miércoles, 30 de marzo de 2011

El fin del Conflicto


Leo en el diario La Tercera, que el Presidente Obama autoriza operaciones secretas de la CIA para apoyar a los rebeldes libios. Lo que ha estado pasando en Libia, lo que pasó en Tunez, Egipto, ahora en Siria, indica que Estados Unidos tiene una relación ya sea directa o indirecta en estos levantamientos populares. Pero, esto no esta sucediendo por ser la primera y más importante potencia mundial donde supuestamente tienen ciertos "derechos inalienables" para tales injerencias, sino, porque es lo que tiene que pasar para que el cumpliento de la profecía tenga su lugar.


Esto que toda la población mundial esta viendo no tiene nada de asombroso, ni lo será cuando suceda en China, Corea del Norte, Irán, Pakistán, Vietnan, Myanmar o Cuba, países que no garantizan ni tienen la plena libertad de expresión y fe religiosa. Obviamente Estados Unidos será cauteloso con el gigante asiático y con otros que tienen o alardean de tener armas nucleares, sin embargo, al final se impondrá para ver solo dos poderes mundiales, uno civil, otro religioso. Estados Unidos al control del mundo en los asuntos seculares y la Iglesia Católica al mando de los asuntos religiosos, paradójicamente siendo La Iglesia Católica reconocida más por sus comentarios y participación política que religiosa y Estados Unidos famoso por sus raíces protestantistas ¿Cuánto falta para todo esto? no lo sabemos, pero lo que esta ocurriendo en el norte de Africa y Medio Oriente indica que los acontecimientos que estan en el futuro para Asia y las Americas, pueden venir rápidamente.


Desearía ordenar los acontecimientos en los cuales el pueblo de Dios vivirá con "eventual" dificultad, pero, que serán para remarcar el sello de su distinguida relación de fe con el Señor. Una vez que el clima civil y religioso ya tiene su dominio habrá una gran reforma espiritual en la iglesia, a ésta le acompañará la lluvia tardía junto al fuerte pregón. En este proceso corto se tendrá un gran zarandeo como nunca antes visto lo que llevará a un tiempo de angustia previo. Ya no se verá cristianos aparentemente piadosos o paganos aparentemente buenos. La religiosidad de cada cual estará definida. Muchos que estan adentro saldrán de la iglesia para nunca más volver a ella y otros ingresarán a ella para formar parte de ese grupo especial que recibirá al Salvador en las nubes.


En este contexto de gran reavivamiento, zarandeo y derramamiento sin precedentes del Espíritu Santo se dictará la ley dominical, de esto se escribió "En el último conflicto, el sábado será el punto especial de controversia en toda la cristiandad. Los dirigentes seculares y religiosos se unirán para hacer cumplir la observancia del domingo; y al fallar las medidas más suaves, se pondrán en vigencia las leyes más opresivas. Se insistirá en que los pocos que permanecen en oposición a una institución de la iglesia y a una ley del país no serán tolerados, y finalmente, se emitirá un decreto denunciándolos como merecedores del más severo castigo, y dejando a la gente en libertad para que, después de cierto tiempo, les den muerte" Ellen White, Spirit of Prophecy, vol. 4, p. 444.


"Cuando el sábado se convierta en el punto especial de controversia a través de la cristiandad, el persistente rechazo de una pequeña minoría para ceder a la demanda popular les convertirá en objetos de execración universal. Se insistirá en que los pocos que se oponen a una institución de la iglesia y a una ley del estado no deberían ser tolerados; que es mejor que ellos sufran que naciones enteras sean lanzadas a la confusión y a la ilegalidad. Este argumento parecerá concluyente; y contra los que honran el sábado del cuarto mandamiento se emitirá finalmente un decreto, denunciándoles como merecedores del castigo más severo, y dejando a la gente en libertad, después de cierto tiempo, de darles muerte".


La ley dominical, que en su espíritu esta en muchas constituciones pronto será real y visible. Aplicada por la razón o la fuerza, y los que se resistan, sin piedad serán condenados. Este momento será decisivo para salir de las grandes ciudades a las más pequeñas. Ya la obra de separación del trigo de la sizaña esta consumada.Los cuatro ángeles desatan los vientos de la destrucción, plagas mortíferas parecen consumir a los impíos, pero el pueblo de Jehová esta a salvo. La tierra es sacudida y desvastada como nunca antes, ante tales rápidas tragedias se inicia una persecución en contra de los hijos de Dios. Se les condena por ser los supuestos originadores de estos males. Pero, estos han huido de las pequeñas ciudades y tienen refugio y amparo en los escondrijos de la tierra. Otros son apresados y reciben la sentencia de muerte, la gracia de Dios ya se ha retirado de la tierra, el Espíritu Santo ya no se mueve impresionando a los corazones. Un decreto de muerte cae sobre ellos, y una gran angustia se apodera de sus corazones. Esta angustia conocida como la Angustia de Jacob les hace vivir con incertidumbre a causa de su condición pecadora, pero Dios ya ha asegurado sus corazones con la salvación.


Poco después viene la liberación, Cristo desciende del cielo y los muertos son resucitados, los presos liberados, los escondidos salen de sus refugios y todos como una gran masa de mortales reciben el don de la inmortalidad. Es el momento esperado, es el momento de la retribución divina, unos para vida eterna y otros para confusión y perdición eterna.


Creo que estamos viviendo etapas decisivas en el cierre de la gracia divina. La iglesia esta tratando de emplementar diversos planes para alcanzar a la mayor cantidad de personas, sin embargo, éstos apenas son destellos de luz, pero que muy pronto tendrá una luminosidad universal, pues el Espíritu Santo vendrá con poder y su derramamiento copioso alcanzará a millares de seres. Necesitamos orar por este derramamiento del Espíritu Santo, necesitamos sentir esa necesidad de recibir al Espíritu Santo, necesitamos confesar nuestros pecados, limpiar el corazón de toda contaminación y consagrarnos a Dios. Pongamos a un lado las disenciones y entreguémonos a la noble y única tarea de trabajar por los perdidos, despojémonos del yo, que éste sea el mensaje de nuestra alma,"Señor toma mi corazón porque yo no puedo dartelo, Es tuyo, manténlo puro, porque yo no puedo mantenerlo por ti. Sálvame a pesar de mi yo, mi yo débil y no semejante a Cristo. Modélame, fórmame, elévame a una atmósfera pura y santa, donde la rica corriente de tu amor pueda fluir por mi alma’”. PVGM, p.145.



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