martes, 19 de enero de 2010

El Servidor


Dos personas famosas y que dificilmente se podrían poner de acuerdo, ni siquiera para una foto, a no ser por circunstancias de la vida. El de la derecha (en la foto) un archienemigo del capitalismo; hoy, un anciano convaleciente que apenas puede cuidarse por si mismo. El de la izquierda (suena a broma) empresario millonario (según forbes con una fortuna cercana a los 2.000 millones de dollares) convertido en el 48 presidente en la historia republicana de Chile. Ambos se han considerado servidores públicos, solo que cada cual evalúa ese "servicio" de acuerdo a lo que interpreta.

El de la derecha (en la foto) recalcó en una ocasión que su sueldo mensual (25 dollares) no le alcanzaba para comprarse un traje, motivo que llevó a un amigo y famoso modista hacerle uno.  El de la izquierda, ha expresado una y otra vez que su causa de lucha, entre otras cosas, es por los más desvalidos y clase media. Aparentemente ámbos han estado muy "comprometidos" con el servicio, que es la esencia de la política.

En el plano espiritual el ser humano aduce que es un servidor de Dios, cree que detrás de todos los cultos, devoción personal, obras caritativas, etc. hay una vida de servicio y entrega. Si pensamos en Livingstone a nadie se le ocurriría decir que su servicio fue un aspecto netamente de gratificación personal, él fue un hombre que se desgató y murió sirviendo como médico y explorador misionero en tierras y aldeas desconocidas, al punto que su muerte vino estando en suelo africano, sin querer regresar a su Escocia natal. Pero este amor profundo lo conocemos por la historia, por sus obras, sin embargo, cómo Dios lo consideraría? Ve estos hechos como nosotros?

En el libro de Isaías Capítulo 43 y versículos 22 al 28 se expresa el pecado de Israel, manifestado éste en la ingratitud. El pueblo supuestamente servía a Dios por medio de holocautos, sacrificios de animales, inciensos costosos, tanto era su "servicio por el Señor" que se desgastaban y fatigaban en sus procesiones, ritos y cultos. Pero Dios les cambia el pensamiento con lo que realmente es "no te hice servir con ofrenda, ni te hice fatigar con incienso... sino pusistes sobre mí la carga de tus pecados, me fatigastes con tus maldades". Lo que el pueblo pensaba que hacía en adoración y justicia, era realmente lo contrario, eran actos de rebelión y pecado. La expresión hebrea "lo he eba detikos" traducida "no te hice servir" es clave y contrasta con "aj hé ebadetani" "me hicieron un servidor de sus pecados". "anoji anoji" Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mi mismo, y no me acordaré de tus pecados.

Por causa del pecado, el pueblo de Israel y nosotros en la actualidad hacemos a Dios un servidor nuestro, decimos que le adoramos y le servimos, pero en realidad es él quien nos sirve al borrar nuestras rebeliones y no acordarse de nuestros pecados. Ciertamente con nuestra culpabilidad hemos hecho servir a Dios. De una manera eterna y perfecta el Rey del cielo asumió la culpa del pecado, vino a vivir como siervo y pagó como siervo, cargó nuestros pecados y por esa acción inmaculada de servició nos eleva a la condición de reyes y principes, linaje especial.

Es por esto que el capítulo 43 aguarda una estrecha relación con el capítulo 53, el Siervo Sufriente". No hay textos que describan mejor la misión de este siervo. Jesús carga y sufre con lo que el siervo debía cargar y sufrir. Jesús reemplaza al pecador, toma su lugar, se inclina e humilla y va hasta la muerte, y ésta de cruz.
Este es el verdadero y más sublime acto de adoración, lo que hizo Cristo! Muchas veces pensamos que como somos buenas personas, cuidamos a la familia, servimos a la patria, vamos a la iglesia, devolvemos los diezmos y damos abundantes ofrendas, nos englobamos en la misión de predicar el evangelio e inclusive corremos para asistir a las victimas de desastres naturales, Dios tiene una deuda con nosotros, nos debe algo porque le estamos sirviendo, estamos siendo sus manos, sus labios y pies en esta tierra, pero no es asi.

Si queremos verdaderamente servir, aprendamos primero a conocer al verdadero servidor. Démonos cuenta que lo poco que hacemos es nada en comparación con lo que ya se hizo. Adoremos con el verdadero propósito, como dijo Cristo "los verdaderos adoradores adoraran al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren" (Juan 4:23).

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