domingo, 2 de octubre de 2011

Refutación Bíblica a las doctrinas de la iglesia Creciendo en Gracia


 (para conocimiento de los lectores, se estará entregando la refutación bíblica una a una de las doctrinas de la iglesia Creciendo en Gracia. He recibido un email con sus enseñanzas y para conocimiento correcto de vuestros lectores presentaré las respuestas a sus doctrinas)

Saludos

Gracias por su respuesta, y posiblemente esta es la primera de las varias que les enviaré a vosotros.

En las premisas que cursaron, de las cuales no comparto ninguna en su totalidad, porque obviamente tienen partes que son correctas.  Esto es lo que es aberrante para mí y para cualquiera que cree en el evangelio de Cristo y no en mandamientos de hombres. Solo en esta ocasión discutiré con vosotros el primer postulado de su doctrina verdadera.

1. EL PECADO NO EXISTE: Cuando Jesús  de Nazaret dijo: "Consumado es", finalizó, expiró, la era de pecado. “…pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado." (Hebreos 9:26)  


En primer lugar, están omitiendo la parte introductoria del versículo que dice De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo…”. Es importante considerar el contexto de un pasaje para entender lo que se está diciendo. Aqui se presenta que Cristo no tuvo que ofrecer su sangre muchas veces, pues su acto fue único, consumado una sola vez, en contraste con el sumo sacerdote que utilizaba sangre ajena al entrar al santuario para la purificación, Cristo entra por su propia sangre.

De otra manera, es decir, si la ofrenda de Jesús sólo hubiera tenido una eficacia transitoria, como sucedía con las ofrendas del sumo sacerdote terrenal. Entonces su encarnación y muerte hubieran tenido que suceder muchas veces. Y ahora en la consumación de los siglos o postreros días (ya que se usa como sinónimo en el cap. 1: 2) se presentó en su primera venida, una vez por todas, por medio de su sacrificio para así quitar el pecado. Para eso vino Cristo para salvar a su pueblo de sus pecados.

Pero todo lo anterior no significa que el pecado fue quitado completamente como ustedes enseñan, “Por que la paga del pecado es muerte más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. (Romanos 6:23). Cristo vino a romper las cadenas del pecado, pero éste será destruido completamente cuando después de su Segunda Venida esta tierra sea purificada y renovada.

51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,
 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.
 53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.
 54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.
 55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?
 56 ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.
 (1Co 15:51-56)

¡La muerte!, esta es la consecuencia definitiva del pecado, que si bien Cristo le dio su sentencia en la cruz, el pecado sigue trayendo enfermedad, destrucción y muerte. Por esto, Juan escribe en Apocalipsis 21:4 “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”.
Y retomando de nuevo a Pablo en 1 de Corintios 15 y versículo 26 se nos dice Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte”.

Ustedes no pueden estar hablando de que no hay pecado, cuando todavía exista la muerte, porque mientras haya muerte aquí en la tierra existirá pecado.

Creo firmemente porque la Biblia lo enseña, que uno puede no pecar, pero eso no quiere decir que no exista el pecado. Juan en su carta escribió Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el Justo. (1Jo 2:1 R60)

Una traducción más correcta de la primera parte es “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no vayais a pecarμὴ ἁμάρτητε (aqui esta el adverbio de negación “No” y el verbo subjuntivo aoristo activo, 2º persona del plural) el modo subjuntivo es el modo de la probabiblidad, del deseo, de lo que se quiere anhelar, y al estar en aoristo junto al adverbio de negación se esta refiriendo a un tiempo y acción puntual en forma de prohibición. Por eso Juan lo que quiere decir es lo siguiente en esta primera parte,  “Hijitos, esto que escribo a ustedes lo hago para que no vayan o comiencen a pecar”. Es algo enfático del apostol.

Pero, (sigo parafraseando) si alguno llega a pecar, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el Justo. Aqui se usa el mismo verbo ἁμάρτῃ pero en 3º persona del singular, unido a la conjunción subordinada ἐάν que se traduce como “comience a pecar”. Cuando se une el verbo subjuntivo a la conjunción mencionada estamos en presencia de una oración condicional potencial. ya que expresa una condición que puede llegar a cumplirse, o sea “llegar a pecar”.

La idea es que no se peque, ese es el deseo enfático del apóstol, pero mucho más de Dios, pero como pecar también puede ser una probabilidad ya que somos seres pecadores, Juan entonces, pone la solución, Abogado tenemos. Y este abogado es Cristo, no es José luis de Jesús Miranda, no es algún pastor, no es Cristian Silva que se considera como el tercer Elias y dice que Cristo viene el 15 de octubre, no es el Papa, ni ningún hombre en la tierra. Todos ellos son simples y mortales hombres como cualquiera de nosotros, que hoy somos y mañana no, “el hombre, como la hierba son sus días; florece como la flor del campo, que pasó el viento por ella, y pereció, Y su lugar no la conocerá más” (Salmos 103:15). Pero que también, por la gracia de Dios podemos ser salvos como cualquier ser humano en el mundo. Darle una calificación a su líder como la que recibe de ustedes es una aberración y una gran blasfemia, como también la que recibe el Papa o muchas personas que se han declarado Mesías en lo largo de la historia.

Hay una muy grande ignorancia en lo que sostienen como verdadera doctrina de Dios Jesucristo Hombre. Una a una les iré contestando, porque no tienen ninguno de sus postulados asidero bíblico. Generalmente ustedes pueden percibir alguna animosidad en alguien que les responde contradiciendo sus enseñanzas, como hago yo ahora, pero quiero decirles que respeto mucho a aquellos que plantean cosas diferentes, porque la verdad absoluta no la tienen ninguna de las iglesias y religiones sobre la tierra. Sin embargo, la Biblia es clara y se explica a si misma. Al estudiarla diligentemente con un espíritu de oración y humildad y pidiendo a Dios para que esclarezca sus enseñanzas en nuestra vida e ir por el camino de sus mandamientos, entonces estaremos siendo partícipes de la promesa de la vida eterna, pues le habremos entregado el corazón al único mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre (1 Timoteo 2:5). Solo les digo que abran sus ojos, porque Dios les abrirá sus entendimientos y podrán decir como el profeta Isaías “a la ley y al testimonio, sino dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido”( Isaías 8:20).

Muy atte.

Renel Gómez

No hay comentarios: