indicador de que se va a hacer lo bueno y desechar lo malo en las circunstancias cualesquiera. "Vecinos de mas de 30 años, gente aparentemente honestas, buenos vecinos, de mucho dinero, dueños de toda una compañía de transporte, cargaban varias de sus camionetas nuevas con plasmas, lavadoras, living y cuántas cosas cabían en los vehículos" declaraba una vecina horrorizada, espantada y asombrada!
Lo acaecido es una muestra de lo decayente de la moral en la sociedad. No hay cifras completas de cuántas personas robaron, pero las imagenes y videos son demasiados elocuentes. Obviamente hay personas que percibieron el error y no procedieron teniendo necesidad verdadera de cosas básicas, pero el margen es muy mínimo. Quiero expresar que estas cosas volverán a pasar con más aceleración. Llegará el tiempo cuando un grupo de personas se ubicará de parte de los mandamientos de Dios y una turba compuesta desde los más ricos hasta los más pobres, desde los más iletrados hasta los más analfabetos desearán su exterminio, pero Dios obrará liberación.
No se engañen aquellos que dicen que vamos mejorando, sí, puede ser que vayamos mejorando en comodidades, infraestructura, mejor natalidad infantil, más años de vida, mejor "educación, pero en cuanto a la moral, esa agrupación de creencias, normas que tiene un individuo o un grupo que determinan sus obras, se esta retrocediendo. Por eso es que el mercado tiene que invertir millones y millones en solo "cómo generar confianza", que la gente al fin "pueda creer", el respeto, la consideración, "el creer" se ha perdido del mapa. En la Biblia, la palabra Kairos muy usada para definir el concepto de tiempo en un aspecto de calidad, expresa justamente eso cuando se emplea proféticamente "porque el tiempo esta cerca" (Apocalipsis 1:3) la naturaleza cruje, la esencia moral se desploma, son indicadores de que el fin se aproxima.
Dejo algunos comentarios de personas que leyeron la crónica y que en breves argumentos dejan una cruda atmosfera de la nauseabunda realidad
jotelucho
Este es el vivo retrato de una sociedad enferma desde sus profundidades. Vacios legales, permisividad, exacerbacion del consumo, desigualdad en la educacion, malas practicas laborales, exaltacion del morbo y la bulgaridad en los medios de comunicacion, etc., etc. Hemos perdido la espiritualidad, que no es lo mismo que religiosidad, el sentido real de la vida. Si no tienes un i-phone, un plasma o un notebook no eres nada. continuara....
jota
Extraño es ver como el ser humano en situaciones extremas puede reaccionar, dejándose llevar por las masas, sin pensar por un segundo las consecuencias de ello. Esto, que les sirva de lección aquellos que lo hicieron (para que no lo repitan). Sin embargo, como todo en la vida tiene un COSTO, lo sucedido NO PUEDE SER GRATIS. Algún castigo se les debe aplicar: voto POR EL TRABAJO COMUNITARIO, quizás en ese momento se den cuenta del daño que hicieron al alma, de quienes todo perdieron.
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