viernes, 15 de agosto de 2008

Tiatira, Dulce sabor de trabajo!!

Apocalipsis capitulo 2 y 3 habla de las 7 iglesias. Estas eran congregaciones establecidas en el Asia menor, cuyos capítulos mencionados ilustran la realidad espiritual de sus miembros y las vivencias de ellos en el plano político y comunitario, pero como esta también presentado en un contexto profético, estas iglesias simbolizan la condición de la iglesia en toda la historia del cristianismo, incluido el nuestro. Sus características no solo son exclusivas de cada una, sino que se pueden aplicar a todas las demás en toda la era cristiana, obviamente dejando claro que cada iglesia tiene también su propia particularidad espiritual y social.
Por ejemplo, tomemos el caso de la primera iglesia de Éfeso, el capitulo 2 y versículo 4 registra un reproche de parte de Dios, el verdadero autor, “haz dejado tu primer amor”. Todas las personas que han abrazado el cristianismo han manifestado ese primer amor, por ende esta descripción no solo puede ser aplicable a Éfeso, ni tampoco lo es en la interpretación de ser una iglesia que ha vivido la pureza inicial de un conocimiento primitivo cristiano, pues aun cuando el cristianismo se fue oscureciendo con el paso gradual del tiempo e incorporando tendencias de carácter secular, siempre ha existido iglesias que han mantenido esa verdad pura.
De las 7 quiero referirme solo en esta ocasión a Tiatira, se entiende que proféticamente esta iglesia vivió en una era bastante compleja. La iglesia católica dominaba en todas las esferas de la vida, era evidente por la supremacía papal impuesta desde Roma. Era un periodo muy difícil para aquellos que amaban verdaderamente a Dios. Los historiadores y teólogos coinciden que esta etapa fue mas o menos por los años 538 – 1517 d.C.
Paradójicamente fue la iglesia que represento el periodo más largo de casi mil años, siendo al mismo tiempo la más pequeña y menos notable de las 7 ciudades mencionadas, donde se concentran las iglesias. Son muchos los aspectos que aparecen en los 12 versos de la pericopa, pero solo quiero detenerme en el aspecto judicial, que a grandes rasgos no aflora mucho contenido, pero que examinando más detenidamente podemos percibir su implicancia. “Al que venciere” vers. 26, promesa que se repite en las siete iglesias, donde literalmente debe traducirse “y el que siga venciendo”, es un participio presente activo que está en calidad de intransitivo, o sea no necesita de un complemento directo para justificar o entender la acción del verbo, aquí tiene un sentido muy legal, es un veredicto del cual en el proceso judicial se está saliendo airoso. El tribunal lo está absolviendo porque esta guardando las obras, del griego “ergon”, hechos que demuestran el carácter. La ley que es el código por el cual es juzgado el creyente, según dice Santiago 2:12 evalúa las obras y en un sentido legal las condena o absuelve, ratificándose el texto de Eclesiastés 12:14, de que Dios traerá toda obra a Juicio.
Las obras como dice el texto deben guardarse hasta el fin, del griego “telos” que indica terminación, conclusión de un proceso o una serie, por eso la temporalidad del participio “el que siga venciendo” encuentra un justo equilibrio. Todavía no hay una definición en cuanto a la absolución definitiva del creyente, está en un proceso, que si bien no se percibe en su etapa vindicatoria, todo indica que esta está por venir. La expresión que sigue “yo le daré autoridad sobre las naciones” sigue reforzando y agregando la idea de juicio, la palabra autoridad del griego “exousia” define a alguien que es investido para tomar una decisión judicial. Podemos creer que es un resultado metafórico de la dignidad y autoridad que recibirá el justo en el futuro. Pero también puede verse como la proyección que tiene el creyente de juzgar junto a Dios, en un proceso que no se limita a esta era sino a una mas allá de la venida de Cristo, pudiendo ser esta la etapa del milenio. Por eso podrá regir con vara de hierro, gr, jrabdos, tiene un sentido de gobernar firmemente, este sustantivo usado cuatro veces en el Apocalipsis, solo aquí no es aplicable a Cristo, sino al vencedor. No es de extrañar que en todas estas iglesias las promesas que se aplican a Cristo, también tengan una implicancia en el creyente que sale triunfador en el conflicto del bien y del mal.
Solo la divinidad se sienta en el trono, en la promesa a la última iglesia el vencedor también se sentara, metafóricamente será su asiento porque tendrá autoridad y dominio, ya no será un peregrino y advenedizo, errante, culpable de los males, sin patria ni dominio, sino una persona que ha sido pesado y hallado justo. El Hijo de Dios conoce a sus hijos, la obra, el amor, la fe, el servicio y la paciencia que estos ejercen, sus obras postreras son mejores, ha habido un crecimiento espiritual que ha hecho que ninguna iglesia tenga más elogios que esta. Tiatira, vive lo que significa su nombre, “le agrada mucho el trabajo”.

1 comentario:

Moon dijo...

hi, i dont know spanish but i would be happy if u come to my bog