Malaquías 3:10 dice “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi Casa: Probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, a ver si no os abro las ventanas de los cielos y derramo sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”. Este es el texto clásico de los diezmos y ofrendas en muchas iglesias, especialmente si a la hora de la lectura bíblica, no se ha hecho con antelación la búsqueda correspondiente del texto bíblico o de la lectura adicional que se incorpora en ese momento. Así que los hermanos dicen “mira lee este que siempre uno se acuerda, Malaquías 3:10”, entre otras declaraciones.
Es un texto muy “rayado” una expresión para demostrar lo usado que ha sido. Pero puede ser que realmente no se entienda bien y no midan las implicancias del mismo. Una consideración quisiera exponer del texto.
Israel estaba viviendo en infidelidad hacia los principios divinos, cuando Dios le expone la falta, ellos se esgrimen de la supuesta responsabilidad doblegada y dicen ¿En qué hemos de volvernos?, ¿En qué te hemos robado? Hablando en buen chileno, se manifiesta una tremenda “patudes” al punto que están poniendo a Dios como mentiroso. En medio de la gran perversidad, Dios los llama a una reforma, los guía para probar la lealtad de El hacia sus promesas. Si el pueblo sirve a Dios, en primer lugar; vendría prosperidad a tal extremo que sobreabundara. El pueblo necesitaba confiar en el Señor, la falta de fe le impedía a Dios actuar.
Entonces el profeta utiliza la palabra clave para ilustrar esta futura prosperidad “ventanas”, estas se van a abrir y se derramaran las bendiciones. La palabra ventana que aquí aparece es mal traducida, y no corresponde a esa ventana de una casa o palacio, sino que tiene que ver con algo más grande, que difícilmente la mano del hombre puede abrir.
La palabra hebrea usada es hB'rua] que es muy diferente a חַלּוֹן (la que siempre es registrada como aparece en Génesis 8:6 para ilustrar la ventana común y corriente, ejemplo, Noé abre la ventana del arca). La primera palabra “hB ‘ruaj” que se traduce como “compartimento”. Aparece también en los textos de 2 Reyes 7:2, 19; Isaías 24:18; Malaquías 3:10 (todas haciendo alusión a ventanas celestiales, las ventanas de Dios).
La idea de esta palabra es para referirse una gran compuerta o compartimento que se construye en un canal de navegación para que los barcos puedan pasar de un tramo a otro de diferente nivel, para lo cual se llena de agua o se vacía el espacio comprendido entre dichas puertas. También se aplica a unas grandes compuertas que cierran el flujo del agua, donde se haya un gran depósito. Del cual se suelta el agua repentinamente para que arrastre con su velocidad las arenas y fangos del fondo de un puerto o de un embalse.
A estas “ventanas” es la que se esta refiriendo Dios a través del pasaje, sus bendiciones son tan abundantes, que se convierten en un torrente al abrir las puertas de la fe y la confianza. Dios no defrauda, ni es mezquino, sus bendiciones son imposibles de medir, esas bendiciones siempre vendrán de lo alto, porque es el Señor quien las derrama.
2 comentarios:
interesante y clarificador el análisis sobre las dos ventanas. tienen lógica. cuando uno se mete a la raíz de las palabras es cuando las entiende. el lenguaje es increíble y se debe aprehender en su significado real, objetivo, el mismo en el que fue concebido con la correcta interpretación o significado. creo que eso queda bien explícito en tu comentario sobre las ventanas, Uziel
Recentemente, deparei com seu blog e tenho lido junto. Eu pensei que eu iria deixar meu primeiro comentário. Eu não sei o que dizer, exceto que eu gostava de ler. Nice blog.
Publicar un comentario