domingo, 8 de junio de 2008

Geólogos de la Universidad de Rochester afirman que la Cordillera de los Andes tuvo un nacimiento abrupto...Diario La Tercera, 6 de junio 2008



Esta afirmación, hecha por geólogos de la Universidad de Rochester, en Nueva York, se contrapone a la teoría que señala un nacimiento progresivo y a lo largo de muchos millones de años del macizo andino.

El diario la Tercera de Chile da a conocer esta información el 6 de junio de este año. Ese "estallido de crecimiento" puede duplicar la altura de una montaña en un lapso tan corto en términos geológicos como de dos a cuatro millones de años, es decir, mucho más rápido que lo que sugiere la teoría sobre el engrosamiento de las capas tectónicas.

Esa teoría era la base para calcular la edad de un grupo de montañas a través de un estudio de su historia geológica, incluyendo sus fallas y repliegues. Sobre la base de ese sistema, los científicos habían calculado que la Cordillera de los Andes nació hace unos 40 millones de años. Sin embargo, según Carmala Garzione, profesora auxiliar de geología en Rochester, ahora será necesario modificar la teoría e incluir en ella el proceso llamado "delaminación".

Carzione y el profesor de geoquímica del Instituto Tecnológico de California, John Eiler, consideraron la "delaminación" para desarrollar nuevas técnicas y calcular la edad de una cadena montañosa. La teoría de la "delaminación" indica que en vez de erosionarse lentamente, la raíz de una montaña se desprende y cae en el candente manto del interior del planeta. Libre de ese peso, la montaña se yergue, y en el caso de Los Andes, ese levantamiento fue de unos 4.000 metros en menos de 4 millones de años.

Las nuevas técnicas aplicadas por los científicos consisten principalmente en determinar la alteración de la composición química de una cadena montañosa debido a las precipitaciones pluviales y de nieve. Mediante el análisis de las cuencas sedimentarias de los Andes el grupo científico pudo determinar cuándo y a qué altura se depositaron esos sedimentos. Ese registro de los cambios de altitud muestra que los Andes se elevaron de manera progresiva durante decenas de millones de años y luego, repentinamente, el macizo montañoso sufrió un brusco salto geológico entre hace 6 y 10 millones de años.

La teoría del nacimiento abrupto de los Andes, la segunda cadena montañosa del mundo después de los Himalayas, es confirmada por Gregory Hoke en un informe que publicará este mes la revista "Earth and Planetary Science Letters".

Más aún, Hoke indica que el violento proceso se manifestó en diversos fenómenos a una distancia de unos 500 kilómetros del macizo andino. Entre esos fenómenos geológicos incluye erupciones volcánicas, erosión, acumulación sedimentaria y la formación de profundos cañones en las laderas de las montañas a medida que éstas brotaban desde la superficie.
Este estudio es muy interesante, porque se acerca más a la realidad de un diluvio universal que trajo todos estos cambios geológicos abruptos y no a la cantidad de millones de años para que se formasen estas cadenas montañosas. Aunque los científicos de este trabajo igualmente hablen de millones de años (4 o 5), es un paso más cerca para ir reconociendo, que esta cordillera y las otras como la del Himalaya, fueron resultados del estallido violento geológico a causa de las precipitaciones fluviales y "erupciones fluviales y volcánicas de las fuentes intraterrestre", que es un mecanismo vertical.

La Biblia nos dice que las fuentes del abismo "fueron rotas", lo cual obviamente implica grandes fisuras en la tierra. Las aguas que se habían mantenido bajo presión dentro de la tierra reventaron trayendo consecuencias catastróficas. Es interesante resaltar el hecho de que el 90 por ciento de lo que sale de los volcanes actualmente es agua, a menudo en forma de vapor. Y dado que en el registro morfológico (de las rocas) encontramos muchas rocas volcánicas mezcladas con los estratos fósiles - estratos depositados, obviamente, durante el Diluvio - podemos sugerir que esas fuentes del gran abismo podrían, perfectamente, haber involucrado una serie de erupciones volcánicas con prodigiosas cantidades de agua saliendo a través de la tierra.

Este proceso de levantamiento de nuevas masas continentales de debajo de las aguas del Diluvio conllevaría que, mientras las montañas se elevaban los valles se hundían, las aguas abandonasen rápidamente las nuevas masas continentales emergentes. Este rápido movimiento de grandes volúmenes de agua causaría una gran erosión. No es difícil contemplar la rápida ‘excavación’ de muchas de las formas rocosas que observamos hoy en día en la Tierra, incluyendo, por ejemplo, el Gran Cañón en USA, y las rocas Ayers en Australia central. (La forma actual de este monolito es el resultado de un ladeo y levantamiento de los previamente horizontales lechos de arena dejada por el agua seguido de la erosión.
Es por esto que también vemos, en muchos casos, ríos en valles que son mucho mayores de lo que deberían ser si hubieran sido hechos por el mismo río, que es diminuto en comparación con el valle, que ahora fluye por el valle. En otras palabras, el volumen de agua responsable de crear esos valles tan grandes tiene que haber sido mayor que el volumen de agua de los ríos de hoy en día. Esto es consistente con la idea de grandes volúmenes de aguas diluvianas abandonando las masas de tierra emergentes al final del Diluvio, y yendo a parar a las nuevas y profundas cuencas oceánicas.

Elena White a través de la inspiración nos dice en relación al tema del nacimiento de las cordilleras
Entonces "fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas." (Vers. 11.) El agua se veía caer de las nubes cual enormes cataratas. Los ríos se salieron de madre e inundaron los valles. Torrentes de aguas brotaban de la tierra con fuerza indescriptible, arrojando al aire, a centenares de pies,* macizas rocas, que al caer se sepultaban profundamente en el suelo.
La violenta acción de las aguas amontonó tierra y rocas sobre estos tesoros, y en algunos casos se formaron montañas sobre ellos.

La tierra presentaba un indescriptible aspecto de confusión y desolación. Las montañas, una vez tan bellas en su perfecta simetría, eran ahora quebradas e irregulares. Piedras, riscos y escabrosas rocas estaban ahora diseminados por la superficie de la tierra. En muchos sitios, las colinas y las montañas habían desaparecido, sin dejar huella del sitio en donde habían estado; y las llanuras dieron lugar a cordilleras. Estos cambios eran más pronunciados en algunos lugares que en otros. (Patriarcas y Profetas pp. 97-99)

No hay comentarios: