viernes, 29 de abril de 2011

La conveniencia de la convivencia



Los Duques de Cambridge han realizado su boda, la ceremonia vista por 2 mil millones de personas ha sido más famosa que cualquier otra realizada en por lo menos unos 30 años. Muchas parejas sueñan con este idílico romance, en ellos, ven lo que no pueden ni logran en si mismos. Y como suerte de magia esperan que esa "felicidad" también les rodee cuando lleguen frente al altar.


La pareja que convivía como marido y mujer, solo revistieron de gala lo que ya había sido adelantado. ¿Tiene valides el matrimonio que llega al altar cuando el regalo de bodas ya ha sido abierto mucho antes? ¿Qué bendición recibe aquel que se anticipa a lo que dice la Palabra de Dios presentada por el Arzobispo de Canterbury? ¿O de eso no se hablo? No se esta hablando de un puritanismo angelical, ni de un mórbido rechazo a lo hecho, sino de tomar en serio algo que realmente es trascendente de vida eterna para Dios la familia y la sociedad. De las cosas más perfectas de este matrimonio fue la puntualidad, el protocolo y los trajes. Si se tomara el matrimonio como se inquirió en estos puntos, ¡con tal responsabilidad!, !que diferentes fueran las cosas para los que contraen el compromiso de unirse para toda la vida! realmente una gran bendición viniera a la pareja! Tristemente esto no sucede así, la vanagloria de la vida enturbia la pureza de algo dado al hombre desde su mismo origen.


El matrimonio esta en crisis, siempre lo ha estado, pero ahora lo esta mucho más. Construirlo lleva más esfuerzo que el hacer una guerra. Cada vez que de algo tan solemne y santo llega a rebajarse al punto de lo profano, me pregunto ¿Puede mejorar la familia si se comienza violando lo que desde un inicio se escribió para ella? 



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